ENTRE DOS MUNDOS ©

¿FAMILIA?

— ¡Dylan suéltame! — lo rasguñé, pero no me soltaba.

— debes hacerlo, Violet — susurraba Max.

El líder lo agarró por el cuello y Jack se lanzó encima de él. Los otros lycans se unieron a la pelea y Mike empezó a pelear.

Sin que nadie se diera cuenta Dylan logró sacarme de allí.

— ¿a dónde me llevas?

— a casa.

— ¿qué?

— ahí está papá.

Salimos corriendo, nos demoramos un poco, pero llegamos.

— papá, ya llegamos — gritó.

— ¿Dylan? — La esbelta figura del hombre que se suponía era mi padre se encontraba igual de joven que en las fotos hace 20 años.

— papá mantenla a salvo aquí en casa, ¿sí?

— no te preocupes, hijo.

Dylan entró y lo seguí.

— debo volver allá y salvar a los chicos.

— Dylan — lo detuve — tráelos con vida, por favor — me aferré a su brazo.

— haré lo que este en mis manos — sonrió levemente.

— hija confía en que ellos pueden con los Lycans.

Cerró la puerta y me senté en un sofá que había allí.

— tranquila que todo estará bien — Marcus se acercó.

— ¿lo crees papá?

— sí.

— tengo miedo, mucho miedo.

— ven acá hija mía — me abrazó muy fuerte.

— y ¿mamá dónde está?

— ella está aquí con nosotros.

— mamá... — salió de una habitación.

— hija mía ¿éstas bien?

— sí, estoy bien.

— tranquila, ellos regresaran.

~~

ha pasado un largo tiempo desde que Dylan se fue y no hay noticias.

— no puedo esperar más, tengo que ir a buscarlos.

— hija por favor no salgas, aquí estarás a salvo — mi madre me tomó del hombro.

— lo siento mamá, pero debo ir.

Salí corriendo de ahí sin pensar en si moriría en el intento, pero haría algo para salvar al hombre con el que sueño casarme algún día.

Llegué al lugar, me asomé por los arbustos. Todo se veía horrible, había muchas cosas destrozadas, entre ellas, cuerpos sin vida tendidos en el suelo. Un lycan se percató que estaba allí, cuando se volteó quedé estupefacta. Tenía la boca ensangrentada. Como un robot seguí la mirada de aquel vampiro que se dirigía al suelo, un cuerpo en especial yacía tendido ahí, moribundo, casi sin vida. La acción de aquel vampiro fue rápida y en un fugaz movimiento le enterró las uñas en el cuello. Saltó huyendo con los demás lycans, dejándonos sin opción a nada.

— ¡Max! — salté corriendo hacia su cuerpo moribundo.

— Violet...no.... — dijo estirando su mano con la voz ronca y entrecortada.

— Max... — susurré mientras las lágrimas me nublaban la vista — mi vida reacciona.

Estaba en las últimas.