➳ unforseen love ➳ (kookgi)

no more

Fijó la cámara en la parte delantera del auto, tal como minutos atrás lo había hecho con la cámara en la parte trasera. Ajusto el asiento y se dispuso a buscar otra víctima sexual para su canal de pornografía.

Manejó tranquilamente por las afueras de la Universidad, siempre conseguía victimas en ese sector, jóvenes que buscaban pagar sus estudios de esa forma, él pagaba bien, por lo que, no metía a cualquiera a su vehículo. Realmente le gustaba hacer lo que hacía, tenía dinero suficiente para realizar lo que hacía, además que su canal era popular, demasiado popular, muchas personas le pedían que quitará los pixeles o censura de los rostros, tenía fanáticas que querían ver su rostro, pero él no podía exponerse de esa forma.

Le encontró, estacionó su vehículo y fijó su vista al arte andante que caminaba al paradero universitario. Una persona de estatura baja, cuerpo delgado pero bien cuidado, cabello corto; no tenía problema con aquello, le daba igual, hoy en día, muchas mujeres usaban el cabello corto y teñido, le encantaba ese color cielo en el cabello de aquella mujer, sin esperar mas nada, comenzó a tocar la bocina, vio como algunas chicas alrededor de aquella pieza de arte le miraban exaltadas, escuchó los murmullos de algunas y ahí, cuando aquella belleza volteó, se dio cuenta de algo que obvió, no era una mujer, era un hermoso dios caído del cielo. No supo porque sus acciones actuaron pero se vio bajando la ventanilla del vehículo –disculpa, ¿quieres subir? ¿Un atajo? –El aludido miró a sus amigas, mientras que él con sus manos al manubrio recordaba algunas cosas que oyó de los murmullos "debe ser el chico del que hablan algunas, aquel que paga por..." – ¿subirás? –pensó que el bajo que le miraba se reiría pero no, aquel abrió la puerta de copiloto, echó su bolso hacía atrás y se sentó adelante, mirándole con claras intenciones de intimidarlo.

–más vale que partas ya, antes que me baje- asintió sin más y dio marcha a lugar desconocido –cuando mis amigas hablaban de ti, o cuando escuchó que hablan de ti, no negaré que te pensé de otra forma –le empezó a hablar –pensé que eras un perdedor, un viejo de cuarenta años, que lo dejó la esposa y se entretiene entre faldas, pero ya veo que eres bien agraciado, menor que yo y te gusta mamar vergas ¿no? –La risa que empezó a salir desde su boca, de forma rápida, hizo un contagio en el aire y siguió con aquel que habló –qué linda sonrisa tienes conejito-

Comenzó a admirar la salida de Seúl ante sus ojos, el mayor a su lado solo hablaba de cosas, encontraba bastante extraordinario el hecho de que, aquel, se subiera sin más al vehículo, sabiendo bien quién era él –entonces, hyung, ¿cuánto me costará tu hermosa entrada? –Le habló de forma rápida –digo, no quiero hacernos perder tiempo ni emplazar formalidades que olvidaremos después de un rato ¿no? –el aludido respiró profundo y miró al contrario.

Bajó la marcha y se instaló en un lugar vacío, apagando el motor y mirando al contrario, sintiendo como su entre pierna ya se comenzaba a endurecer, y es que aquel, con sus ojos felinos, le daba un claro mensaje de que, aunque fuera su primera vez con un hombre, ésta, sería inolvidable. –Después de follar, te diré cuánto, total, sé que eres millonario y posees muchos wones- asintió satisfecho, le estaba atrayendo de sobre manera esa forma tan natural del contrario de sentirse posesivo. Se acercó a la cámara delantera y comenzó a grabar, mientras echaba su asiento hacía atrás para poner record en la otra cámara. El mayor le veía de reojos, y ahí noto como un atisbo de nerviosismo se podía vislumbrar en ese hyung. Se acercó sin más y siendo ajeno a sus acciones pasadas, tomo la barbilla del contrario y le besó en los labios, era primera vez que hacía eso. Sintió como con aquella acción le devolvía la seguridad al contrario, que entre abriendo sus labios le siguió el beso, con una pasión alucinante.