{16}.Diferente

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Notas: Soy extremadamente pesada dejando mensajes al inicio de cada capítulo. Siento si os molesta este tipo de textos, pero se me hace muy ameno comunicarme con vosotros/as por aquí. Siento que cada vez hay más gente que se une a nuestro pequeñito clan del DariusxLux jajajaja <3.

Nota personal: Recuerdo cuando comencé a escribir esta historia y la publiqué por primera vez, me dije a mí misma, no sé porqué haces esto cuando a nadie le interesa tus "paranoias románticas videojueguiles", además escribo de manera muy mediocre en comparación con auténticas obras de arte que hay en la sección de fanfics. Recuerdo los primeros comentarios que me hicisteis y que hizo que se me parara el corazón pensando "¡Ay Dios a alguien le gusto!". Nunca se me quitará esa emoción al leeros, porque leer que os gusta lo poquito que hago y que disfrutáis con ello me llena de alegría y hace mi día redondo. Muchas gracias mis chicos/as por ese pedacito de felicidad que me dais y espero que tengáis un día fantástico. ❤ ❤

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LeBlanc apresuraba el paso por los túneles subterráneos de Noxus. La humedad y el olor estaban acabando con su paciencia mucho antes de lo esperado. La luminosidad era baja, sólo soportada por unas pocas antorchas de fuego azul, el cual siempre estaba encendido. Pero la poca luz no era un problema para ella, conocía Noxus como la palma de su mano, sabía de secretos y rincones que nadie se podría imaginar. Llegó a lo que parecía ser el final del trayecto, marcado por una pared de sólida piedra oscura.

La mujer hizo un gesto con la mano murmuró unas palabras, y la piedra comenzó a ascender. Ella pasó sin perder tiempo, por fin se encontraba en la sala de la rosa negra. El muro de piedra volvió a cerrarse en cuanto ella pasó por su umbral.

La sala estaba iluminada por las antorchas antes mencionadas. Era una estancia circular y amplia, a la derecha había una escalera también de sólida roca que ascendía a un piso abierto y sin vallas, únicamente decorado con estanterías que guardaban tomos muy muy antiguos... En medio de la estancia había distribuidas seis plataformas de piedra, algo más altas que un escalón y en medio de ellas había otra algo más baja.

LeBlanc se colocó en la del medio, alzó la mano y las tenues antorchas se avivaron como si de una corriente de aire se tratase.

—Estoy lista. — Dijo mientras se acicalaba y se enderezaba subida en su plataforma.

Y en los otros estrados empezaron a aparecer figuras holográficas, todas completamente encapuchadas con una túnica negruzca que daba tonos en plateado cuando ondeaba. Ninguno de los allí presentes podían ser reconocidos por cómo iban ataviados, sí se apreciaba que junto con LeBlanc había otra mujer y el resto eran hombres, pero nada más. La primera figura comenzó a hablar, el resto de figuras siguieron en cuanto les llegó su turno.

—En la luz encontraremos sombra.

—En la sombra encontraremos luz.

—En el poder buscaremos la debilidad.

—Y en la debilidad buscaremos poder.

—El tiempo no será rival.

—Ni los infiernos, ni los cielos.

—Para que la Rosa Negra florezca.

La versada mujer había finalizado el ritual. Bien, todos habían acudido a su llamada y eso le resultaba muy placentero. Miró a cada uno de los presentes y dio paso al inicio de su reunión.

— Os he convocado porque necesito ayuda urgente, y ahora mismo Noxus vigila...

— ¿De qué se trata matrona?— Se interesó uno de los presentes.

Lux Aeterna{#1} Darius x Lux |Ángeles y maldiciones|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora