INCROVA

9 INTENTANDO ESCAPAR

-Matar. . .

-Sí entendí esa parte- lo interrumpió Repicot- ¿Pero por qué? 

-Eso no importa, el problema es que quieren matarme. 

Wilihath levantó un poco la cabeza para ver dónde se encontraban los tres hombres, volvió a esconderse.

-Ahí vienen.

Wilihath comenzaba a acalorarse, le temblaban las manos y las piernas.

-Tranquilo, tranquilo- Repicot trató de calmar a Wilihath- Esto es lo que haremos: 

Yo los distraeré mientras tú entras a mi cuarto- Repicot señaló con la mirada una puerta  a espaladas de Wilihath- y podrás salir por detrás de El Burro Borracho. 

-Perfecto pero antes debo subir a mi cuarto por algo importante.

-¿Qué es más importante que salvar tu vida? 

Wilihath dudó un momento si decirle sobre la espada pero ya era demasiado tarde.

-Tú solo distraerlos, ¿De acuerdo?- Se limitó a decir Wilihath. 

-Esta bien- Repicot tomó una de las botellas que estaban en la barra y se levantó repentinamente.

-¿Puedo ayudarles en algo, caballeros? 

-Sí- dijo una voz a la que Wilihath intuyó que era Én- estamos buscando a un hombre. 

-¿Un hombre?- Preguntó Repicot fingiendo sorpresa. 

-Sí- confirmó la voz de Mirnom- es alto con cabello no muy largo de color negro, con barba poco poblada, igual negra, sus cejas son pobladas, ojos azules y usa una capa café oscuro-Agregó al ver que Repicot no respondía. 

-¿Con capa?- Repitió Repicot.

-Sí- Confirmó la voz amargada de Kric- es un completo imbécil. 

{Sí, ese es Kric} 

Repicot rió y dijo:

-Muchos imbéciles binen por aquí pero no con capas. 

Repicot dio la vuelta la barra y se posicionó de tal manera de que los otros tres le dieran la espalda  al barra. 

  Esta era la oportunidad de Wilihath, miró rápidamente a los cuatro hombres, se fue al otro lado de la barra gateando cuando llegó a la barra vio a los sospechosos Én, Mirnom y Kric seguían de espaldas.

  Un hombre y una mujer que ingerían sus alimentos en el extremo de la barra miraron con es gesto fruncido a Wilihath y este solo alcanzó decirles "Buen provecho, que tengan linda mañana" en cuanto vio que seguían de espaldas corrió en cuclillas de lado de la pared sin perder de vista a los tres hombres. Se agachó en una mesa llena de gente que lo miraban con desprecio, uno de ellos "¿Qué mierda estas haciendo?" pero no le hizo caso. Por fin llegó a las escaleras. . . Las subió de tres en tres lo más normal posible, sin que fuera muy notorio. {Actúa natural, actúa natural} Al llegar al pasillo corrió al último cuarto, abrió su puerta de golpe, tomó su capa y se la abrochó muy rápido, tomó su morral y por último su espada normal (pues la rota no la había sacado del morral) Salió de la habitación y empezó a caminar por el pasillo mientras se amarraba la espada.

-Wilihath Ranwhin- Wilihath se detuvo, junto a él había un bonito mueble con un florero y a unos paso de él Én, Mirnom y Kirc.

-¡Amigos, que sorpresa!

-Suelta la espada- Le ordenó Mirnom con un tono irritante. Wilihath obedeció- Patéala- Volvió a obedecer, la pateó enfrente. 

-¿Algo más? ¿Quiere que le lave sus pies?- Preguntó Wilihath. 

-¡Cállate!- Gritó Én- ¡Nos abandonaste y te llevaste todo el oro! 

-¡Nos traicionaste!- Inquirió Mirnom- Cuando despertamos ya no estaba el oro ni tú. 

-Se que lo que hice estuvo mal- Se defendió Wilihath- Déjenme explicarles.

-¿Explicarnos cómo fuiste un egoísta?- Interrumpió Kric- Más que un egoísta eres un cabrón de puta.

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