06/Octubre/2017.
08:14:56 a.m.
Estación de policia.—Bueno muchachos, como sabrán el índice de mortalidad de la región ha aumentado de una manera exagerada, y solo al 30% de los cuerpos se les realizó una autopsia, en la cual no se mostraba algún indicio de homicidio o suicidio. Requiero a dos agentes para llevar a cabo la investigación de esto.
El jefe había llamado la atención de la agente Connors. Al acabar su reporte del asesinato de Sara Poppins, se acercó al despacho de su Jefe, mientras ondeaba su cabellera pelirroja contra el viento que se filtraba por las ventanas abiertas. Sus manos, llenas de marcas y unas pocas manchas de tinta, tocaban el pomo de la puerta que daba al despacho. Gira el pomo, segura de sí misma, mientras piensa en como pedirle la oportunidad de trabajar en el caso.
Cuando entró, su jefe le hizo una seña para que se sentara, a lo que esta obedeció inmediatamente. Tomó una de las sillas que se encontraban junto al escritorio, y la apartó un poco del mismo, mas hacia el centro del cuarto.
—Señor Florián— dijo ella, jugando un poco con sus dedos, los cuales tenían unas uñas postizas, con las cuales rozaba la madera café de la silla.
—¿Qué es lo que pasa Connors?—comentó serio, entrelazando sus dedos, con los codos sobre el escritorio. Frunció un poco el ceño, lo que hacía que sus cejas gruesas resaltaran más.
—Señor, con todo respeto me dirijo a usted para ofrecerle mi ayuda y asistencia en el caso de estas curiosas muertes, y si es posible tomar las riendas del asunto.
—Te he dicho que me molestan las formalidades Connors.
—Disculpeme. En ese caso, me ofrezco para tomar el caso Señor Florián.
—Le concedo el caso agente Connors. Sé que puede lograrlo.
—Muchas gracias Señor — la agente Connors se levanta de su asiento con lentitud, y se acerca a su jefe. El Señor Florián, un hombre de mediana estatura, que se encuentra alrededor de los 45 años. Corpulento a pesar de su tamaño, con unas prominentes cejas, y muy poco atractivo. Sin embargo, es una persona muy bondadosa y tranquila, misma razón por la cual no le atraen mucho las formalidades. Connors estrecha su mano, tersa, blanca y pequeña, limpia a pesar de la tinta, con la de él, la cual es áspera al contacto, de un color más tostado y con algunos pelos asomando, pero a pesar de ello se ve limpia. —Comenzaré a trabajar en el caso ahora mismo— se dirige hacia la puerta y toma el pomo, cuando una voz le detiene.
—Detente— Dice la voz, la cual luego de unos momentos termina de reconocer: la voz de su jefe, pero esta vez se encuentra un poco más áspera de lo normal. Ella se detiene en seco, y se da media vuelta para observarle.
—¿Que pasa jefe?— pregunta la agente, un poco confundida.
—Mire Connors, yo no dudo para nada de sus grandes capacidades para esto, pero estoy creyendo que debería buscar compañeros de trabajo. A alguien tan o incluso más capacitado que usted para que le ayude con el caso.
—¿Y a quién me propone?— pregunta Connors, con total duda —¿A Simon, a Marco, a Alex? Sabe que no hay alguien con la capacitación que me propone, y con la fortaleza mental para la misma. Y las propuestas más interesantes están ocupadas en otros casos.— no sabe porque dijo eso, así que se queda reflexionando un poco, y se da cuenta de que eso es cierto. Al terminar, capta que su jefe también está pensando eso, y tal parece que no lo había imaginado, aunque el ya tiene una solución.
—Sabe, agente Connors, nunca le dije que tenía que ser de este despacho.— responde el, con una gran sonrisa de satisfacción formándose en su rostro.

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SOUL CATCHER
ParanormalEn una ciudad, las personas comienzan a morir de repente en extrañas circunstancias, de causas desconocidas. Lo más raro es que la fecha de muerte y el aspecto de los cadáveres no coincide. No se sabe que es lo que causa esto, y mucho menos el porqu...