Rayos y casi beso

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En el calendario semanal de Haden y Dylan incluyeron para todos los domingos sentarse junto al arroyo a leer, pensaron que como a Haden le gustaba leer sería buena idea que él lea todos los libros que pueda antes de morir.

El primer día de lectura como le llamaban, Haden empezó a leer "El juego de Ender" de Orson Scott Card mientras que Dylan continuó el primer libro de "The maze runner, corre o morir" de James Dashner.

Se sentaron en la nieve al lado del arroyo medio congelado, apoyados espalda contra espalda, con las piernas encogidas, ambos estaban con pijama ya que planearon empezar muy temprano, pero tenían parcas, gorros, guantes y una manta que los alcanzaba a tapar las piernas a los dos.

Estuvieron por lo menos 2 horas sentados leyendo sin darse cuenta del paso del tiempo. Y después comentaron a cerca de sus respectivos libros. Dylan dijo que el libro era muy bueno pero que había leído mejores, mientras que Haden le contó todo el libro hasta donde había leído a ella y dijo que era uno de los mejores libros que había leído. Contó  que  "El juego de Ender" Mezclaba perfectamente la ciencia ficción con lo sentimental, 2 de los tópicos de los que a él más le gustaban. Se trataba sobre un niño de seis años muy inteligente al que se llevaban a la escuela de batalla espacial donde pasa de ser un niño odiado a ser un líder pero cada año que pasa se va olvidando más de su casa, de la tierra y de la única persona que de verdad ama, su hermana, Valentine.

Dylan se acordó de haber visto ese título en alguna parte, además de en algún u otro libro de Orson Scott que alguna vez leyó, sabía que lo había leído en alguna otra parte. Al final no se acordó y se quedo con la duda, pero cuando iba camino a su departamento a cambiarse el pijama para reunirse con Haden a almorzar vio un cartel enorme en las paredes de 3 edificios unidos que decía en letras muy grandes:

EL JUEGO DE ENDER

EL BEST SELLER MUNDIAL LLEVADO AL CINE

Y había una imagen de 2 personas con un fondo galáctico. Las 2 personas eran un niño muy parecido a Haden pero con el pelo corto y unos 2 años más, era como un Haden a los 18 años y un señor ya mayor con un traje azul, a ellos Dylan los reconoció como Asa Butterfield quien hacía seguramente de Ender y Harrison Ford quien según lo que Haden le había contado debería de ser "El coronel Graff" quien también hacía de Han Solo en la trilogía original de "Star Wars"

Se le ocurrió que sería buena idea llevarlo a ver esa película como sorpresa, como el regalo de cumpleaños que ella no le había dado, así que después de cambiarse ropa pasó por el cine compró entradas para la película, compró 3 por si Finn quería venir, para esa misma tarde y fue camino al bosque donde se encontraría con Haden para comer.

Cuando llegó Dylan, Haden acababa de llegar. Había cambiado desde que lo conoció, tenía el pelo más largo y estaba más moreno, no se podía decir que estaba más musculoso pero ya no era un fideo viviente, ahora ya no parecía que el viento lo fuera a quebrar, se veía menos débil en palabras más simples.

La estaba esperando con una canasta de picnic, subieron hasta la cumbre del cerro y se sentaron sobre un mantel y con una manta arriba, en primera fila del espectáculo del paisaje. Corría mucho viento ahí arriba así que se abrigaron lo más que pudieron aun que igual sentían frio sentados solo sobre un mantel.

Valía la pena estar ahí cada uno con la persona que más querían. Dylan se sentía muchas cosas en ese momento, emocionada por la sorpresa que le tenía a Haden para esa tarde, agradecida por conocer a Haden o también hasta feliz porque gracias a los excursionistas no murió y alcanzo a conocer a Haden, todo estaba relacionad. Nunca había sentido tantas cosas al mismo tiempo y esperaba que Haden sintiera lo mismo pero en vez de eso él le dijo:

―Me siento vivo, simplemente vivo.

Y parecía una respuesta fria pero Dylan sabía que sentirse vivo significaban muchas cosas.

Comieron panqueque de naranja que la Sra. Harris preparó, tomaron té que Dylan llevó en un termo para calmar un poco el frio, tomaron jugo de naranja y galletas además de unas salchichas que asaron en la fogata.

Cuando terminaron de comer, se sentaron el uno junto al otro, mirando hacia la cadena de cerros partidos por la quebrada, escuchando el viento y mojándose con los copos de nieve, con las manos y pies cerca de la fogata, tomando té e ignorando los ruidos de la ciudad. Dylan se acomodo la manta, se recostó solo un poco y apoyo la cabeza en el pecho de Haden mientras que él pasó su brazo alrededor de sus hombros y con la otra mano entrelazó sus dedos con los de ella.

Con el ruido del rio corriendo y el viento soplando, los copos de nieve derritiéndose en sus cabezas y el calor del fuego ardiendo suavemente delante de ellos, el cansancio de haber subido hasta la cumbre y además después de haber comido tanto, Dylan apoyada en el pecho de Haden y el abrazándola, ambos se quedaron dormidos.

Los despertó dos horas más tarde el hecho de estar empapándose y el ruido de gotas chocando contra el suelo, la nieve había pasado a ser lluvia y el fuego se había apagado pero ellos no se inmutaron, estaban abrigados cada uno con el calor del otro, tomados de la mano, bajo una muy servible manta en ese momento. Haden tenía los lentes empañados y el pelo casi sobre los ojos mientras que a Dylan se le había separado el pelo en mechones de tan mojado que estaba.

Pero que les iba a importar en ese momento si estaban juntos, nada podía empeorar ese momento, de hecho la lluvia lo mejoraba, hacía la situación un poco más romántica, lo único que lo podría mejorar sería un beso.

Dylan volteó la cara, quedaron apoyados frente con frente, mirándose fijamente, ambos ya habían cerrado los ojos justo cuando sonó un trueno y un rayo se dibujo en el cielo. El beso no fue. Estaban en un lugar lleno de arboles, el lugar más peligroso donde se podía estar durante una tormenta eléctrica que era lo que parecía aproximarse.

Guardaron todas las cosas en la canasta y bajaron corriendo, se cayeron unas cuantas veces cuesta abajo pero no paso nada grave.

Antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora