Capitulo 1

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2013 New York.

Muevo mi cuello de un lado a otro, estoy agotada son las doce de la noche y el maldito lugar está lleno. Cojo mi bandeja con las copas que tengo que llevar, camino por las personas que disfrutan de lugar, afortunados de poder bailar y disfrutar la noche.

Llegó a la mesa donde solo está una pareja, dejo las cuatro copas y me retiro ellos ni me regresan a ver están concentrado besándose, sé que esto suena ridículo, pero los envidio, desearía poder estar así tener una pareja debe ser tan lindo, sentirse amada, querida, tener a una persona que se preocupe por ti, que te llame para saber cómo estás o solo conversar de la vida, de sus planes o metas que tengan.

Camino de vuelta a la barra cuando alguien me empuja, me voy de espalda, pero alguien me atrapa, siento su mano en mi espalda y la otra en mi cintura. Observó aquella mano que me sujeta de la cintura es de un hombre me pongo tensa al instante, alzó mi mirada.

No debí hacerlo, esos ojos joder esos malditos ojos eran verdes como la esmeralda, eran hermosos perfectos de solo verlos era como estar embrujada, observó cómo sus ojos adquieren un brillo que hace que luzcan a un mejor, observó como pequeñas, pero pequeñas arrugas se forman alrededor de sus ojos es debido a que está sonriendo, pero no me centro en su sonrisa que es linda, ya que toda mi atención van a esos ojos maravillosos que me han hipnotizado por completo.

- ¿! ¿¡Estas bien!? - me pregunta casi gritando, para que lo escuché ya que la música está súper alta.

- ¡Si! - logro decir, el me ayuda para pararme bien, pero yo no dejo de ver aquellos ojos tan hermosos.

- ¿¡Como te llamas!? - me pregunta gritando con una sonrisa coqueta, mientras no aparte su mirada de la mía.

- ¡Hanna! - le digo, pero que estoy haciendo apenas lo conozco, pero eso no me importa, no esto no está bien.

Vamos Hanna, es qué no aprendes.

- ¡Christopher! - me tiende su mano, la acepto se siente raro, es cálida, esa misma calidez que siento en mi mano recorre mi cuerpo.

Lo suelto rápidamente le agradezco por salvarme de casi terminar tirada en suelo y vuelvo al trabajo, por más que trataba de concentrarme en el trabajo no podía, mis ojos buscaban a esas dos esmeraldas que estaban en aquel hombre tan impresionante.

(...)

-Te veo mañana Hanna - me dice Pablo mi compañero de trabajo - es mejor que te vayas antes que se te haga más tarde - me aconseja sabe que estoy prácticamente sola en esta nueva ciudad y se aportado muy bien conmigo, como un verdadero amigo.

-Claro, adiós - me despido, cojo mi bolso y salgo de la barra, mis ojos se topan con Christopher delante de mí con una sonrisa.

-Hola, Hanna - me saluda con una sonrisa encantadora, mientras se acerca más a mí.

-Hola - digo algo tímida, no sé ni porque estoy hablando con él - con permiso - salgo prácticamente corriendo, cuando estoy en la calle siento como me agarran del brazo.

-Espera por favor - me pide, lo miro y también la forma en que me agarra, me pongo tensa él se da cuenta e inmediatamente me suelta - lo siento - se disculpa.

- ¿Qué quieres? - le cuestionó algo enojada, ¿Porque no me dejaba en paz? ¿Qué quería?

-Quería llevarte a tu casa - se ofrece, que le pasa apenas lo conozco, si se puede llamar conocer a alguien cuando solo se su nombre y nada más.

-No te conozco - le digo obvia, doy media vuelta y voy en busca de un taxi.

-Lo sé pero solo te llevaré a tu casa lo prometo - me asegura.

Hanna - El pasado vuelve- (+18).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora