Capítulo 3

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Silencio, el silencio era lo único que se podía detectar en la sala que estaba siendo decorada por una tensa calma que consistía por tres hermanos viendo a dos intrusas, Raito mantenía una sonrisa divertida analizando aquellas dos las cuales les veía gran potencial para futuras amantes además que le parecía interesante la actitud de cada una, en cambio Kanato se veía en una posición analítica y confusa de quienes son esas dos que se encontraban delante de él pero debía admitir que algo en el producía placer – Quizás la actitud de Nanami podía despertar su sadismo – pero Ayato se encontraba disgustado ante estas presencias desconocidas, irritado por la actitud de la cabellos negros y curioso de saber que hacían esas dos.

Katsura estaba atenta a cada movimiento de esos tres vampiros mientras que Nanami se mantenía inclinada esperando alguna señal de que su descaro fuese perdonado y que seguramente esa actitud molestaba a su hermana menor pero, ¿pero que se podía hacer?, después de todo así fue como educaron a Nanami que a diferencia de ella lo único que le enseñaron fue a poder atravesar una espada de plata al pecho de un vampiro – o cualquier ser que se acerque a Nanami con propósitos de lastimarla- sin remordimiento y sin duda, desde los 6 años ella tuvo que experimentar lo que era asesinar, desde que tiene memoria el odio a los vampiros fue sembrado en ella – algo ilógico ya que ella es medio vampiro –

- Que escandalosas – una voz un poco carrasposa y en un tono pesado resonó en la habitación, captando la atención de no solo las dos intrusas sino también de los tres hermanos –

- Ohh Shu-ku – Raito sonreía con diversión viendo a su hermano mayor recostado en otro sofá – ¿acaso tu sabes el por qué estas dos están aquí?

Shu con extrema pereza se sentó manteniendo los ojos cerrados- No me han informado de nada – abrió sus ojos viendo a las intrusas con fastidio-

- ¿Husmeadoras? – miro Ayato a Katsura casi escupiendo esta pregunta-

Nanami se había enderezado hace unos momentos - exactamente cuando el cabello rubio hablo- Se veía un poco agobiada por el malentendido que se estaba planteando y en el momento que aquella joven de ojos grises abrió su boca para poder aclarar la situación, fue interrumpida por un escalofrió que recorrió todo su cuerpo haciéndole sentir de forma inexplicable un miedo que considero placentero; todo esto fue simplemente la reacción a la voz de un quinto vampiro que se encontraba en la segunda planta cerca de la baranda mirando la actuación de sus hermanos

- Ayato – hablo aquel vampiro de ojos magentas y cabello negro- ¿No crees que esa actitud es inadecuada?

- Tsk – miro Ayato a quien le llamo – Reiji, ¿tú sabes algo al respecto?

Este miro a las dos jóvenes causándole un poco de indignación la actitud de la chica que tenia la espada en su puño, quien estaba atenta a cualquier movimiento haciéndole sentir como si fuese un animal dispuesto atacar una presa -aunque así los veía Katsura-, pero quien le causo curiosidad fue la joven de gran porte y elegancia que se había disculpado hace un rato mostrándole así que al menos tenía en cuenta lo que eran los valores, sin embargo algo se sacudió en todo su ser cuando esta giro lentamente su rostro mirándole y así atraparlo en sus grandes ojos grises; sin quedarse atrás, Nanami al ver aquellos ojos magentas sintió como unas cuchillas atravesaban cada hueso de su piel y de forma aterradora sintió delicia ante esa sensación - hasta podrá decirse que es el comienzo de una adicción insana-

- Desconozco las circunstancias por las que estas dos jóvenes se encuentran aquí – respondió Reiji de forma educada como siempre-

- Esto – Nanami fue interrumpida por la voz de su hermana.

- Tamashī Nanami es invitada de Karl Heinz – los ojos purpuras miraron con molestia al ojos magentas –Si tienen un inconveniente, deberían es hablar con él a noso

- Vaya – canturreo Raito con diversión interrumpiendo a Katsura –no estás en una posición para hablar –tan típico de él mantener el tono divertido –Al menos un poco de respeto al estar en nuestras tierras ¿no?

Katsura miro a Raito con determinación apretando el mango de su espada sintiendo una alerta ante aquella mirada llena de sadismo, tan típica en un vampiro, tan normal, tan rutinaria y que eso fuese tan corriente en ellos le enfermaba; Nanami aun no salía de aquel trance mirando fijamente al vampiro de cabellos negros que de igual forma la miraba atento y captando la atención de ambos el sonido de una puerta dejo en total silencio el lugar, mostrando como aquel vampiro de elegancia natural y encanto sobrenatural entro con serenidad haciendo que sus hijos se sorprendiesen

- ¿Qué es todo este escándalo? – Pregunto con cierta tranquilidad en su voz, pero al ver a las mellizas sonrío dulcemente –Si solo se trata de Nanami-chan – esta le miro apenada- ¿Ya causando alborotos? Nanami-chan – pregunto con un tono más de diversión que dé a un reproche, pero la ojos grises aun así se inclino delante de Karl.

- Lo siento tanto Karl-sama – se enderezo mirándole –No se volverá a repetir-afirmo Nanami mientras que Katsura se relajo un poco al ver que Karl se encontraba.

- ¿Y se puede saber quiénes son? – Katsura con molestia giro su mirada a lo que parecía ser una séptima voz masculina-

Un vampiro con una apariencia similar a la de Karl, con cabellos blancos y rosados se encontraba en un rincón de la sala destilando un aura de fastidio, irritación y molestia - aunque todo esto son posibles sinónimos – Katsura le miro detallándolo y este al sentir la mirada purpura se giro a ella atrapando sus ojos en el mar de sangre que había en sus orbitas, causándole a Katsura un inexplicable dolor de cabeza – algo que solo le suele suceder con Nanami- pero debido al orgullo sostuvo su mirada al igual que Subaru.

- Oh claro – sonríe Karl y este miro a Nanami, quien asintió educadamente y se giro a los caballeros.

- Mi nombre es Tamashī Nanami – se inclina levemente con elegancia mostrando así respeto – y ella es mi melliza Tamashī Katsura

Y cada hermano en esa habitación miro con atención a la dulce chica que de manera gentil se presento junto a su hermana, si ciertamente la actitud tan gentil abría paso a los deseos sádicos de cada uno haciendo que Katsura quedase totalmente ignorada, pero quien no era ignorado era Karl ya que sus hijos no lo eran en vano; Karl seguramente tenía un plan oscuro oculto, después de todo eso era típico de él.

¿Qué tal si nos divertimos un rato? – Raito

Nigth's Oath / Emisión\|Diabolik Lovers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora