Adicto a tu piel.

El primer beso

Recuerdo perfectamente el comienzo de todo el caos. Yo tenía 15 años cuando probé el néctar del deseo, y créanme cuando les digo que desde ese preciso momento mi vida cambió por completo..

Asistía a la preparatoria, para ese entonces la rebeldía era cosa de novatos, yo era valemadrista.

No me importaba absolutamente nada el hecho de poder reprobar, y por esa misma razón era que de 7 clases que me daban al día, yo solo entraba a una (la primera), y debo decir que la razón de que tomará esa clase era el frío tremendo que hay a las 7:00 a.m. en esa condenada escuela que se encontraba en el cerro.

Un día de tantos conocí a esa chica, Juana, al principio sólo nos saludabamos de lejos, pero poco a poco me fui involucrando con sus amigas, porque sabía que de esa manera llegaría más fácilmente hasta ella. Y así fue..
Esa mañana tuve el valor de entablar una conversación con ella, en donde le preguntaba lo común

-"¿como estas?"
"¿que tal tus clases?"
"¿que edad tienes?"

hasta llegar al momento de finalmente preguntar

-"y ¿tienes novio?"

Recuerdo perfectamente su sonrisa, esa sonrisa nerviosa y al mismo tiempo coqueta, y su voz suave diciendo

-"no, no tengo"

Recuerdo que esa tarde nos saltamos las clases con ella, y platicamos varias horas sobre nuestras vidas.

Al cabo de muchas semanas amistosas entre ella y yo, me enteré con la ayuda de una de sus amigas, que Juana estaba interesada en mi. Debo admitir que estaba un poco nervioso con la noticia ya que como se abran dado cuenta por el título de esta primera parte yo no había dado mi primer beso; había escuchado hablar de él y observado en películas de lo que se trataba, pero créanme cuando digo que las cosas nunca son como se planean.

Abajo de un árbol de la cancha de la escuela, mientras muchos compañeros jugaban, platicaba y hacían desmadre a nuestro al rededor, nos quedamos solos. Recuerdo que yo me encontraba acostado bajo la sombra y ella solo sentada a un lado con un brazo cruzando mi cuerpo. Ella me observaba, mientras yo veía la copa de aquel árbol y la luz del sol que entraban entre las ramas,
-joder,

en ese momento no se como diablos paso todo, así como todo se volvía rápido al mismo tiempo se volvia lento, nos miramos y entre bromas sus labios quedaron oprimidos a los míos y poco a poco comenzaba a sentir su lengua rozar con la mía, mi mano tomaba su cintura y sus manos se apoyaban en el pasto para no caer sobre mi.

-Dios mio,

de verdad que esa sensación de el primer beso es inexplicable porque cuando termina no sabes como reaccionar.

Al día siguiente, a si como algunas semanas después nos seguíamos viendo entre clases y en ocasiones también no entrábamos por estar juntos, lo admito la bese tantas veces durante ese tiempo que podría decirse que sus labios quedaron un tanto desgastados jaja, pero ese no es el punto. Muchas ocasiones habia escuchado a personas decir que nada es para siempre, y no entendía el significado de eso hasta ese día.

Juana y yo nos encontrábamos atrás de un edificio de la escuela en donde normalmente no daban clases, así que nadie a esepción de alumnos podrían vernos ahí; estaba sentada y yo me encontraba parado frente a ella, la besaba hasta que a lo lejos se escuchó el crujido de una rama quebrandose, ella solo me aventó y después se puso a reír a carcajadas, yo no sabía realmente que pensar

-"será que no le interesó?"
" le dará pena que la vean conmigo?"
"acaso solo busca divertirse conmigo?"

No pasó mucho tiempo cuando la respuesta llegó,

-"Sabes yo no quiero andar contigo, solo quiero algo sin compromiso, diversión"

eso me dijo.. No podía creerlo.

Me quede decepciónado, para muchas personas actualmente sería lo mejor que alguien quisiera estar sin compromiso,  pero para alguien como yo, en ese momento en el que sólo tenía 15 años, y el que ella fuera mi primer beso, no me ayudaban en nada. No dude ni un segundo en mandarla a la chingada, no me interesaba ella, si lo que yo sintiera tampoco era de su interés.

-Es una reverenda estupidez, esperar algo de alguien, y actualmente les digo, "prefiero estar sorprendido que decepciónado".

Y ahí fue donde comenzó todo, ese momento en que el narcisismo alcanzó mi persona y aunque haya sido una tonteria la razón, me prometí siempre ser el mejor y jamás ser menos que nadie.
Y créanme cuando les digo que aún no saben nada, pues el fin apenas comienza!