Parte única

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Uno crece con la idea de que una vez que encontrará a la persona indicada y se casarán, vivirán felices y el amor continuará hasta el fin de los tiempos. TaeMin también lo creía. Luego de conocer a Minho, sentía que así sería para siempre y por siempre.

Se equivocaba.

Kirian podía ser la prueba de su amor pero parecía que para Minho, al menos, eso ya no era suficiente.

No cuando Taemin ni siquiera sentía si su esposo aún lo seguía amando.


--**--

Cuando ambos adquirieron una casa en las afueras de la ciudad, Taemin no cabía en su felicidad. Kirian venía en camino y con 5 meses de embarazo, todo parecía prosperar. Minho había conseguido un buen empleo y aunque Taemin había insistido que quizás era mejor adquirir un pequeño departamento en el centro de la ciudad a causa del trabajo de su esposo, éste se había negado por que quería que su pequeño hijo creciera en un espacio amplio que sólo la casa podía darles. Taemin no dijo nada más, sólo apoyó a su esposo porque pensaba que él sabía qué era mejor para su familia.

(Era tan ingenuo...)

Tenían apenas 1 año y medio de novios cuando Minho le había pedido que se casara con él. Había aceptado sin pensarlo; conocer a Minho, todas sus promesas de amor e ilusiones, hacía que Taemin soñara con una vida de ensueño a su lado.

Luego de su rápida boda, la "vida en la nueva casa" pasó a ser una "pequeña vida rutinaria en la casa".

Minho se iba al trabajo a las 7am y regresaba directamente para cenar alrededor de las 9pm. Taemin no trabajaba, decidió dejarle aquello a Minho mientras se dedicaba enteramente a cuidar el hogar y a su pequeño que venía en camino. Le esperaba con su cena simple pero deliciosa para que ambos cenaran juntos, casi exactamente a las 9:30pm. Terminaban de comer, limpiaba los trastos y dormían alrededor de las 11pm.

Todos los días, eran iguales. Para Taemin, no había más felicidad que aquella.

Los meses pasaron volando y pronto ya tenían a su bebé en sus brazos.

El niño con ojos cafés iguales a Minho y una piel tan blanca como la de Taemin, su pequeña felicidad, su pequeño Kirian, fue pronto parte de la "pequeña vida rutinaria en la casa"; añadiendo alguna que otra situación como una enfermedad o sus primeras palabras como una leve alteración a la vida habitual y cómoda de la familia Choi, sin embargo, nada que afectara en gran medida la existencia de aquellas 3 personas.

Hasta que un día, pasó.

Taemin preparó la cena y observó el reloj. 9pm en punto, a tiempo como siempre. Aquel salmón de ese día, lucía delicioso y se había esmerado en ello. Quería contarle a Minho que Kirian estaba dando sus primeros pasos y que le había grabado haciendo aquello. Observó el reloj.

9:30pm

Aún no llegaba Minho.

Decidió esperar.

El salmón se enfriaba y no supo en qué momento había comenzado a comerlo.

Suspiró.

Echó un vistazo al reloj.

12:30am

Rendido y cansado, decidió limpiar sus platos y tras apagar las luces, subió hacia las habitaciones, extrañado y algo triste por la tardanza de su esposo.

Fue hacia la habitación de Kirian para verificar que su bebé estuviese dormido y arropado.

Después de su aseo, se dirigió hacia su propia habitación que yacía en penumbras. Fría y silenciosa. Se recostó, pensando aún en Minho.

I'm Not Yours [2Min]Where stories live. Discover now