運命 [unmei] + kth

五 ; go

Siguiendo el sonido de tu corazón. ; pt. 1

Era un día hermoso, pocas nubes adornaban el cielo azul y pájaros de colores cantaban a sus parejas.

Masumi se encontraba en un dormitorio -con cocina y todo-, preparando un delicioso desayuno, dos huevos fritos con dos lonchas de bacon, tenían una pinta espléndida, los huevos tenían un color amarillo anaranjado saludable; recordar los huevos de campo siempre son mejores. Al ver tanto aceite decidió coger un botecito para luego echarle un poco de hierba.

─ Y para terminar, añadiré un poco de hierbas... ─ al terminar la acción se oyeron dos portazos, haciendo que Masumi girara hacia la puerta. ─ ¡Si, pase!

─ ¡Buenos días, Masumi! ─ saludó una señora vestida de un vestido marrón y un pañuelo blanco en su cabeza, llevaba en una bandeja con un pan recién sacado del horno. ─ Aquí tienes. ¡Traje uno fresco, recién salido del horno!

A Masumi se le apareció una radiante sonrisa, cogió la comida de la sartén y la colocó en un plato.

─ ¡Oh! Se ve delicioso. ─ Sus ojos brillaron, algunos diréis sólo es pan, pero el pan tenía una pinta tremenda la verdad.

─ Lo dejaré aquí. ─ dijo la señora, mientras dejaba la bandeja en el escritorio de la pelirroja. La señora parecía muy simpática.

─ Lo mío también está listo. ─ Masumi puso el plató que recién preparó en una bandeja y añadió un bowl con ensalada.

─ ¡Oh! ─ la señora se acercó a oler la comida para luego sonreír. ─ Huele bien, me dará la energía que necesito.

─ Y tu piel quedará muy bonita. 

─ Que maravilla. ─ la señora no duró mucho en coger la bandeja y darse la vuelta para dejar a solas a Masumi y su pan. Ella la acompañó a la puerta. ─ ¿Te has acostumbrado a vivir en Clarines? 

─ Si, hoy intentaré conseguir algún trabajo.

─ Ese es el espíritu, pequeña. Como dicen: "si no trabajas no comes." ¿Cierto?

─ Así es. Bueno, que tengas un buen día. ─ Se despidió Masumi con una reverencia.

Entró a su cuarto y cerró la puerta para luego mirar su pequeño dormitorio.

Esto es Wistal, la capital del Reino de Clarines. Después de el príncipe de Tanbarun intentara convertirme en su concubina por mi extraño cabello rojo, dejé mi ciudad natal y comencé una nueva vida en este reino vecino. 

Justo cuando estaba por resignarme ante mi destino, fui salvada por Taehyung, el segundo príncipe de Clarines. Este es el reino en el que me radiqué... El camino que elegí.

[ ... ]

─ Jardinero... Albañil... Obrero reparando carruajes... ─ dictaba Masumi en voz baja mientras caminaba cuesta abajo en una calle del pueblo, estaba buscando para un trabajo, pero no encontraba lo que ella quería. ─ No lo veo... Pues, por ahora...

Decidió entrar en la única tienda de hierbas que había encontrado.

─ ¿Eres una herborista? ─ dijo el dueño del local cuando Masumi le había comentado eso.

─ Sí, me gustaría trabajar aquí como herborista. ─ sonrió de la manera mas dulce, quería conseguir trabajo.

─ Hmm.. Perdón, pero no necesitamos más personal. ─ dijo el señor triste por no ayudar. ─ Pero.. ¿en serio? ¿Tú?

Una señora joven que parecía trabajar en la tienda empujo levemente al señor, podría ser su esposa. 

─ No deberías determinar las habilidades de una persona por su apariencia. ¿Y si nuestros clientes te escuchan? ─ susurró lo último mirándolo con cara de molestia.

─ Bueno ya ya.. Perdón por eso. 

Mientras Masumi con una mueca por la pequeña discusión de la parejita optó por observar los grandes cuencos de hierbas que desconocía o que nunca había visto pero si escuchado hablar.

Esta tienda tiene todas las hierbas raras que no podía obtener en casa. No solo eso, también tienen un montón que nunca antes vi.

Masumi miró a su alrededor hasta que dio con un chico joven y apuesto, el cual estaba observando una hierba que le acababa de dar la mujer que antes estaba discutiendo.

Llamó la atención de Masumi ya que era bastante joven y era la primera vez que veía a un chico como él estar interesado por hierbas.

─ ¿Él es un cliente regular?

─ Así es. Puede que sea joven, pero es un muy respetado herborista real.

─ ¿Eh? ¿Real..? ─ dijo Masumi sin poder evitar poner cara de payaso por lo sorprendida que estaba, no sólo era un aficionado el joven, sino un herborista real.

─ Sí, como escuchas. ─ susurró el dueño inclinándose hacia la chica. ─ Estoy seguro de que ya sabes, pero solo los más habilidosos y entendidos herboristas puedes trabajar para la realeza. Clarines es un país que promete un patrocinio generoso a cualquiera que demuestre talento. 

─ Asombroso... Clarines en verdad aprecia el estudio de la medicina. ─ dijo sonriendo inconscientemente.

─ Aquí hay algo de información sobre cómo convertirte en herborista real. ─ le entregó un papel. ─ Si apruebas el examen anual podrás trabajar en el Castillo Wistal como aprendiz. ─ sonrió el señor. ─ ¡Oh! Gracias por venir. ─ hizo una reverencia hacia el chico que se dirigía hacia la puerta principal sin mirar a nadie ni despedirse de nadie.

Masumi pudó ver su cara mejor, tenía unas facciones masculinas hermosas, pelo marrón oscuro tirando a negro, piel blanca, ojos grandes y gatunos, labios rosados; el labio superior fino y el inferior carnoso. Antes de poder darle un mejor vistazo le dio la espalda y se marchó por donde había venido. 

─ Como eres una herborista, valdría la pena que hagas el examen al menos una vez. Aunque es uno bastante difícil.

...

hmhm quien será el chico misterioso

me va a quedar mates, lo sé, lloro.

gigi.