Solías decirme que no eras nada sin mi y yo te creía. Ahora me siento como si me dispararan en los pulmones, casi no puedo respirar, te echo en falta y estoy suplicándote de rodillas, mientras lloro y grito, por favor, cariño, no te vayas. Sé que me odias, entonces ¿Por qué sales conmigo si te pongo enferma? Ya has tenido suficiente de mi, te ahogaba y necesitabas irte lo mas lejos posible.
Cielo, no voy a romperme porque tú me has echo mas fuerte de lo que era. Apuesto a que cuando volvamos a vernos estaré bien sin ti. Si tropiezo, no volveré a caer, voy a levantarme y seguiré hacia delante siempre manteniendo la humildad que me caracteriza.
Eres hermosa, pero es todo lo que tienes porque por dentro eres horrible y aún asi, eres todo lo que amo, ¿Por qué te fuistes así? Cojistes todo lo que tenía y no dejaste nada para mi. No puedo evitar soñar contigo, nunca quiero despertar de ese sueño, en mi cabeza aun seguimos juntos y me amas como el primer día. Por desgracia ese sueño está muerto.
Te fuistes y casi muero, lo que provocaste fue casi peor que un asesinato, preferiría morir a no tenerte a mi lado, no sabes la de veces que lloré, las veces que me escondí en mi cuarto sin tener contacto con nadie. Siento como si toda nuestra relación hubiese sido una mentira. Como solía decir, eramos tu y yo, nadie más ¿Por qué pensé que no era del todo cierto? Sé que debí enfrentarme a más peleas, pero ¿tenerte ahora? ¿Cuál es la probabilidad eso?. Hoy por fin me puse de pie, por fin di señales de vida desde que te fuistes, después de recordar tantas veces la vida que pudimos tener y de lo que pudimos ser, ahora son sueños rotos. Estoy saliendo de esta depresión, soy un nuevo yo, nadie me vencerá, seré yo quien golpé primero no me volverán a tumbar. ¡Por fin deje de ser tu saco de boxeo!
Hoy fue 31 de Febrero, hoy podía haber sido nuestro aniversario, pensé en llamarte pero no sabía que decirte, pero ahora se me esta ocurriendo algo:
Te doy las gracias porque sin ti no sería la persona que soy ahora, pero te odio porque me dejastes exhausto, casi sin fuerzas, te di todo y tú no me distes nada, pero no te culpo, aunque después de todo sigo enfadado contigo, y si, puede que no vuelva a confiar en nadie. Ahora soy más fuerte de lo que era