No me digas que no te gusta...
porque ¡sé que te gusta!
no lo niegues, ¡admítelo!
le gusta a tus ojos que disimulan,
le gusta a tu piel mis caricias,
suavemente, una a una;
te gusta que nadie lo aprecie,
que nadie se de cuenta de nuestra locura;
sé que te gusta...
te gusta que bajo la mesa te haga mil diabluras,
te gusta que suba tu falda hasta la cintura,
te gusta que te de placer
mientras nadie de la mesa nos puede ver;
te gusta aguantarte los espasmos,
te gusta no poder liberarte
cuando te hago estremecer,
y a mí me gusta que las mojes,
me gusta hacerte sentir mujer;
me gusta pedir de postre,
comerme tu cuerpo
en la más cercana habitación de hotel.