Capitulo 58

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Narrador omnisciente:

La mañana por Nuñez estuvo tranquila. Rodrigo seguía entrenando en el club y Aymará enfocada en sus estudios en el colegio de River. No se veían dramas en la costa.

Septiembre se había pasado volando, lleno de peleas, reconciliaciones y amor. Nuestros protagonistas cada vez se unían más y parecían invencibles ante cualquier situación. Si problemas habían, se charlaba entre los dos de manera pacífica (a veces) e intentaban resolverlo. La relación ya era mas madura, donde no se necesitaba que interviniera Sol para que no se maten. Aymará cada vez estaba más convencida de que lo amaba y Rodrigo también, además de empezar a ver con otros ojos el amor y el no estar tan solo. 

 Stephanie no había vuelto a meter sus narices entre ambos y ya tanto no le importaba a Aymará, entendía que él la queria solo a ella y confiaba tanto que no se dejaba llevar por lo que dijeran. Rodrigo se lo demostraba día a día.

Narra Aymará:

-Mucho noviecito, mucho noviecito pero poca matemática, Fernandez -Me miró con decepción el profesor pero no respondí. Un 6 en un trabajo práctico, nada mal para mí. Es raro que yo saque estas notas pero bueno, es el último trimestre y estoy con la cabeza más en los playoffs que en unos simples cálculos matemáticos. En Rodrigo también, sí...

-Que insoportable -Dijo Sol cuando se fue y reí. 

-¿Vos que te sacaste?

-Un 2

-Bien ahí -Evite reírme porque me iba a golpear así que solo me limité a sonreír- creo que mucho noviecito vos también eh

-Está re lejos, Aymi, mirá que voy a andar en otra -Me dice y suspira.

-Con más razon. Igual en unos meses vuelve, tranquila -Le dije y ella sonrió. Creo que le alegré el día y la semana.

-¿Qué haces hoy? 

-Supongo que concentrar para mañana, ¿no? -Dije obvia y ella soltó una risa. 

-Cierto. Pero podríamos hacer algo en casa a la noche, tranquilo igual.

-¿Netflix y helado? 

-Exacto 

-Acepto 

 La clase se pasó rápida y con Sol fuimos a casa. Mis viejos habían hecho unas pizzas a la parrilla (raro que se hayan jugado así), así que almorzamos y nos pusimos a hacer la tarea de lengua (atrasada obviamente). El día que hagamos los trabajos a tiempo se acaba el mundo.

-Che, Eduardo nos contó que nos va a traer a una chica nueva. Viene del interior y es goleadora, se la recomendó Cachito -Se distrajo un momento Sol y sonreí.

-Creo fue el martes que me tuve que ir antes. Seguro juega re bien, Cachito tiene muy buen ojo y es raro que se equivoque.

-Sí, además se vienen los playoffs...

Narra Rodrigo:

-¿Estás loco? -Miré exaltado a mi representante.

-Rodrigo, es un buen negocio. Los árabes pagan muy bien y lo sabés. Tan solo firmás el contrato y los dos nos beneficiamos. Pensalo -Me dio una hoja, supongo que era donde quería que firme.

-Ni loco -negué con la cabeza- no voy a irme a jugar tan lejos. Además, estoy bien en River -suspiré. ¿Dejar Argentina? Ni en sueños, soy feliz acá.

-Es una oportunidad única y te ofrecen lo mejor que tienen. Deberías considerarlo, Mora

-No me interesa la plata

-No te estoy hablando sobre economía sino más bien de que allí hay más chance de que te conozcan y de hacerte ver por grandes de Europa, jugar la champions...

-¿En Arabia? -Alcé una ceja- esa liga no la juna nadie -dije y pensé en Aymará. No sería capaz de dejarla por un contrato millonario, ella valía mucho más que unos simples billetes.

-Me parece que vos no te querés ir por otra cosa eh -Me miró fijo.

-Simple, mi gente está acá y no pienso irme. Te guste o no, y si no entendiste te lo repito: NO ME VOY A IR.

Me levanté de la silla y abandoné la habitación rodando los ojos. El dinero no me seducía en este caso y no lo va a hacer. Aymará es todo lo que quiero y me hace feliz, en River también lo soy.

Volví al entrenamiento y pedí disculpas a Marcelo por demorar tanto. Él me entendió y enseguida me metí en los ejercicios.

-Que caripela eh -Me dijo Leo mientras corríamos.

-Estaba teniendo un buen día

-¿Qué pasó esta vez? ¿la pibita?

-No, ella no. Mi representante me está presionando para que me vaya a jugar a Arabia y no quiero.

-Ah, ya veo. Al gordo lo quisieron seducir con un par de billetes... billetotes diría yo. Unos de Rusia creo que eran.

-Pero no aceptó, ¿o si?

-No nos dijo nada -Hizo una mueca- aunque no le creo mucho.

-Yo lo único que sé es que Argentina es mi lugar...









Te amo y odio - Rodrigo MoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora