Parte Unica

21 2 1
                                    

Ahhhhh estoy atrasada!!!!!!

-Lo deja y se va corriendo-

*~~~~*

Aunque llevaban juntos desde muchísimo tiempo atrás... Cada año, siempre el mismo día, Lily se hacia la misma pregunta preocupado:

¿Cuál sería el mejor regalo de cumpleaños para Jeje?

Su mente maquinaba mil planes para hacer una celebración preciosa para el azabache; pero en cuanto terminaba de imaginarlas, su mente desechaba todas y cada una por otras mil excusas, dejándolo sin ideas.

Desde que el rubio lo conoció, simplemente cayó presa de ese bello sentimiento y para su gran suerte fue correspondido tiempo después por ese enigmático hombre. Es por esa misma razón que hay una sola y única persona que podría hacer todo eso, ya que al parecer solo se comprenden entre ellos...

La mansión Alicein era consciente de lo especial que era esa fecha para el vampiro, así como esa firme convicción de no pedir ayuda por nada del mundo, por lo que las puertas del salón principal se encontraban cerradas y nadie más que Lujuria se encontraban dentro.

En su forma de mariposa se paseaba de un lado a otro del lugar, su aleteo casi silencioso y sus palabras aún más...

"y si..." seguidos de unos cuantos segundos sin hablar.

Idea desechada.

"Pero qué tal si..."

Una más.

"O mejor..."

Y otra más.

Algo cansado ya, volvió al suelo transformándose y tomando asiento en una de las sillas que había dejado para ambos.

No era del todo cierto que no contaba con algo para su amante, pero a su opinión "no podía darle solo su pastel favorito y una noche de sexo"

¡¿Qué clase de simpleza era esa?!

Era la persona que más amaba.

La persona con la que podía llorar y reír sin sentirse juzgado.

En quien más confía.

A quien más quiere hacer feliz...

Una parte de él sabía que cualquier cosa estaba bien para su pareja, después de todo, pasar ese día juntos era más que suficiente para el mayor. Pero el punto es que no era un día cualquiera y no se pasaría por alto.

En medio de su lio mental, el ruido de unos golpecitos provenientes de la puerta llamó su atención. Extrañado, se puso de pie para abrir y saber que necesitaban, ya que quizá era uno de sus niños quien lo necesitaba.

Quedo aún más confundido cuando, al salir y asomarse por el pasillo, no encontró a nadie. El silencio confirmaba que, además de su persona, alrededor estaba desierto.

Estaba dispuesto a salir cuando un tintineo lo detuvo; a sus pies se encontraba una bandeja con una tetera llena y una tacita de porcelana acompañada de unas cuantas galletitas caseras.

No fue difícil deducir quien lo había dejado, pues quien más usaba un letrerito lila y escribía de manera perfecta "No te presiones mucho" como si le avergonzara decir otra cosa.

Razono un poco y sonrió, Misono tenía razón y esas galletas lucían deliciosas, por lo que entrando de nuevo con su pequeña merienda decidió tomarse un pequeño descanso.

La humeante infusión calmo sus nervios y redujo su tensión, mientras el sabor dulce de los polvorones invadía su paladar.

Ya bastante más relajado dejo la vajilla a un lado y tomo el letrerito que le provocó una pequeña risita. El mensaje era tan corto que le resulto divertido imaginar al chico con su rotulador morado pensando que escribir.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 04, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Lluvia de coloresWhere stories live. Discover now