Breathe (3º Temporada 'Y De Repente Tu) - League of Legends Fanfic

Capítulo XXIII

Me colocaba la armadura lo más rápido que podía. Creé una nueva máscara, estaba dispuesto a ponérmela...El verdadero Zed regresaba. Pero en ese momento, Damien apareció.

- Así que...Te vas...

- Sí - me giré para verlo.

- ¿Vas a luchar? ¿Después de tanto tiempo?

- No tengo nada que perder, además, no puedo dejar que Jhin siga con vida. 

- ¿Y qué pasa con Hiart?

- Lo entenderá...- suspiré - Este es su lugar, Itziar y Talon sabrán cuidarla - comencé a andar hacia la puerta.

- Dudo mucho que lo hagan mejor que usted...

Tras cubrir mi rostro y dejar atrás al viejo, me deshice en sombras, abandonando Demacia tan rápido como mi poder lo permitía. Atravesaba el bosque a gran velocidad. Muchas veces me materializaba y volvía a transformarme, hasta que en uno de esos cambios, una bala pasó justo por delante de mi, clavándose en un árbol.

- ¿A dónde vas? - preguntó la voz de una mujer - ¿No pensarás ir solo?

- Miss Fortune - dije jadeando.

- Zeke me contó el pequeño encuentro que tuviste con ese hombre. Déjame decirte, que los duelos nunca son de dos. No debes fiarte.

- Lo sé, por eso no le daré oportunidad de atacar.

Seguí mi camino una vez más hasta llegar a Jonia. Me encontraba frente a los restos de la Orden. La estructura del templo resistió en su mayoría aunque es cuestión de tiempo que caiga por completo. Toqué suavemente las cenizas y cerré los ojos, recordando todo lo que había vivido en este lugar. Incluyendo la llegada de la peliplata.

Un fuerte sonido me devolvió a la realidad. De repente vi humo salir del pueblo y no dudé en ir hacia allí. Encontré entonces, la viva imagen de la destrucción. Los disparos no cesaban y los habitantes huían desesperados. Vi a una mujer intentando salvar a su hija. Grandes escombros volaban en su dirección. Sin pensarlo, con ayuda de un par de sombras, conseguí destruirlos a tiempo, evitando así que sufrieran algún tipo de daño. Giré la vista suavemente para comprobar que estuvieran bien. En sus rostros, solo podía ver miedo. Era de esperar... Pero, la señora, inclinó la cabeza en señal de agradecimiento. Imité su gesto y me marché. Seguía la dirección de donde prevenían las balas, para llegar junto a Jhin. Al verme, separó su arma y se incorporó lentamente. 

- ¡Zed! - hizo una reverencia - ¿Últimas palabras?

Después de decir aquello, no me dio tiempo para prepararme y atacó con una agilidad increíble. En ese momento solo podía esquivar. Saltaba y cambiaba posiciones con sombras, pero se dio cuenta de mi estrategia y un disparo rozó mi brazo al apuntar a la posición del siguiente intercambio. Comencé mi contraataque y lancé un shuriken que impactó en su hombrera. 

La batalla se hacía cada vez más intensa, casi no podía acercarme a él, puesto que todo su alrededor estaba lleno de trampas. Salté una vez más y cogí su bastón, con el cual estuvo a punto de disparar. De un tirón, me elevó, hice aparecer sombras para que le atacaran y sin apenas tomar un segundo para poder respirar, la batalla continuó, esperando a que uno de los dos cayera rendido.