STALACTITES

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La primera vez que DongYoung vio una de las fotografías de Lee TaeYong, sus ojos temblaron de miedo. Un escalofrío le recorrió la columna y sintió muchas nauseas.

Era hermoso... y horrible.

Había dejado la pequeña ciudad costera hace dos años, junto a su familia, y cuando entró a la galería improvisada donde tenían las mejores fotos de los estudiantes, sus ojos se posaron directamente en un paisaje que conocía.

Tuvo miedo y las lágrimas cayeron. Posiblemente alguien que pasara y lo viera pensaría que estaba conmovido, pero el terror en sus ojos no lo dejaría mentir. Fue en medio del silencio y su mirada perdida que conoció al artista.

Lee TaeYong era alguien callado. Tenía una mirada irritada todo el tiempo y evitaba el contacto físico prolongado. DongYoung quedó embelesado, totalmente nublado por la belleza de sus facciones. Incluso su corazón quedo preso.

"¿Te gusta?" Fueron las primeras palabras del peli rosa, había como un metro de distancia entre ambos.

"Me recuerda algo que prefiero olvidar." Comentó, parpadeando para evitar seguir llorando, enfrentando por primera vez a Lee TaeYong.

Era como hielo.

Una estalactita que podría caerle en cualquier momento encima, matándolo al instante. Aunque intentara alejarse del peli rosa, parecía encontrarlo en casi todas partes, desesperando a su corazón de maneras indescriptibles.

Aunque las coincidencias los llevaron a tener varios encuentros en el campus de la universidad, el más bajo pasaba de el como si fuera el aire, un ser invisible en un camino plagado de gente. DongYoung se había prometido no volver a sufrir por alguien, pero descubrió que era prácticamente imposible. TaeYong era sumamente popular, pero igualmente insoportable. Nadie se acercaba demasiado sin ser ridiculizado.

"Te gustan los paisajes." Dijo una voz no tan lejos, y DongYoung se ruborizó, cohibido por su mayor.

Odiaba los paisajes, los odiaba con su alma.

La exhibición era netamente de la autoría de la persona a su lado, estaba llena de él. Algunas fotos eran esplendidas y refrescantes, otras eran simplemente una tortura y Kim DongYoung se preguntó a si mismo si le gustaba sufrir tanto así.

"No mucho."

"Lo has estado mirando un buen rato."

No esperaba que volviera a responderle, tampoco que llevara el tiempo suficiente allí para notar que no podía moverse. Era la misma foto, la misma con la que se conocieron.

"Es como si volviera a casa."

"Parece que el recuerdo no es bueno."

El más alto se giro, y encontrarse con la mirada directa de TaeYong le hizo soltar un suspiro tan sonoro que parecía su alma había abandonado su cuerpo con él. Lee no dijo nada al respecto, en sus ojos predominaba la curiosidad. DongYoung no podía ofrecerle una respuesta sin soltar una historia llena de errores.

"Efectivamente."

Fue todo lo que dijo antes de que TaeYong hiciera una leve reverencia y se dispusiera a marchar junto a otro grupo de asistentes. DongYoung lo miró llegar a otro grupo, sonreír como no lo hizo junto a él y mantener una conversación más larga. Se movió alrededor, siguiendo la secuencia de cuadros en los que se exponían las fotos.

Una nueva foto hizo que parase de caminar, sus ojos se quedaron clavados y su corazón se rompió de una forma distinta, como cuando no puedes soportar la felicidad, y debe salir de tu cuerpo. No tuvo voluntad suficiente siquiera para respirar con normalidad. El frío hielo se descongela fácilmente cuando es expuesto al sol.

Su rostro de perfil al cielo y los arboles, y se preguntó cuando la habría tomado y porque incluso con aquella mirada tan amarga, parecía que Lee TaeYong había captado algo más que un simple chico caminando hacia sus clases.

"No puedo aceptar tus sentimientos, lo lamento."

DongYoung se quedó parado en el mismo lugar, mientras llevaba sus manos con un obsequio cerca de su pecho nuevamente, totalmente avergonzado.

Era cierto, TaeYong no tenía corazón.

Seguía parado frente a él, mirándolo como si lo que acabara de hacer no fuera un acto cruel, como si no lo hubiese rechazado sin siquiera escuchar las palabras que deseaba decir. DongYoung asintió, mientras respiraba hondo y sonreía en un patético intento de aparentar felicidad.

"Esa clase de expresión... es la que llevabas el día en que tomé la foto."

DongYoung sollozó y por primera vez en mucho tiempo necesitó un abrazo para no romperse nuevamente. TaeYong se acercó un poco más, tomando sus manos exactamente de la misma forma en que JaeHyun se las tomó la última vez que se vieron en la colina, cuando casi cede y se lanza del risco. El contacto fue un poco más largo de lo que solía ser cuando se trataba de Lee TaeYong, lo que hizo retroceder ligeramente al más alto.

"Perdón, desde ahora... no hablemos nunca más."

Las yemas de los dedos dibujaron sobre sus mejillas con el liquido rojo y viscoso.

Olía como si alguien en aquella habitación estuviera muriendo lentamente. DongYoung sabía que en cualquier momento, esa persona pasaría al más allá.

Apretaron sus muslos y empujaron en su interior, no se sentía como solía ser. Se sintió abandonado mientras los jadeos se proyectaban como ecos en la habitación.

Unos golpes en la puerta lo hicieron abrir los ojos a la realidad nuevamente, sintió que venían a salvarlo de aquella persona... y de si mismo. Del pasado.

Abrió los labios pero no pudo decir nada, no podía hablar ni gritar. Unas manos sujetaron su rostro, pasando un pulgar por sus labios y manchándolos de sangre.

El cuchillo seguía allí. A un lado suyo.  

☀️

La siguiente es la última actualización 💓

Y de ahí nos vamos al epílogo.

Espero lo disfruten.

🐼

Los peores momentos de la triste vida de un chico llamado DoYoung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora