Capítulo 7 "Entre sábanas"

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-Ya puedo hacerte compañía? -preguntó con una sonrisa burlona.

Lo miré desde debajo de las sabanas. Tenía frío. -Si estupido. -contesté amarga.

Mordió su labio inferior y me miró burlón. -Que me dijiste?

-Ahora me vas a decir que estas sordo? Estupido. -escupí fingiendo aún mas enojo.

Pet dio un paso adelante. -Si lo repites juro que te veras en problemas.

-Shh! Intento ver la película, puedes dejarte de niñerías y disfrutar una película aquí conmigo? Estupido. -dije mirando el televisor.

-Te jodiste! -dijo riéndose.

Pet me brinco encima y empezó una gerra de cosquillas, la mierda es que no soy cosquillosa. A mi, no se porqué, me duele demasiado que intenten hacerme cosquillas.

-Pet para! Me estas lastimando! -dije entre medio risa, enojo y llanto.

-Ay, lo siento Tanya. -dijo fingiendo que yo le daba pena. -Dónde te duele?

Le di la espalda en símbolo de que no le haría caso y hundí mi cara en la almohada. Levanté mi camisa y señalé mis costillas donde obviamente me dejó marcas rojas.

-Esas marcas necesitan unos besos.

Seguí dandole la espalda hasta que sentí sus besos correr por mi costado derecho. Así mismo paso su mano por mi barriga para darme vuelta y poder ver mi cara.

-Chica, ya quita esa cara. Te ves boba. -dijo divertido.

Hice un gesto para volver a darme vuelta pero el no me dejó y a cambio se puso entre mis piernas y subió mis manos.

-Si sigues así conmigo lo vas a lamentar. -dijo mirándome a los ojos.

-Ya quiero verme lamentándolo. -respondí ardiendo por dentro.

Comenzó a besarme con desesperación. No tenía en mente que íbamos a llegar a tanto, tal vez un par de besos, un poco calentura pero eso sería todo. Lamento informar que me equivoqué. Peter me tomó y quedó sentado en la cama conmigo encima, se separó un poco de mis labios y me habló.

-No quieres que pare? -preguntó rozando nuestros labios húmedos.

Yo solo continué besándolo. Sus besos me llevaron a un estado en el que ni la marihuana era capaz de llevar a alguien. No me sentía capaz de controlar mi cuerpo, era como si el me estuviera manejando con su mente. No quería separa mis labios de los suyos, sus besos eran extremadamente buenos.

Volvió a separarse para deshacerse de mi camisa. Con una mano quitó mi sostén y trató de separar mi cuerpo del suyo para verme, pero yo estaba tratando de evitar que el viera mi cuerpo.

-Puedes apagar la luz? -pregunté abrazándolo para que no viera mis senos.

-No tienes nada de qué avergonzarte Tanya. -dijo dulcemente.

Suspiré. Realmente estaba dispuesta a dejar que el me viera? Yo no dudaba de mis atributos, pero por mi mente siempre corría el pensamiento de que Des, su novia, era tan hermosa, tan casi perfecta que jamás pensé que el podría apreciar mi cuerpo que al lado del de ella parecía sencillo.

-Así como eres me encantas. -dijo en voz baja y muy cerca de mi oreja.

Sentí escalofríos. Me separé para verlo directamente a los ojos y dejé escapar de mis labios unas palabras. No era como si esas palabras no se las hubiera dicho antes, es la forma en la que las dije., la forma en la que salieron de mi boca, o mas bien de mi pecho. Antes lo amaba porque era mi mejor amigo, fue quien estuvo ahí para mi desde hace casi una década. Repetir esas palabras ahora que lo sentía como algo más fue algo tan jodidamente lindo que dejé escapar ese sentimiento puro que sentía hacia el.

"Te Amo"

Esas cortas palabras fueron suficientes para provocar una enorme sonrisa en su hermoso rostro.

"Yo también te amo Tanya"

Ahora menos dudaba de lo que estaba haciendo. Sabía que no era en vano. Por este momento pensé que valió la pena todo lo que esperé, todo lo que pasé. Valió la pena que le contara cómo me sentía. Se sentía bien aunque no era la primera vez. Me sentía amada.

~~~PETER~~~

Dijo esas hermosas palabras mirándome fijamente a los ojos. Lo sentíamos. Por un momento olvidé que me voy en dos o tres semanas, olvidé que existía Des y olvidé que había una enorme probabilidad de que alguien me llamara y dejé mi movil en la mesa del comedor. Este era tiempo ininterrumpible con mi mejor amiga, con mi amor prohibido. Por minutos, mientras le hacia el amor, me cuestionaba si realmente esto estaba pasando, si no era un sueño mas de los que había tenido mientras estaba lejos de ella. Pero la sentía tan cerca, estaba palpando cada sentimiento de su hermosa piel con mis manos así que descartaba la idea de que era un sueño. Cuando no pude aguantar más me corrí en su interior y cuando me acosté a su lado me di cuenta de que no había usado protección.

-Mierda! -casi grité.

-Lo siento, debí empujarte cierto? -preguntó con una carita de culpa que me mató.

-Fue mi culpa. Me dejé llevar demasiado.

Besé su frente y le pasé mi camisa que estaba en el suelo para que se la pusiera a lo que yo me puse mi bóxer. Tan pronto nos acurrucamos ella quedó dormida. Yo me quedé despierto, pensando. No salí a tiempo pero esto ya me había pasado con Des antes y no había quedado embarazada. Qué hace que Tanya sea diferente? Ella no movió ni un músculo para que yo me saliera. Con Emmanuel le pasó un par de veces y tampoco había quedado embarazada así que, por qué conmigo sería diferente?

Comencé a jugar con la idea de que tenía que decidir con quién iba a quedarme. No quería ser para siempre el hombre prohibido de Tanya pero tampoco quería lastimar a Des. Con Tanya podía ser yo mismo, con Des y sus padres no. Con Tanya no tenía que andar escondiéndome. Tanya siendo menor que yo por un año tiene metas y sueños propios, en cambio Des vive con la idea de que seremos millonarios a costa de mi inteligencia por eso no va a la universidad y tan pronto como nos graduamos consiguió un empleo de medio tiempo en un centro de actividades. Aún así me había echo feliz durante mas de un año y no era tan mala persona después de todo. La verdad era que tenía que decidirme. Estoy dispuesto a ser feliz aunque tenga que tomar una decisión difícil que me tome más tiempo del que creo necesario.

A escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora