Cinco

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Salí de la facultad y decidí ir caminando a mi casa, el día estaba lindo y quería despejarme un poco. Mire un poco de vidrieras, tome un helado y tome fotografías a los edificios del centro, amaba tomar fotografías, captar un momento. Pero lo hacía solo para mi, nadie sabía de mi hobby, de mi pasión.

Fueron muchas cuadras las que camine, muchas calles, muchos negocios por los que pase, muchas fotografías para guardar. Camine entre gente, descanse en el parque y me hice dueña de historias desconocidas que escuche de una pareja de ancianos que estaban sentados a mi lado. Su historia de amor era hermosa, era de película. Me encantaba escuchar historias de amor, de soñar con esos cuentos.

Los nenes iban y venían, corriendo, jugando. Les tome una foto.

Sentí que alguien se sentó a mi lado, después de que la pareja de ancianos se hayan ido. Yo seguía mirando como jugaban.

- Sería lindo volver a esa edad - dijo alguien.

- Me encantaría - conteste y voltee mi mirada. - Manuel ¿que haces acá?

- Me mude por estos lados, me queda más cerca la universidad. ¿No te contó tu hermano? - pregunto.

- Solo me comento que tenias ganas de mudarte, pero no pensé que estabas tan decisivo.

- Soy muy decisivo, no ando con vueltas. O lo hago o no - dijo - o blanco o negro, nada de gris. De hecho estaba por ir a tu casa a llevarle unas cosas a tu hermano.

- Bueno, vamos - le dije, tome mi bolso y me levante.

- El auto esta por allá - dijo el y señalo.

- Caminemos, el día esta hermoso. Después le decimos a Agustín que te acerque.

Fuimos caminando hasta mi casa, hablamos de muchas cosas. Era un chico muy sociable, y realmente era como me dijo, un chico sin vueltas que siempre obtiene lo que quiere, me contó de su vida, de su familia. Me llamo la atención varias parte de su historia, realmente era enigmático.

Cuando me toco a mi hablar, el no me interrumpió y escucho muy atento. En un momento se animo y me pregunto por Fernando. Le conté algo de la relación que tuvimos, me dio la razón al contarle bien por que había decidido dejarlo y me aconsejo sobre chicos.

- Si vos no estas cómoda en la relación, tenes que tomar la decisión correcta - dijo - por tu bien y además nosotros los chicos aprendemos. Vamos conociéndolas, y vemos lo complicadas que son.

- ¿Perdón? - pregunte - Ustedes son los complicados, ustedes quieren todo ya y no aceptan los tiempos de nosotras. La mujer hace mucho por ustedes y eso no lo notan, no se dan cuenta cuando nos maquillamos por ustedes, cuando nos preocupamos y todo eso. Ustedes creen que nosotras solo pensamos en nosotras pero no, tardamos horas en un baño solo para que ustedes nos miren.

- ¿Para que le digamos que se ven hermosas? - pregunto.

- Claro - conteste - y ustedes solo saben decirnos que tardamos mucho.

- Si no necesitan maquillarse tanto... no les hace falta - dijo él - Se ven hermosas igual.

- Eso decís ahora - lo interrumpí.

- Por ejemplo ¿hoy cuanto tardaste para estar así? - pregunto frenándose y mirándome.

- Hoy no me maquille ni nada - conteste.

- Y estas hermosa... con maquillaje debes ser mucho más bonita pero así sos hermosa.

Sentí como mi cara se ponía colorada. Me reí y seguimos caminando, hablando de otras cosas. Cuando llegamos Agustín llegaba de comprar y se quedo sorprendido al vernos llegar juntos. Entre, deje mi mochila en el sillón y fui directo a mi habitación, mientras que Manuel se quedo con mi hermano en la entrada hablando.

Me mire al espejo y sonreí. Me sentí bien conmigo misma por un momento, lo que me había dicho Manuel me hizo sentir bien, nunca nadie me había hecho sentir así, ni Fernando que fue mi novio. Me recogí el pelo, mi cambie de ropa, sonreí una vez en el espejo y me baje para almorzar algo.

- Son fantásticas - decía Agustín en la cocina, mientras tenía mi cámara en su mano y miraba mis fotos.

- ¿Que hacen? - pregunte y le saque la cámara de las manos. - Esto es mio...

- Son buenísimas tus fotos Mayte ¿porqué nunca me dijiste? - me pregunto Agustín.

- ¿Como supiste de mi cámara? - le pregunte.

- Manuel me dijo que te vio tomando fotos en el parque y como no le creía busque tu cámara. Mayte, son bellisimas, deberías dedicarte a eso.

- No, no son bellisimas, no son nada solo son fotografías... y no quiero que se metan más en mis cosas - dije furiosa y mire a Manuel desafiante.

- Perdón Mayte, no creí que te ibas a poner así - dijo Manuel y su rostro cambio por completo. Dejo de sonreír.

Los mire una vez más y me fui a mi habitación. Abrí el ultimo cajón de la cajonera y ahí metí mi cámara. Me recosté a escuchar música hasta que me quede dormida.

El Amigo de mi Hermano  "ADAPTACIÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora