Capitulo Único

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Era un día tranquilo en el vecindario, apenas amanecía, nada fuera de lo común, sin embargo, a pesar de ser tan temprano, aquel pequeño pelinegro continuaba dibujando sin descanso como ya era de costumbre, para lograr terminar su ‘‘proyecto’’ a tiempo, ya que el jueves se acercaba a paso rápido y no sería lo más apropiado ausentarse esta semana, otra vez… De nuevo.

-Bum…- Balbuceó una voz familiar para él, lo que hizo que girara la cabeza para ver a quien originó el sonido. -¿Qué haces despierto tan temprano?- Se tallaba los ojos de vez en cuando, era obvio que se había levantado hace poco y seguía extremadamente adormilado.

-Solo terminaba el capítulo de esta semana.- Se alejó un poco de la tableta en la que estuvo dibujando todo este tiempo para contemplar la viñeta recién terminada. Dio un sonoro suspiro y se estiró, valla que estar casi toda la noche en una silla no era nada cómodo. El rubio se acercó preocupado, no quería que su amado se exigiera demasiado, sabía que no había dormido en toda la noche por tratar de terminar lo más pronto posible, y eso no era nada bueno. –Oye, Sang, ¿no crees que es algo… cruel?-

El aludido vio a su compañero con confusión. -¿A qué te refieres Bum?- No entendía de que hablaba, ¿acaso había hecho algo malo? Eso no podía ser posible, lo había tratado como el centro de su mundo desde que lo conoció, él era su universo entero, lo amaba con todas sus fuerzas, aunque claro, habían peleas, las cuales se arreglaban rápidamente con unas cuantas disculpas y todo volvía a la normalidad, con sus abrazos matutinos, sonrisas vespertinas y besos nocturnos, a no ser de que Bum estuviera tan de malas como para dejar de que SangWoo pasara la noche en el jardín, esas eran las noches más duras y frías, no solo porque tenía que dormir directamente en el pavimento, sino que no le gustaba para nada el estar alejado de su amado y el saber que estaba así de molesto.

-Digo, sus pasados, son…- No encontraba una palabra para describirlo, estaba pensando en cómo terminar su frase cuando de repente el más grande pasó su brazo por sus delgados hombros completando su oración.

-¿Oscuros? ¿Crueles? Lo sé, lo sé.- Sin pensar, acarició las hebras oscuras de su compañero con cariño, nunca lo había pensado, pero eran tan oscuras que tal vez algún día se perdería en ellas al igual como lo haría en un bosque. -Pero recuerda que es horror psicológico Bum, a los lectores les encanta, no lo olvides. Ahora, ¿quieres desayunar algo? Porque yo si.- En respuesta, Bum lo vio, sonrió y asintió un poco, estar toda la noche trabajando le había dado hambre.

Entonces era hora de hacer el desayuno, así que se aparto de su compañero y se dirigió a la cocina con una sonrisa. Al llegar no pudo evitar pensar en cómo se habían conocido y en lo que lo llevo a vivir esta maravillosa vida junto a él.

Recuerda estar recién ingresado a la universidad de artes, viejos escritos en mano e ideas frescas en mente, decidido a convertirlas en algo más que solo ideas, y mejorar en todos los aspectos posibles. El tiempo se fue rápidamente y lo único que había logrado hacer era conocer nuevos amigos, entre ellos, un pequeño chico pelinegro, el cual llamó su atención desde un inicio, aunque este no parecía sentir lo mismo, sin embargo, se dijo que eso era debido a su gran timidez, y valla que acertó. Un día de esos le asignaron un proyecto junto a aquel chico y SangWoo no desaprovecharía esa oportunidad para conocerlo mejor, y después de mucho esfuerzo, lo logró. Descubrió que su nombre completo era ‘‘YoonBum’’ y no solo ‘‘Bum’’ como él y todos sus otros amigos le decían; aprendió que su arte favorito es el dibujo y que lo practica desde pequeño; aprendió que cuando estaba nervioso o avergonzado rascaba el dorso de su mano izquierda; pero sobre todo, descubrió que al dificultársele el expresarse con palabras, tomaba un pedazo de papel y comenzaba a dibujar, sacando todo lo que tenía por decir. Sin dudas, todas esas cosas lo fascinaban, quería ver, quería conocer todas las manías y facetas del pequeño.

Recuerda que pasaron los meses, aun más rápido de lo que esperaba, se había vuelto casi inseparable a Bum, se había prometido que lo cuidaría. ¿De qué? Ni él mismo lo sabe, solo quería estar para el pelinegro siempre que lo necesitara, sin importar que.

Durante ese tiempo conoció a muchas nuevas personas, como a SeungBae, un chico que aspiraba a ser oficial de policía, y se reencontró con su amiga de la infancia JiEun. ¿Acaso este año no podía ser mejor? ¿Podía haber algo que le alegrara aún más? Pues al parecer sí, fue inesperado, pero pasó:

YoonBum se le confesó en el festival de fin de año, justo antes de salir de vacaciones de verano; recuerda escuchar su temerosa voz salir de sus labios pronunciando un ‘‘Me gustas’’, con sus ojos fuertemente cerrados, mientras un color carmesí llegaba a sus mejillas y rascaba el dorso de su mano. Lo único que atinó a hacer fue acercarse lo más que pudo a él, y lo abrazó, lo abrazó como símbolo de promesa de que lo protegería, apoyaría y amaría por el resto de sus días.
Pasaron el verano juntos, Bum lo visitaba cada que podía, y SangWoo se hacía espacio entre su trabajo solo para verlo; aunque no pasó mucho tiempo hasta que decidieron vivir juntos en la espaciosa casa del rubio; y cuando finalmente decidieron hacer pública su relación, sus amigos se lo tomaron de la mejor forma posible, tanto, que ya estaban casi organizando su boda.

En una de las limpiezas que hacía el pelinegro en su hogar mientras Sang estaba en el trabajo, se encontró con viejas libretas guardadas cuidadosamente en los rincones del sótano; las leyó todas, no pudo resistirse a hacerlo, todas contenían historias originales, y muy creativas, aunque estaban incompletas. Se quedó leyendo el resto del día, sin darse cuenta de en qué momento su compañero había vuelto.

El rubio lo veía desde el otro costado de la habitación, esas cosas que tenía el pelinegro en sus manos eran borradores de guiones hechos por él, aunque, para él mismo, todos tenían una calidad pésima. Después de un rato, vio como Bum levantaba su mirada del cuaderno y la dirigía a él, quedó congelado en su lugar, no creyó que se diera cuenta de que estaba ahí al estar tan perdido en su lectura.

-¿L-lo leíste?- Fue lo único que logro decir, recibiendo como respuesta un ligero movimiento afirmativo de cabeza, nunca antes había dejado que otra persona siquiera tocara esas libretas, y ahora, alguien las había leído enteras.

-Son muy buenas.- Vio como cerró la libreta que estuvo leyendo durante todo ese tiempo. -¿Las escribes tú?- Pronunció un avergonzado ‘‘Si.’’, no sabía qué pensaría de él ahora. –Deberías seguirlas.-

-Si…- Apartó la vista rápidamente, estaba apenado como nunca, la verdad es que no eran tan buenas. –Pero mi sueño es hacer alguna clase de comic, pero no creo que sería posible, no tengo ni idea de cómo dibujar.-

-Yo podría ayudarte.- Estaba totalmente dispuesto a hacerlo, si en verdad era su sueño, lo apoyaría en todo lo que esté en sus manos.

Tomando por sorpresa al pelinegro, Sang se lanzó sobre él en un abrazo de oso con continuas frases de agradecimiento, había querido esto desde siempre y finalmente se cumpliría.

Sin más, se pusieron manos a la obra, no pasó más de una semana hasta que Sang terminó el guión y añadió los últimos detalles a su autoproclamada ‘‘Obra maestra’’, aceptando las opiniones y ligeros cambios que Bum proponía.

Finalmente, cuando estuvo todo preparado, Bum empezó a dibujar lo indicado para el primer capítulo, aunque no estaba seguro de donde sería publicado, el rubio decía tener todo resuelto para ello, por lo que decidió no preocuparse mucho.

Aquel jueves, justo cuando terminó de dibujar las últimas páginas del proyecto, SangWoo, sin pensarlo un segundo más, lo subió, y, para sorpresa de ambos, en muy pocos días tuvo muchas, demasiadas, visitas, la pareja estaba extremadamente feliz, uno porque su historia finalmente se volvía realidad, y el otro por sus dibujos, pensaba en que si la gente lo leía, se debía también a sus dibujos, eran algo raros a su parecer, pero parecían gustarle a las personas.

Y así el tiempo se fue volando para ambos, entre la universidad, el trabajo y la elaboración del manwha, eran felices, eran más felices que nunca.

~Fin~

Bueno, ¿que les pareció mi intento de OneShot?
¿Alguna sugerencia por ahí?
¿Quejas o reclamos?
Espero que les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. Sin nada más que decir, ¡adiós a todos!

-Akemi♥

Artist Love - Killing Stalking AU {OneShot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora