IV : El Tablero

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—Janis... ¿Qué has hecho...?

—No la culpes por esto. —Me regañó Lorena.

Sigue sin moverse, o mostrar alguna señal de vida.

—Donovan no reacciona, dejenme ayudarlo. —Reclamo.

—No depende de nosotros. —Dijo ella cruzándose de brazos.

—¿¡De que estás hablando!?, No pienso dejarlo morir así.

Sólo me permiten dar un paso adelante, Lorena y Janis se cruzan en mi camino impidiendo poder ayudarlo.

—Si su cuerpo resiste podrá expulsar a quien quiera meterse. —Dijo Lorena señalando el cuerpo de Donovan solamente con su mirada. 

Lorena está completamente loca.

Creía que Janis iba a ser diferente a  las demás hermanas Sheld, solo puedo pensar en que ella provocó todo esto. Por su culpa Donovan está sufriendo.

Logré safarme de ellas.

Trato de hacerlo reaccionar con unas cuantas palabras mientras que ambas me sugieren y me gritan que no lo toque, que puede ser peligroso.

Al diablo con eso, debo ayudarlo.

Golpeo su rostro reiteradas veces, lo vuelco boca arriba para que pueda recibir aire, comprimo su pecho tratando de recibir alguna respuesta involuntaria de su cuerpo, pero permanece inmóvil cuan estaría una estatua.

—Aníbal, créeme. No despertará si sigues interrumpiendo su trance. —Mencionó Lorena.

—No pienso dejarlo. —Regaño a ambas. —Ustedes deberían dejar de ser tan estúpidas y ayudarme con él.

Después de varios minutos sin poder lograr nada decidí tomar su pulso.

No logro percibir nada...

Me arrodillo y no aparto la mirada del cuerpo de Donovan, ya no puedo comprender nada.

Desde esta mañana no han dejado de ocurrir tragedias, y creo que todo se debe a la misma llegada de las chicas a Heaven's Garden, de no ser por ellas Donovan seguiría vivo, de eso estoy completamente seguro.

—Hay que llamar a las hermanas, deben saber lo que pasó...

—No llamaremos a nadie, niño exagerado. —Dijo Janis acercándose a mi.

—¿Quieres que su cuerpo se pudra aquí arriba? —Pregunto disgustadamente.

—No se pudrirá. Además, debería estar despertando en unos minutos más. —Dijo Lorena.

—Si mueres no vuelves a la vida así sin más... ¿Como se les ocurre tamaña tontería...?

La lágrima que escapa de mi ojo se detiene al oír quejarse.

Donovan comienza a toser.

Sorprendido abrí mis ojos.

Está vivo

Comprimo su pecho para que pueda recibir aire de manera más fácil.

—¡Aléjate de él! —Gritaron ambas chicas.

Janis y Lorena se apartan de nosotros, ahora Donovan comienza a toser sangre, no solo escapa por su nariz como hacía unos minutos atrás.

Después de derramar una gran cantidad de sangre Donovan despierta, pareciera que no sintió nada de lo que acabó de sufrir.

—¿Donovan? —Pregunté temeroso.

Me observa detenidamente y sin decir nada, las chicas se acercan a nosotros con cierta distancia.

Heaven'S GardenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora