Los tres amigos bajaron del autobús y caminaron al hotel. Al entrar en la habitación, observaron que solo había dos camas.
-Yo me quedo esta.- Lizeth se sentó en una cama y les sonrió.- Intenten no hacer mucho ruido en la noche.
Armin gritó y Nathaniel volcó los ojos.
-No puedes esperar que duerma con Nathaniel.- Armin se quejó.
-¿Por qué no?- Lizeth sonreía muy divertida.
-Por que... Dormimos en bóxer...
-Armin.- Nathaniel le llamó la atención algo sonrojado.- Sería peor que uno de nosotros se durmiera con Lizeth.
-¿Por qué? Ustedes son muy buenos amigos. Nada pasaría. ¿O si?
La pelirroja observó sorprendida a Armin.
-No digas tonterías Armin... Tengo novia.- el rubio bajó la mirada al decir eso.- Aun tengo a Sucrette y no pienso agregar más problemas.
La pelirroja bajó la mirada.
-Si... Yo duermo sola.- Lizeth salió de la recamara.
Nathaniel lanzó una almohada a la cara de su amigo.
-¡Eres idiota!
-Lo siento...- Armin dejó su maleta en la cama.
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.Sucrette marcaba emocionada a Alexy.
-¿Qué pasa?- El peliazul sonaba extrañado.
-Nathaniel me mandó mensaje, nos veremos cuando regrese... ¡Y después me mandó otro diciendo que me ama!
Alexy rió alegre.
-¿En serio? Que bien Su.
-Si, entonces... Quería pedirte que me ayudes a planear algo para él.
-¿Algo? ¿Cómo que?
-Mejor lo arreglamos en persona ¿te veo para comer?- La emoción en la voz de la chica era muy obvia ¿y cómo no? Nathaniel aun la amaba.
-Si ¿vienes al depa o voy?
-Creo que sería mejor que vinieras...- El tono de sucrette se apagó.- No quiero encontrarme con Castiel.
-Entiendo. Llego en una o dos horas.
-Perfecto, gracias.
La azabache colgó con una gran sonrisa.
Nathaniel la amaba, y ahora ella le demostraría que lo ama, que nadie ni nada cambiaría eso y le diría que nunca volvería a cometer un error así.
La azabache siguió planteándose unas ideas por un rato. Quería hacer algo en serio lindo.
-¡Sucrette, te buscan!
Sucrette se levantó disparada por el grito de su tía y salió a la sala.
-Que bueno que llegas...- Se detuvo de golpe al observar a Castiel.
-Castiel, por dios... ¿Que te pasó en la cara?- Agatha lo observaba preocupada.
-Nada.- El pelirrojo solo desvió la mirada a Sucrette.- Tenemos que hablar.
La pelirroja sonrió.
-Bueno, iré al súper ¿necesitan algo?
La chica negó.
Agatha salió del lugar y un silencio se instaló.
Castiel dio unos pasos y alzó su mano para tocar el cabello de la azabache, esta dio un paso atrás y protestó.
-No me toques.
-Vamos niñita...
-¿Vamos?- Sucrette en serio estaba enojada.- Le gritaste a Nathaniel que te besé ¡yo no te besé! Tu me besaste. Tú empezaste todo, te peleaste con Nathaniel, dejaste que se fuera enojado... Tú.... Agh....
-¿Qué querías? Me exasperó.- Castiel se cruzó de brazos.
-Eso no te daba derecho a arruinar mi relación. ¿Y si no quiere seguir conmigo?
-Sería un estúpido... Y yo estoy aquí para ti.
La azabache observó seria al pelirrojo.
-No Castiel... No. No te quiero, no quiero que me busques y me digas que te gusto y que si Nathaniel me manda al carajo podemos tener algo... Yo amo a Nath... Lo amo... Y ahora puedo perderlo para siempre... Estaba ebria... Castiel...- Sucrette empezó a llorar.- Solo quiero estar bien con Nathaniel... Solo quiero tener a mi delegado lindo... Sólo quiero estar bien con él.
El pelirrojo sintió un peso en el pecho. Con que esto significaba ser rechazado.
-Sucrette... Eres muy diferente a Nathaniel, comparten bobadas como libros pero en el fondo son opuestos y no saben convivir.
-¿Dices que me parezco a ti?- La chica alzó una ceja.
-Si. Encajamos muy bien.
-No digas tonterías Castiel.
-¿Tonterias? ¿Con quién vas cada que Nathaniel no quiere ver una película? ¿Cada que pelean? ¿Cada que Alexy no quiere ir a un concierto? ¿Con quién sales a la ciudad a solo caminar por las tiendas por que al delegaducho no le gusta? ¿Con quién tocas guitarra? ¿Con quién juegas basque...
-¡Ya!- Sucrette se acercó enojada.- Ya entendí, compartimos cosas...
El pelirrojo sonrió.
-¿Y por qué estás con Nathaniel?
-Por que lo amo.
-No, crees amarlo.
-Deja de decir tonterías.
-Yo no digo tonterías niña, así es. Solo te encariñaste del perfecto delegado que sufría violencia. Sólo eso.
Guardaron silencio un momento.
Sucrette empezó a procesar todo.
No era cierto, simplemente no era cierto.
No, amaba al rubio realmente, ella lo tenía seguro. Pero Castiel lograba hacerla dudar de todo.
-Amo a Nathaniel, y tu eres un pésimo amigo al hacer esto.
Castiel sonrió.
-Sería un estúpido si no peleó por alguien como tú.
La azabache volcó los ojos.
-Castiel... Tienes que entender, quiero estar con Nathaniel y si él quiere estar conmigo, así será y nada podrá cambiarlo.
-Vamos tabla ¿en serio quieres la aburrida relación que da él?
La azabache se cruzó de brazos.
-La relación que tengo con Nath no es aburrida y es lo único que quiero... Solo quiero a Nath... Perdón por besarte, no estaba bien. Pero ahora estoy segura.
El pelirrojo se dio media vuelta y salió, se topó de frente con Alexy pero lo ignoró totalmente.
El peliazul entró y observó a su amiga.
-¿Todo bien?
La azabache suspiró.
-Espero de ahora en adelante, si.
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Juntos Contra Todo.
FanfictionSegunda parte de "Mi Delegado" Nathaniel y Sucrette viven lejos de París, en la hermosa España, estudiando y trabajando con sus amigos y nuevos conocidos, pero, todo se complica, siempre es así...