12.- Atacar en ausencia del enemigo.

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Los tres amigos bajaron del autobús y caminaron al hotel. Al entrar en la habitación, observaron que solo había dos camas.

-Yo me quedo esta.- Lizeth se sentó en una cama y les sonrió.- Intenten no hacer mucho ruido en la noche.

Armin gritó y Nathaniel volcó los ojos.

-No puedes esperar que duerma con Nathaniel.- Armin se quejó.

-¿Por qué no?- Lizeth sonreía muy divertida.

-Por que... Dormimos en bóxer...

-Armin.- Nathaniel le llamó la atención algo sonrojado.- Sería peor que uno de nosotros se durmiera con Lizeth.

-¿Por qué? Ustedes son muy buenos amigos. Nada pasaría. ¿O si?

La pelirroja observó sorprendida a Armin.

-No digas tonterías Armin... Tengo novia.- el rubio bajó la mirada al decir eso.- Aun tengo a Sucrette y no pienso agregar más problemas.

La pelirroja bajó la mirada.

-Si... Yo duermo sola.- Lizeth salió de la recamara.

Nathaniel lanzó una almohada a la cara de su amigo.

-¡Eres idiota!

-Lo siento...- Armin dejó su maleta en la cama.

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Sucrette marcaba emocionada a Alexy.

-¿Qué pasa?- El peliazul sonaba extrañado.

-Nathaniel me mandó mensaje, nos veremos cuando regrese... ¡Y después me mandó otro diciendo que me ama!

Alexy rió alegre.

-¿En serio? Que bien Su.

-Si, entonces... Quería pedirte que me ayudes a planear algo para él.

-¿Algo? ¿Cómo que?

-Mejor lo arreglamos en persona ¿te veo para comer?- La emoción en la voz de la chica era muy obvia ¿y cómo no? Nathaniel aun la amaba.

-Si ¿vienes al depa o voy?

-Creo que sería mejor que vinieras...- El tono de sucrette se apagó.- No quiero encontrarme con Castiel.

-Entiendo. Llego en una o dos horas.

-Perfecto, gracias.

La azabache colgó con una gran sonrisa.

Nathaniel la amaba, y ahora ella le demostraría que lo ama, que nadie ni nada cambiaría eso y le diría que nunca volvería a cometer un error así.

La azabache siguió planteándose unas ideas por un rato. Quería hacer algo en serio lindo.

-¡Sucrette, te buscan!

Sucrette se levantó disparada por el grito de su tía y salió a la sala.

-Que bueno que llegas...- Se detuvo de golpe al observar a Castiel.

-Castiel, por dios... ¿Que te pasó en la cara?- Agatha lo observaba preocupada.

-Nada.- El pelirrojo solo desvió la mirada a Sucrette.- Tenemos que hablar.

La pelirroja sonrió.

-Bueno, iré al súper ¿necesitan algo?

La chica negó.

Agatha salió del lugar y un silencio se instaló.

Castiel dio unos pasos y alzó su mano para tocar el cabello de la azabache, esta dio un paso atrás y protestó.

-No me toques.

-Vamos niñita...

-¿Vamos?- Sucrette en serio estaba enojada.- Le gritaste a Nathaniel que te besé ¡yo no te besé! Tu me besaste. Tú empezaste todo, te peleaste con Nathaniel, dejaste que se fuera enojado... Tú.... Agh....

-¿Qué querías? Me exasperó.- Castiel se cruzó de brazos.

-Eso no te daba derecho a arruinar mi relación. ¿Y si no quiere seguir conmigo?

-Sería un estúpido... Y yo estoy aquí para ti.

La azabache observó seria al pelirrojo.

-No Castiel... No. No te quiero, no quiero que me busques y me digas que te gusto y que si Nathaniel me manda al carajo podemos tener algo... Yo amo a Nath... Lo amo... Y ahora puedo perderlo para siempre... Estaba ebria... Castiel...- Sucrette empezó a llorar.- Solo quiero estar bien con Nathaniel... Solo quiero tener a mi delegado lindo... Sólo quiero estar bien con él.

El pelirrojo sintió un peso en el pecho. Con que esto significaba ser rechazado.

-Sucrette... Eres muy diferente a Nathaniel, comparten bobadas como libros pero en el fondo son opuestos y no saben convivir.

-¿Dices que me parezco a ti?- La chica alzó una ceja.

-Si. Encajamos muy bien.

-No digas tonterías Castiel.

-¿Tonterias? ¿Con quién vas cada que Nathaniel no quiere ver una película? ¿Cada que pelean? ¿Cada que Alexy no quiere ir a un concierto? ¿Con quién sales a la ciudad a solo caminar por las tiendas por que al delegaducho no le gusta? ¿Con quién tocas guitarra? ¿Con quién juegas basque...

-¡Ya!- Sucrette se acercó enojada.- Ya entendí, compartimos cosas...

El pelirrojo sonrió.

-¿Y por qué estás con Nathaniel?

-Por que lo amo.

-No, crees amarlo.

-Deja de decir tonterías.

-Yo no digo tonterías niña, así es. Solo te encariñaste del perfecto delegado que sufría violencia. Sólo eso.

Guardaron silencio un momento.

Sucrette empezó a procesar todo.

No era cierto, simplemente no era cierto.

No, amaba al rubio realmente, ella lo tenía seguro. Pero Castiel lograba hacerla dudar de todo.

-Amo a Nathaniel, y tu eres un pésimo amigo al hacer esto.

Castiel sonrió.

-Sería un estúpido si no peleó por alguien como tú.

La azabache volcó los ojos.

-Castiel... Tienes que entender, quiero estar con Nathaniel y si él quiere estar conmigo, así será y nada podrá cambiarlo.

-Vamos tabla ¿en serio quieres la aburrida relación que da él?

La azabache se cruzó de brazos.

-La relación que tengo con Nath no es aburrida y es lo único que quiero... Solo quiero a Nath... Perdón por besarte, no estaba bien. Pero ahora estoy segura.

El pelirrojo se dio media vuelta y salió, se topó de frente con Alexy pero lo ignoró totalmente.

El peliazul entró y observó a su amiga.

-¿Todo bien?

La azabache suspiró.

-Espero de ahora en adelante, si.

Juntos Contra Todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora