Ángel-Demonio [KookMin]

Betrayal, from two angles

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Al ya estar un poco más tranquilo, JiMin le pidió a Jin que le hablara más de todo aquello, de la noche en la que perdió a su hijo, pero, sobre todo, de Astaroth. El arcángel le advirtió que no intentara hacer nada estúpido, recordando que había perdido a su hijo, a NamJoon, y con ellos a los arcángeles. No estaba dispuesto a que nadie más se arrojara a los brazos del abismo por él, pero JiMin al ver la angustia en los ojos de Jin le aseguro que no era lo que pensaba. No obstante, Zadkiel interrumpió la conversación cuando un estruendo sacudió el edificio, acompañado por gritos. Ambos salieron al pasillo para ver qué ocurría. JiMin dejó escapar un pequeño grito cuando aquel ángel alto lo cogió del cuello y lo estampo contra el muro agrietando lo aún más si era posible.

-¡Tu estas con él! – le grito a la cara, la furia resaltaba en sus ardientes ojos.

-¿Que ocurre, SungYeol? – pregunto Jin con sorpresa, aquel ángel por lo general era pacifico, de los más tranquilos y gentiles, se preguntó que fue lo que sucedió pero nada lograba razonar en su mente, estaba en blanco, actuando por instinto mientras intentaba liberar a JiMin de sus manos.

-Él y el otro ángel nos han traicionado – y JiMin sintió como los pulmones se le vaciaban, una desventaja al estar en forma humana. Intentó liberar su esencia, pero aquellas fuertes manos se lo impedían – Has venido con él y un grupo de demonios a atacarnos.

JiMin y Zadkiel ensancharon los ojos con horror. Unas palabras resonaron en la cabeza del joven ángel "'No me fió de él" Le dolió escuchar su voz en su cabeza, pero más, escuchar lo que SungYeol decía.

-¡Suéltalo, estoy seguro que él no está con ellos!

SungYeol relajo un poco la presión sobre el cuello de JiMin, pero no lo suficiente como para que él liberara su esencia.

-Acabo de conocerlo – susurró JiMin como pudo, la garganta le escocia y la culpa lo abrumaba.

SungYeol lo soltó por completo, no porque quisiera, más bien porque alguien apareció al final del pasillo riendo con sorna. JiMin volvió el rostro y se topó con unos ojos nublados, llenos de ira.

-Himchan ¡¿Por qué lo haces?!

-Mi pequeño JiMin, tu ayuda me ha venido bien. Ahora tenemos que marcharnos, tengo algo grande reservado solo para ti.

-SungYeol, no podemos permitirlo – Ordeno Jin con voz firme.

El ángel nombrado desenvaino su larga espada dorada y bloqueo el pasillo con su descomunal estatura. Himchan frunció el ceño apretando la empuñadura de su arma, rugió y corrió a su encuentro.

-¡Corre, JiMin, por la ventana! – grito Jin desesperado.

El ángel corrió por el pasillo, pero se detuvo de repente, Zadkiel estaba allí, indefenso, no llevaba una espada ni nada con lo que defenderse, no podía abandonarlo.

-Ven conmigo – dijo extendiendo una mano. Pero Jin no llegó a ella, algo entró por la ventana haciéndola añicos y se detuvo a dos pasos de JiMin. El ángel contempló al demonio con ojos ensanchados, sus grandes alas negras llegaban al techo y sus ojos brillaban con intensidad. JiMin apretó los puños a sus costados.

-Sal de mi camino – rugió, liberando su esencia.

Sus brillantes alas alumbraron el pasillo con intensidad. El demonio se llevó las manos a los ojos y gruñó, al tiempo que JiMin desenvaino su espada, repaso mentalmente uno de los movimientos que había visto en Jungkook al enfrentarse a YoungJae, y lo puso en práctica. El demonio retrocedió, sin embargo, el filo dorado lo alcanzó en pleno pecho. Cayó a sus pies gritando, hasta que todo su cuerpo se convirtió en un negruzco humo que fue arrastrado por el viento.