¡Ups!

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3 a.m.

Las calles de Seul eran un desierto oscuro y silencioso, solo se lograba ver una que otra bombilla alumbrando las esquinas y los semáforos cambiando de color cada tanto tiempo. En unas de las esquinas se encontraba un hombre con traje, corbata bien hecha y un portafolio que hacia juego con su traje; se encontraba revisando su celular con insistencia, arrastraba su dedo de arriba-abajo y de abajo-arriba, quien sabe que información buscaba en dicho aparato.

Estaba tan concentrado mirando la pantalla de su telefono que no se dio cuenta de que tenia compañía, un chico unos centimetros mas bajo que él, cabello azabache y vestido con un leggins negro ajustado a su cuerpo siendo opacados por unos shorts cortos y celestes, una polera levemente ajustada de un rosa pastel y una camisa blanca con pequeñas rayas negras, la cual le quedaba exageradamente grande provocando una dulce e inocente imagen; aunque lo verdaderamente llamativo de esta situación era lo portaba en sus manos.

El peliazabache presionó el contrafilo de un cuchillo contra su labio inferior riendo divertido mientras veía al hombre a su lado aún concentrado en  su teléfono. El chico volvió su vista al frente sin borrar su sonrisa, parecía que le habían contado el mejor chiste del mundo y no podía dejar de recordarlo en su mente a cada instante, frente a él la luz del semáforo peatonal marcaba luz verde indicando que se podía pasar ya

-¡PEPERONI!-grito el chico, para después soltar una carcajada que hizo eco en el lugar vació y silencioso.

El hombre a su lado se espanto al escuchar aquello provocando un brinco que casi ocasiona la muerte de su teléfono, pero por suerte lo sostuvo fuerte y no dejo que este cayera, el hombre miro al chico a su lado que había dejado de reír y estaba limpiando una lagrima producto de la risa de hace un momento, el hombre aun con la respiración aun agitada, la cual ya estaba cesando, frunció el ceño sin apartar su mirada de aquel chico y arreglo su traje y postura, para acto seguido aclarar su garganta, se dispuso a pasar la calle, pero una voz detrás suyo con cierto tono de diversión lo detuvo.

-Yo no pasaría si fuera tu- advirtió con una sonrisa de lado.

El hombre se giro para verlo, detallando al chico de pies a cabeza y veía como volvía a llevar el contrafilo de la daga a su labio inferior sin dejar de sonreír, pero esta era diferente se notaba la diversión en esta pero había algo mas...profundo y oscuro, el hombre sintió un nudo creándose en su estomago sintiendo un poco de miedo, estuvo dispuesto a hacer caso omiso a lo que dijo el chico, pero ni siquiera movió un dedo y pudo sentir escalofríos, nervios, miedo y alivio a la vez, a unos centímetros detrás de el había pasado un auto negro a toda velocidad, que si el hombre se hubiese volteado y dado un paso mas, su cuerpo se encontraría a 5 cuadras de de alli y tal vez algunas partes de su cuerpo estarían mas allá.

El hombre sintió sus piernas debilitarse después de tal susto tan repentino, estaba tan asustado que podría jurar que vio su vida pasar por su ojos tan rápido que no es capaz de recordar nada, el hombre afinco sus manos en su rodillas respirando para tratar de calmarse, en eso una risita invadieron sus oídos, subió su vista y se encontró con el chico de hace un momento muy, muy cerca de el, lo que provoco que el hombre por acto reflejo retrocediera, mala idea, justo en ese momento otro carro negro a alta velocidad paso llevándose con el, el cuerpo del hombre, el cual salio volando hasta desaparecer en la oscuridad de las calles.

-¡Ups!- pronuncio el chico colocando su mano libre sobres sus labios mientras veia aquella escena para a los segundos comenzar a reir a carcajadas

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Helo~ xD

Asi, seria mas o menos la daga que tenia Jungkook en sus manos

YG Bye~

Locura Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora