¿Con quién se casará Álvarez?

¿Habrá boda?

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Pol-ka Studios y Disney Channel, la historia es completamente mía.

Inicial del nombre del personaje —> S:  『pensamiento del personaje 』 

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Es el día de la boda, Simón arreglaba su esmoquin, sus mangas, su cuello, estaba nervioso, a decir verdad todos están nerviosos y eso es porque la boda está a punto de empezar ¡Y la novia no aparece!

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PRÓLOGO.

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¡Es el día! El día que ha estado esperando desde que por fin sentó bases con la chica que jamás ha amado como a nadie, y nunca dejará de amarla. Sonrió ante ese pensamiento, y ante todos, no podía dejar de hacer una mueca feliz ¿Y como no? ¡Es el día más importante de su vida!

Movió su cabeza hacia la puerta al oír tres toquecitos que pedían que él atendiera, ¿Qué horas es? ¿Ya van a empezar? Se preguntaba.

Su abuela se dejó ser vista para luego entrar una vez que Simón hizo un movimiento con sus manos que le permitía acercarse a él. Ambos tenían un lenguaje especial, ellos siempre han compartido ese lazo tan único. Ella es su unica familia y ahora se sumará un nuevo miembro y esperaba que dentro de poco también se sumaran otros un poco más jóvenes.

—Mi Simoncito. —Tomó sus manos y Simón la correspondió.

—Abue... —Se levantó de su asiento, la abrazó e hizo que se sentara donde él antes estaba. Seguro estaba cansada de estar parada.

—No puedo creer que ya haya llegado este día. —Una lágrima estaba cayendo de sus ojos pero el mexicano impidió que siguiera adornando esas mejillas un tanto regordetas.

—Yo tampoco puedo creerlo abue... —Miró hacia el suelo sonriendo tímidamente— ¿Estás cansada del viaje? Debio ser difícil para tí llegar desde México hasta Argentina.

—Vale la pena si voy a ver a mi nietecito casarse —Apretó sus mejillas—, además necesito ver quién es la novia, ¿me puedes decir cómo es posible que YO tu abuela no sé quien es? —Cruzó de brazos molesta pareciendo más un berrinche de su parte.

Simón no dudó en reír, porque para su abuelita será una gran sorpresa saber la verdad y quien es la dichosa con quien él se casaría. Más bien, él era el dichoso.

—Creo que es hora de irme, quiero estar antes en la parroquia para echarme unas peticiones para que todo te vaya bien en esta nueva vida que estás apunto de entrar. —Se puso de pie y caminó hacia la salida.

—Espera, abue... —Detuvo sus pasos para ver al novio vestido de negro y blanco— No te olvides que te quiero.

La abuela sonrió al darse cuenta de lo inevitable, su nieto estaba nervioso y esa frase siempre se lo decía para obtener confianza, sabia lo que esperaba y se lo daría.

—Yo te quiero mucho, mucho más.

Y se fue cerrando la puerta. Simón se volvió a sentar mirando la ventana esperando que el tiempo pasara, su estomago no le dejaba dejar de estar preocupado por lo que sucedería después.

—Simón... —Fue la voz de Nico seguido por un toque.

—Entren.

No había visto a Pedro pero ellos dos siempre estaban juntos, no era algo de otro mundo.