Bulma. |Capítulo Único|

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La curiosidad mató al gato.

Vaya frase tan cierta, aunque jamás la creí, era, o mejor dicho soy tan curiosa que hasta a mí misma me asusta. Recuerdo tantas aventuras que viví, pero no me arrepiento de ninguna de ellas, cada una me llevó a una decisión perfecta.
Comenzaré cuando tenía 12 años, creó, encontré en mí sótano una esfera del dragón, no sabía que era, así que le pregunte a todo él mundo, hasta que una anciana me dijo, que eran en verdad.

—Son las esferas del Dios dragón, al que todos alabamos como Shen Long. En total son siete extrañas, cada una con un número diferente. Cuando reúnes las siete esferas, e invocas al Dios dragón, él despertará de su sueño para cumplirte un deseo solamente, puede ser lo que sea. Hace muchos años un hombre pidió convertirse en rey, y desde ese entonces las esferas están perdidas en él mundo.

Y vaya que quería encontrar las, construí él radal del dragón. Viajé mucho tiempo, varios meses buscando una por una, pero cuando encontré una conocí a un niño, él niño más inocente que he visto en mí vida, Goku, ese niño él cual me salvó millares de veces y se volvió mí mejor amigo, al cual quiero mucho. En ese viajé conocí a Yamcha, mí ex novio, él cual se volvió mí amigo.
Esa relación no era estable, peleábamos por nada, terminábamos, volvíamos y así por años.
Muchas cosas pasaron, conocí a tanta gente, pero un día, todo se salió de control, ya no sólo eran problemas en la tierra, Goku era muy fuerte, y nos dimos cuenta que no era de la tierra como siempre creíamos, era un Saiyajin del planeta Vegita, y no sólo era él y su hermano, habían más saiyajines, entre ellos estaba Vegeta, él príncipe de los saiyajin, recuerdo cuanto odio y terror le tenía cuando lo vi en la televisión, supe que era en extremo fuerte. Agradezco a Goku que lo dejará vivir, ya sabrán porque.
Tuve que viajar a otro planeta, Namekusein, él planeta originario de Piccolo, un villano que se volvió amigo y aliado de la tierra, en ese planeta escape de morir miles de veces.
Todo se vino abajo cuando él planeta iba a explotar, y Goku tuvo que quedarse, creí que había muerto, pero no lloré tenía esperanza, por las esferas de dragón de Namek.
Teníamos que esperar un año, mucho tiempo, pero en ese instante cuando fuimos tele transportados a la tierra, tomé la mejor decisión, invitar a ese temible y orgulloso saiyajin a mí casa.

—¿Y tú nombre pequeño? ¿es Vegeta verdad?

—¿Ah? ¿me dijo pequeño?

—¿Porqué no vienes? Sí no tienes un lugar a donde ir.

—¡Hmp!

—Te serviré mucha comida, me imaginó que comes igual que Goku, ¿o me equivocó? Pero no te permitiré que te enamores de mí, aunque me consideres muy atractiva.

—¡Já! Que mujer tan vulgar. Y como grita.

Era tan frío, tan extraño que me intrigaba que hacia día a día, quería hablar con él, hasta que un día nos sentamos a hablar en mí balcón tarde de la noche, ambos teníamos insomnio, él nunca podía ver la luna sin transformar se, fue cuando la vio sin miedo, ver su sonrisa de lado al ver él espectáculo natural me hizo pensar, que él no era tan malo.
Él año pasó rápido, y nosotros sólo discutíamos, pero eso no era malo, se volvió rutina, hasta que un día que él quería acostarse conmigo, pero yo, no podía, aún pensaba en Yamcha, pero él, provocaba en mí millones de sensaciones con sólo mirar me, que Yamcha no hacía, aún así me negué, me negué rotundamente, fue un día antes de que llamáramos a Porunga, él Dios dragón de Namek, él se fue, sin más, y aunque no lo demostré porque revivimos a Yamcha, sí que me había dolido. Goku estaba vivo, y no quería volver.
Otro año pasó, pero éste fue tan vacío como un corazón abandonado.
Ese día, una nave cayo en mí patio, ¡él había vuelto! No sé porque no sentí esa felicidad cuando Yamcha revivió. Discutimos otra vez, y lo envíe a bañar. Frezeer estaba vivo, fuimos a ver lo, prácticamente fui porque prácticamente no me querían llevar.
Había un saiyajin, al cual nunca imagine que era mí hijo, mío y de Vegeta.
Los tres años, esos tres años que se volvieron una completa locura, ¡Kamisama!
Cada día que pasaba, me distanciaba de Yamcha, lo hacia más y más, todo por estar cerca de Vegeta, por pelear con él.
Hasta que Yamcha me dio la oportunidad de mandalo a la mierda, fue muy cruel pero se lo merecía, él me engañó y lo heche de mi casa terminando con él al mismo tiempo.
Pasaba más rato con Vegeta, hasta que un día, me confesó su historia, estábamos bebiendo en la sala, solos, no aguanté y lloré, lloré con un gran dolor, él... Sólo fue una víctima de tanto dolor, lo abracé, le dije algo que salió de mí corazón.

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