¿Cómo dos simples palabras podían cambiarlo todo? Y más si eran dichas en el momento justo y por la persona indicada. Éstas precisamente destruyeron el amor de dos amantes. Cuántas veces se habían reído y las que se habían quedado juntos bajo un árbol cerca del Lago Negro leyendo.
Su amistad, el cariño mutuo que se tenían. Y ese beso que un día llegó.
Ella recordaba el calor que sintió en su rostro, se sentía avergonzada por haber sido tan débil ante su hermosa y profunda mirada. Se enfurecía por haber sido tan estúpida por creer que él le quería, que era mejor que las personas con las que acostumbraba a estar, por aceptar sus caricias, sus labios sobre su cuerpo y por pensar que ellos eran uno. Nunca lo fueron, no. Severus nunca le querría, había visto la rabia que sentía en el momento en que le dijo aquello que lo cambió todo.
Sangre Sucia, sí eso era. Una simple Sangre Sucia que se había enamorado de su amigo Slytherin. No tenía ojos para nadie más que para el azabache que ahora se había reído en su cara cuando le dijo que lo amaba, cuando le suplicó que se quedara y la besara otra vez.
Había ignorado a James Potter por él, le había defendido frente a Los Merodeadores.
De sus ojos se deslizaban lágrimas sin control, el viento soplaba fuerte y la furia del cielo se descargaba con una fuerte tormenta. No cambiaría nada si ella no seguía allí, Lily creía incluso que Severus Snape le agradecería el favor. Una Sangre Podrida menos. Recordaba la primera vez en que lo vio, a sus nueve años, llevaba aquella ropa grande y su típico cabello negro hasta los hombros ¿Porqué no sólo le había ignorado? ¿Porqué no se había dado la vuelta y para jamás reencontrarse con él? Quizá el destino estaba esperándolo con lo que se convertiría en su perdición.
--Lo lamento--Susurró, se odiaba por no haberlo visto antes, Sev no le pertenecía. Severus era un príncipe y ella una Sangre Sucia que no lo merecía.
Después de todo, la torre de astronomía era un muy bonito lugar para despedirse.
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NA: No pienso así de Severus, en realidad es uno de mis personajes favoritos. Pero, esto no evitó que quisiera darle el lado malo, quise convertirlo en un maldito.
Dedicado a mi hermanito
