Había llegado la tan ansiada semana de vacaciones para los chicos de Pledis. Llevaban meses sin descansar debido al último comeback que habían hecho. Tenían 7 días enteros para ellos solos. Pero, ¿qué tan acostumbrados estaban a pasar sus días de un lado para otro sin tener tiempo a respirar, que no tenían ni idea en qué malgastar su tiempo durante ese descanso?
Lunes por la mañana.
La mitad del grupo se había levantado temprano, aunque podían dormir hasta tarde, ya estaban acostumbrados a despertar a primera hora. Aprovecharon para desayunar tranquilamente mientras veían la televisión, algo que no podían permitirse los días de trabajo, es decir, prácticamente nunca.
Jeonghan estaba en el quinto sueño, a los brazos de Morfeo, pero Joshua no iba a dejar que su chico durmiera por mucho más tiempo. Había preparado una escapada romántica para ambos, aunque el mayor no tuviera ni idea, ni siquiera de lo que el menor sentía por él.
– Jeonghanie, despierta. – Zarandeó a su hyung un par de veces, hasta que este finalmente decidió abrir sus ojos. Se removió bajo las sabanas un poco molesto.
– Joshi, déjame dormir, hoy no tenemos que madrugar. – Se dio la vuelta quedando a espaldas del pequeño y volvió a cerrar sus ojos, no por mucho tiempo, pues Joshua ya lo estaba zarandeando de nuevo.
– He hecho planes, vamos, levántate, tienes que venir conmigo.
– Mhm, ¿por que no se lo pides a otro? hay 11 personas más viviendo aquí, yo estoy cansado. – Se quejó.
– Iremos a pasar el día fuera, tú y yo. Venga hyung, por favor, quiero ir contigo. –
A Jeonghan le había sorprendido lo insistente que estaba hoy Joshua por salir con él. A regañadientes se levantó de la cama frotando sus ojos. No quería que su amigo le estuviera dando la lata todo el día o peor, que dejara de hablarle por no haber querido ir con él.
– ¿Contento? – le mostro una sonrisa forzada más como una mueca y este se lanzó a abrazarlo.
– ¡Gracias! ¡Gracias! – el mayor ya estaba acostumbrado a que le abrazara, Joshua se pasaba todo el día entre sus brazos cual koala. Pero para el menor la cosa iba más allá. Su corazón palpitaba a cien por hora cada vez que sus brazos lo rodeaban, a veces hasta olvidaba como respirar.
– Deja que me vista. – Joshua salió de la habitación con la sonrisa más grande jamás vista, cerró la puerta tras él y chocó con Mingyu, que corría hacia su respectivo cuarto, su sonrisa desapareció cuando se dio cuenta de que estaba llorando.
– Mingyu-ah, ¿estás bien? – Mingyu se limitó a negar con la cabeza y esquivó a su amigo, éste le siguió. – ¿Volviste a discutir con Wonwoo? – Estaba más que claro que el pequeño no estaba bien, había peleado con Wonwoo por tercera vez desde que habían despertado. Últimamente estos dos no hacían más que gritarse mutuamente, a veces ni había un solo motivo, solo peleaban por pelear y el menor ya estaba cansándose de aquella situación. Johsua se acercó y lo abrazó, sabía que eso era lo único que podía hacer para que el pequeño se calmara, aun que le sacaba tres cabezas, Mingyu seguía siendo todo un bebé para Joshua.
– Ya estoy harto hyung, siempre estamos igual. Peleamos sin razón y me duele porque le quiero, no me gusta estar así. – El moreno sabía los sentimientos que el menor sentía por Wonwoo, era el único enterado de su estado sentimental dentro del grupo, y el único que al final acababa limpiando sus lágrimas.
– Siempre me tendrás a mí. – Le guiñó un ojo convirtiendo esas lágrimas en una carcajada que retumbó por las paredes de la habitación.
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Love & Letter. [Seventeen]
FanfictionTodo eran risas y diversión, hasta que tuvo que irse.