Cuando el sol dejó de brillar- Borusara

De nuevo en Konoha

-Boruto?? Tienes visitas.
Nada, él se quedó quieto sobre su cama, mirando hacia el vacío, tratando de asimilar en dónde se encontraba.
De pronto sintió que la cama cede bajo el peso de alguien y unos brazos lo rodean con fuerza, luego un leve llanto.
-Boruto...hijo....
Madre
-Soy tan feliz de que regresaras.
Yukiho me atrapó con el sharingan y me desperté aquí
-Todo va a estar bien....
En serio....
El joven trató de decir algo, cualquier cosa que consolara a Hinata pero, la verdad, no se sentía con ánimo para consolar a nadie. De hecho, por lo que sabía estaba en Konoha para ser consolado.
Como no obtuvo ninguna reacción por parte de su hijo, Hinata fijó su atención en él. La expresión reflejada en sus ojos la destrozó. Dolor profundo, oscuridad y vacío. La mirada de un ser atormentado por los recuerdos del pasado.
-Boruto, qué te ha pasado.
-He muerto...

Y luego lágrimas, ella lloraba por él y por todo lo que su hijo había perdido.
Finalmente una reacción, Boruto se abrazó a la cintura de su madre y colocó el rostro en su regazo, para después comenzar a llorar.
Se sentía liberado, hace mucho que no derramaba una lágrima. Siempre se mostró fuerte para Hikari, tratando de soportar el peso de las cosas y el dolor por ella, pero ahora su corazón se deshacía del peso que lo había oprimido.

-Está llorando...
-Silencio...
-Él no nos escucha...
-Al menos ha llorado, eso es bueno...el primer paso para dejarlo ir.
-Ya es un avance, ¿no crees Yukiho?
-Sí Midori...a ¿qué hora llegaste?
-No te importa tonto....
-Alguien tuvo una noche de sexo caliente
-Cállate.....

En la habitación la atmósfera seguía igual, Boruto dejaba escapar lágrimas sobre el regazo de su madre. Así estuvo un rato hasta que se calmó. Luego, de nuevo nada, no hubo palabras de reconocimiento, sólo una breve mirada a su madre, antes de que esta saliera del cuarto a buscar algo para que él comiera.

Mientras Hinata bajaba a la primera planta de la casa, meditaba sobre los cambios efectuados en su hijo. Ahora era mucho más alto, su contextura física era fuerte, aunque su cuerpo y rostro se veían cansados y demacrados, seguro por descuidar su salud en estos meses.

-Hinata-sama...cómo está él?
-Midori...no lo sé, parece más tranquilo pero...es difícil decirlo
- Tenemos la esperanza de que usted y Himawari lo ayuden- dijo Yukiho.
-Haremos nuestro mejor esfuerzo...¿Hima no ha regresado?
-Ya no debe tardar, fue por ramen a Ichiraku.
-Mamá!!- Himawari llegó corriendo con la comida para Boruto.-aquí está...¿puedo llevarle yo la comida?
Hinata sonrió- claro, ¿estás ansiosa por verlo verdad?
-Sí, quiero verlo y saber si está bien.
-mmm no es que esté bien...- Yukiho hizo una mueca
-Pero lo estará, seguro que estará feliz de verte-Midori trató de animarla.

Después de colocar el ramen en un tazón y agregar varias guarniciones preparadas por Hinata, Hiawari puso todo sobre una fuente y subió hasta el cuarto. Yukiho la seguía y le abrió la puerta para luego dejarlos a solas.

-Hermano he traído tu comida... yo espero que te guste.

Fácilmente empujó una mesa cerca de la cama y colocó la fuente de comida sobre ella. Pero su hermano no le prestó emoción. Ella se sentó en la cama y le tocó el brazo. Entonces él la miró y por un breve momento algo brilló en sus ojos.

-Himawari...
-Hermano...te traje comida.
-No tengo hambre Himawari.

Ella tomando la cuchara la sumerge en el tazón para ofrecerle un poco de caldo. Por la mirada obstinada, Boruto, sabe que no va a desistir, así que se limita a comer. El proceso se repite, mientras Himawari le habla y él le responde de manera escueta, pero eso la hace feliz. Con los días él le hablará de forma fluida; según los demás desde que llegó a Konoha no había dicho palabra, al parecer molesto por atraparon en el sharingan y traerlo a la fuerza.

Así mantuvieron una breve conversación hasta que Boruto terminó toda la comida, en el rostro de su hermana podía ver la felicidad, en fin, pensó, de todos modos siempre procuró hacer feliz a su pequeña hermana. Pero seguía enfadado con sus amigos por lo que hicieron.

Los días siguientes pasaron más o menos de la misma manera, aunque el rechazó en un par de oportunidades hablar  con ninjas de Konoha y con su padre. También, se negó a salir de la casa a recorrer la aldea. Prefería quedarse con sus recuerdos.

-Esto empieza a irritarme y si mejor lo golpeo hasta que reaccione?
-Hey Midori no puedes hacer eso, él está progresando.- en estos momentos era Yukiho la voz de la razón
-Él no ha salido y ya pasó una semana, ¿qué tipo de progreso es ese?- Midori no estaba dispuesta a ceder
- Pero ya está hablando y la vez pasada hasta rió un momento, dejaré todo en manos de Hima-chan
-Hima-chan? La conoces sólo hace una semana. Es mejor que no pienses cosas raras sobre ella o Boruto te matará.

La boca de Yukiho se abrió por la sorpresa y para luego cambiar a un gesto ofendido.- oye yo nunca pensaría cosas raras sobre ella, las hermanas de los amigos están prohibidas...

Justo en ese momento escucharon a alguien descender por las escaleras. Frente a sus ojos apareció Boruto, cambiado y listo para salir.

-Boruto??- Midori no sabía que más decir...
-no, es Hima-chan, es que acaso estás ciega? Claro que es él- Yukiho no podía evitar molestar a Midori...

-Ya vi que es él...sólo...

-Voy a salir--Boruto cortó la discusión de una vez y sin decir nada más se encaminó a la puerta.

-espera vamos contigo...

-No. Voy solo- y sin decir más de fue de la casa.

En esos momentos prefería ir sólo, de esa forma no habría interrupciones en sus recuerdos. Mientras recorría la aldea, rumbo a su destino,  cada lugar le traía recuerdos de su infancia. Las tiendas de comida, los campos de entrenamiento, incluso pasó cerca de la académica. Finalmente, fue por el centro de Konoha y luego hacia la casa de sus padres. Cuando llegó, tocó la puerta y esperó a que le abrieran. Después de unos momentos su madre apareció en la puerta.
-Boruto!- Hinata estaba sorprendida y feliz de verlo.
-¿puedo pasar?
-claro que sí...

La casa en la que creció se veía igual, impecable y muy cálida. Le daba gusto estar ahí.

-Hima-chan no está?
-ehhh.. pues, fue a ver a Inojin
-es verdad; olvidé que sale con él
- Pero no importa, te preparare algo de comer...quieres?
-sí, gracias...

Y entonces pasó, en un breve lapso de tiempo, mientras mi madre colocaba mi platillo favorito frente a mí, se desencadenó una serie de recuerdos. Recuerdos de mi infancia que colisionaron con recuerdos de Hikari en la cocina, preparando para mí el mismo platillo y con eso toda mi resolución de seguir adelante se fue por el tacho.

Hace una semana cuando llegué a Konoha estaba enfadado pero después de ver a Hima y a mamá las cosas empezaron a mejorar. Eso y la charla motivacional de Midori. Esa loca pelirroja tenía razón, Hikari era una chica alegre y llena de vida, que me amaba y a la que le hubiera gustado que continuara viviendo. Que buscara nuevamente ser feliz. Poco eso me dediqué toda la semana a comer bien para recuperar peso, además de prepararme mentalmente para enfrentar los recuerdos que me traería la aldea y que me llevarían hacia Hikari paulatinamente. Y tenía toda la intención de cumplir mi meta pero los recuerdos me aplastaron. De modo que con gran esfuerzo comí lo que me sirvió mamá y en cuanto puede me despedí y corrí lo más rápido y lejos que pude, hasta desaparecer en el bosque. Una vez en la zona correcta libere todo el dolor y la frustración. Estrené hasta casi caer desmayado del cansancio pero no fue suficientemente, algo estaba mal y yo sabía que era...me estaba dando un ataque de pánico.

Continuará....

Listo, primer capítulo publicado. Espero les guste, dejen sus like y comentarios. 

Nos leemos pronto.