Cápitulo 5: "Matices"

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-He vuelto... ¿Tienes hambre?


Luego de aquella ajetreada noche dos semanas pasaron, finalmente Midoriya llegó a la conclusión de que Todoroki se quedase con él ya que pareciese que este no tenía ningún lado donde ir. Gracias a ello el pecoso de a poco comenzaba a recobrar el sentido a su día a día, antes de que el de cabellos bicolor se topase en su vida su único propósito era terminar sus estudios para acabar con aquel suplicio que el de cabellos cenizos le acarreaba y finalmente trabajar en lo que le gustaba, sentía su madre en alguna parte estaría feliz de cumplir su promesa, graduarse de Arquitectura y comenzar su vida en otro lugar, lejos del sitio en donde tantas penurias pasó, pero de alguna forma y de a poco, conforme los días pasaban reía más, sonreía con sinceridad y olvidaba por unos instantes el abuso diario al cual era sometido por el mimado y millonario Bakugo.

Por su parte Todoroki no podía estar más agradecido, el peliverde, tan solo un extraño le abrió las puertas de su hogar y trató con amabilidad y respeto, algo que simplemente no sentía en años, esa calidez tan solo la sintió cuando estaba con su madre, pero eso ya había sido hace mucho, ahora la vida le sonreía y con creces, un amable muchacho de ojos verdes que desprendía a sus ojos una radiante luz, era la razón ahora de su calma y felicidad, aunque sinceramente estaba completamente ajeno a lo que le ocurría a diario, muchas veces veía y sentía que el peliverde se comportaba de manera extraña al llegar a casa y siempre que lo hacía un seco "Hola" era el saludo que usaba para luego correr al baño y encerrarse por algunas horas, "Eso no es normal en las personas", pensaba para sus adentros, pero más allá de aquella barrera de amabilidad no iría, sentía cosas por el pecoso y no simplemente cosas fugaces, pero aún no era el momento de decirlo, aún no.


-¡Mhg!... ¡Hhh!..


Un vaivén violento inundaba sus adentros, nada amable y completamente frío era aquel acto carnal al que estaba siendo sometido, sus lágrimas descendían para perderse entre las sábanas y ahogaba lo que más podía su voz entre la almohada. Sus manos dolían puesto que apresar entre sus dedos la tela no era suficiente para soportar el dolor y la humillación que sentía en aquel momento, solo quería que terminase, que acabase como siempre y que luego lo echase de su hogar como siempre solía hacer.


-Haa.. ¿Qué sucede Deku?


Soltó el rubio cenizo sin dejar de penetrar con brusquedad a medida que le jalaba de los cabellos para que alzara la cabeza.


-No te veo como siempre


Añadió esto último para girarle de manera brusca y dejarle de lado, a esto el peliverde gimió con fuerza por la sorpresa y en un instante su semilla se derramó de golpe sobre las sábanas, el sobresalto y la presión dieron paso a que se corriese mientras que por parte de Bakugo una sonrisa burlona se dibujaba en su rostro.


-Ahh... haa...


-Mira esto... finalmente siempre eres la misma perra sucia


Y se acercó para morder con fuerza su cuello y dando unas últimas estocadas finalmente se corrió en sus interiores, ante esto el peliverde dió un fuerte gemido y luego cerró los ojos... a pesar de todo... había terminado.


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Camelias para Ti - Fanfic BNHA #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora