Una pequeña de once años caminaba con emoción a través del pasillo del tren, sus rizos rubios rebotaban con cada paso que daba, sus ojos azules brillaban con emoción al mirar a cada persona que se cruzaba en su camino, su pequeña nariz aún seguía algo roja por haber llorado en brazos de su madre al despedirse, pero en sus labios había una gran sonrisa. Había escuchado tanto por boca de su familia de lo increíble que era estudiar en Hogwarts y ella por fin iniciaría su primer año.
Aunque algo triste que sus hermanos ya no estuviesen en la escuela para poder apoyarla, ser la menor de la familia Harford tenía sus ventajas y sus desventajas, en esos momentos una desventaja era que estaba sola sin sus hermanos para llevarla a algún vagón con ellos hasta que fuera el momento de separarse; pero eso no la desimanaba, ella era lista encontraría algún vagón que llamase su atención y haría amigos. Pasó alrededor de tres vagones hasta que alguien chocó con ella mandándola hacia el suelo.
—Auch —se quejó la pequeña rubia mientras sobaba ligeramente la parte baja de su espalda por haber caído de sentón—. Debo ser menos distraída —se reprendió mientras se levantaba sacudiendo su ropa.
—Lo siento, no te vi cuando salí del vagón —la voz del chico hizo que Alanna dejará de reprenderse para mirarlo, los dos dejaron de moverse o de hablar. Los ojos azules de Alanna chocaron con los grises de aquel niño, era al menos diez centímetros más alto que ella y su cabello negro tapaba un poco su frente al ser más largo de lo que se acostumbraba.
—No te preocupes yo iba distraída —logró hablar Alanna después de lo que había parecido una eternidad, algo en aquel chico llamaba su atención, pero no estaba segura de qué era.
—Eh, soy Sirius Black —estiró su mano esperando a que la rubia hiciera lo mismo para así conocer el nombre de la niña que lo había dejado sin palabras.
—Alanna Harford, un gusto —los dos sonrieron cuando Alanna estrecho la mano de Sirius, era como si estuvieran en una burbuja, sin notar que tres pares de ojos observaban a los dos niños desde el interior del vagón por el que había salido Sirius—. Yo debo irme —soltó la mano del pelinegro—. Adiós, Sirius —sonrió mientras pasaba a su lado, siguiendo con su labor de buscar un vagón.
—Adiós, Alanna —susurró sabiendo que la chica ya no podría escucharlo, olvidó por completo por qué había salido del vagón por lo que decidió regresar a este.
—Por Merlín, no hemos ni llegado a Hogwarts y Sirius ya tiene novia —se quejó un niño castaño con anteojos.
—No es mi novia, James. Aun —sonrió mientras se sentaba a un lado de James y ambos estallaron en carcajadas mientras Remus negaba la cabeza para regresar con su lectura.
Alanna por otra parte se estaba dando por vencida a encontrar un vagón con menos de cuatro personas en él, pero como si hubieran escuchado sus plegarias encontró un vagón con dos personas dentro, abrió el vagón llamando la atención de ambos niños.
—Lo siento, pero no encuentro un vagón vació. ¿Puedo sentarme aquí? —los dos niños se miraron para después asentir—. Gracias —acomodo sus pertenencias para después sentarse a un lado del niño, ahora que los veía bien notaba que ambos niños eran casi idénticos—. Soy Alanna Harford, mucho gusto —los dos niños sonrieron agradecidos de que ella iniciara la conversación.
—Yo soy Chris Burke y él es mi hermano Stefan —hablo el niño que estaba a su lado.
—Somos gemelos —los tres niños sonrieron sin saber que a partir de ese día serían inseparables.
Todo dio inicio aquel primero de septiembre de 1971
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Historia basada en las películas con algunos datos y fragmentos de los libros. Los personajes del mundo de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling, sólo Alanna y otros personajes me pertenece.
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Pelirroja Weasley
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Rejected || Sirius Black
Fanfiction¿Qué harías si la chica de la que estas enamorado ni siquiera nota tu presencia? Sirius Black hizo la cosa más estúpida en el mundo para llamar su atención, estar con otras chicas; pero eso no llamo la atención de la Ravenclaw. Al contrario, eso sol...