1 - 2/2 ~

725 59 66
                                    

Al día siguiente el director informó que "por motivos personales" el docente de matemáticas se tomaría un tiempo fuera del país pero que intentaría regresar lo más pronto posible. La profesora Moon tomó la clase para que los alumnos no perdieran el tiempo y pudieran seguir practicando y aprendiendo los últimos temas que entrarían en el examen que tendrían próximamente.

Seungri volvió a ser el mismo de antes, resolviendo los ejercicios más complicados y explicándolos a sus compañeros mejor que la maestra suplente.

Pero por dentro estaba muriendo.




Esa misma noche había escrito un mensaje a su profesor, el cual nunca le respondió.

La desesperación lo invadió cuando el mayor no asistió al día siguiente y, claro está, se intensificó cuando escuchó el anuncio del decano.

Estaba seguro de haberle llenado el buzón de voz de estúpidos mensajes diciendo cosas como "¿Hyung estás allí? Solo quería pedirte disculpas por lo que hice, juro que no se volverá a repetir", "no puedes abandonar a tu clase de esa forma, todos te necesitan para aprobar sus exámenes", "¿cuándo regresarás? Las clases de matemáticas no son lo mismo sin ti", "esta profesora no sabe enseñar, necesito desafíos Jiyong aparece. Mira, te llamé por tu nombre, ven y haz algo al respecto", "no puedes desaparecer sin haber terminado de responder a todas mis preguntas, ¿cómo puedo confiar en ti si eres así?", "¿sabes qué? Está bien, no necesito tutorías, ni que me hables, solo que regreses al instituto, con eso tengo suficiente", "por favor profesor, regrese".

Dignidad era una palabra que no entraría en su curriculum en el futuro y, estaba seguro que lo recordaría cada vez que encontrara esas estúpidas cadenas ocultas en una bolsa junto a la camisa negra al fondo de su cajón.

Incluso T.O.P llegó a preocuparse. Su mejor amigo parecía ser el mismo, salvo que no encestaba más pelotas cuando jugaban al básquet, no perdía de vista su celular, y sus ojos habían perdido el brillo tan particular que habían tenido siempre que sonreía.

La vida se volvió una monótona tortura, hasta una noche en que el alumno estrella estaba terminando los deberes antes de irse a dormir.

Su celular prendió la pantalla y un espantoso y estruendoso ringtone comenzó a sonar. Miró por arriba de su hombro hacia la cama y suspiró. Seguro sería Seunghyun preguntándole alguna estupidez como había comenzado a hacer últimamente para confirmar que el menor seguía todavía con vida. El sonido se detuvo y la pantalla se apagó un poco después. Volvió la atención al ejercicio.

-Porque la derivada de x en este caso sería- el aparato sonó nuevamente. –Assh- se quejó agarrándose la cabeza con ambas manos. –No me dejarás en paz, ¿verdad?- preguntó al teléfono. Bufó y arrastró la silla para ponerse de pie y caminar hacia la cama.

'Prof. Jiyong'

Abrió los ojos como platos. De repente sentía las manos sudorosas y tuvo que apretar su agarre antes de que el celular resbalara y cayera al suelo. Lentamente deslizó el botón verde y se llevó el aparato al oído.

>Eres realmente fastidioso, ¿sabías?- dijo la voz del otro lado. –Fueron más de cincuenta mensajes de voz y tuve que comenzar a anotarlos en cierto punto porque olvidaba lo que me habías dicho antes. Eres una molestia, Seungri.

-Hy-hyung...- se sentó sobre el colchón, llevándose la mano derecha al pecho. ¿Qué era esa sensación que estaba teniendo?

>Así que mañana tienes el examen- comentó y el muchacho respondió con un corto 'ajam' aunque no haya sido una pregunta. –No te preocupes, lo dejé preparado antes de irme así que no te aburrirás haciéndolo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 08, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ObsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora