Capítulo 3: Aún hay por que luchar.

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Ya paso una semana desde el primer ataque y lo que le sucedió a Ximena.

Hemos estado refugiandonos en un departamento con los suficientes alimentos para otras dos semanas, pero no podíamos quedarnos mucho tiempo en el mismo lugar, por alguna extraña razón los infectados nos encontrarian.

Alejandro: Tomen los alimentos necesarios y vamonos de aquí. Nos dijo de una forma tan seca, era de esperarse después de la pérdida de alguien cercano todo cambia.

Daniel: Bien, espero que encontremos armas para acabar con esos desgraciados. Dijo con actitud optimista.

Y asi terminamos de tomar lo necesario para marcharnos enseguida, hubo problemas para salir de ese lugar porque algunos infectados consiguieron entrar, pero no hubo problemas para escapar.

Frank: Fue más fácil de lo que creí.
Daniel: ¿verdad? Esos bastardos ya no dan batalla.
Alejandro: ¡Silencio! Su confianza los llevara a la muerte. Se notaba que Alejandro estaba molesto, desde ese momento Daniel y yo no dijimos ni una sola palabra.

Después de una larga caminata nos encontramos un supermercado, claro que no nos confiamos entramos de la manera más silenciosa posible para no llamar la atención.

Alejandro: Frank llevate este radio y dirígete al cuarto de vigilancia y dinos donde se encuentran los infectados Daniel y yo los exterminaremos. Frank: De acuerdo, tengan cuidado. Me dirigí al cuarto de cámaras y ya ahí di la ubicación de cada infectado, Alejandro y Daniel acabaron con ellos de forma rápida y sigilosa.

Al ver todos los pasillos despejados Daniel y yo decidimos bajar las cortinas para tener una mejor seguridad.

Yo decidí montar guardia toda la noche después de todo Alejandro no ha dormido bien estos últimos días, fui por un poco de comida para mantenerme despierto cuando al poco rato Daniel fue conmigo con una botella de vodka y refresco.

Daniel: ¿necesitas algo de beber?
Frank: Creo que si no me vendría mal un trago.

Y asi pasamos la noche Daniel y yo comiendo y bebiendo, no nos pasamos de copas, por si ocurría algo, en esa noche me sentí como si nada estuviese pasando como si el asunto de sobrevivir de los infectados hubiese sido solo una pesadilla. Daniel en poco tiempo se había quedado dormido, yo me levanté y fui a dar un recorrido por la tienda para ver si todo estaba en orden, cuando a lo lejos se oían disparos, me apresuré y fui al cuarto de vigilancia observe las cámaras que vigilaban la parte del estacionamiento y parte de carga del super, lo que logre observar fue a una chica con un rifle de presicion escapando de un grupo de infectados, desperté a Daniel y le dije lo que estaba sucediendo.

Frank: Tenemos que ayudarla Daniel.
Daniel: Bien yo levantaré la cortina tú saldras a traerla con nosotros mientras yo te cubro.

Daniel levanto la cortina y como habiamos planeado sali disparado en dirección a donde estaba aquella chica.

Frank: ¡Oye, ven conmigo yo te cubro!. Le grité a todo pulmón, por fortuna me escucho y se dirigió hacia mi, la tome de la mano y corrimos hacia el supermercado, Daniel empezó a disparar con el revólver de Alejandro, cuando finalmente llegamos Daniel y yo bajamos la cortina lo más rápido posible y asi conseguimos ponernos a salvo.

Frank: Oye, ¿como te llamas?
Karen: Mi nombre es Karen.
Frank: Bueno yo llamo Francisco y puedes llamarme Frank y al tipo que esta allá se llama Daniel.
Karen: G-gracias por salvarme. Dijo llorando
Frank: Tranquila no llores, ya estás a salvo con nosotros, Daniel tráele agua y comida para que después duerma un poco.
Daniel: Si, de acuerdo.
Frank: ¿que hacías ahí afuera con esas cosas rondando por donde sea?
Karen: Buscaba a sobrevivientes, iba conduciendo una camioneta, cuando se agoto la gasolina, decidí caminar para mi mala suerte un grupo de infectados me comenzó a perseguir.
Frank: ¿de donde conseguiste el rifle?.
Karen: Mi padre me lo dio antes de ser atacado por un grupo de infectados.
Frank: Perdona, no debí preguntar.

Asi paso el tiempo todo se quedó en silencio, Daniel apenas llegaba con la comida.

Daniel: Listo, aqui esta un poco de comida con algo de beber, come un poco me imagino que tienes hambre.
Karen: Gracias.
Frank: Vamos come, para que duermas un poco y descanses.

Ella al terminar de comer le prepare un lugar para que ella durmiera un poco.

Karen: Gracias, de verdad les agradezco que me salvarán. Daniel: Jeje, descuida no fue nada, anda duerme ya que es tarde.

Daniel y yo la dejamos descansar y al poco rato el también ya se había quedado dormido.

Y asi llego la mañana y cuando despertó Alejandro le contamos lo que había sucedido esa noche el se alegro de ver a alguien con vida.

Yo no hay esperanza, pero tras la llegada de Karen a nuestro grupo nos dio aliento para seguir adelante. Saldremos de esta eso es seguro.

Después de todo una buena noticia sale a la luz.

Karla: Últimamente, escuche transmiciones de linea abierta en la radio donde habia un punto de evacuación a los sobrevivientes.
Alejandro: ¿y que estamos esperando?, vamos allá, ¿listos?

Todos: ¡Si!.

Nadie los Rescatará Donde viven las historias. Descúbrelo ahora