Un paso más hacía el final...
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Jungkook regreso a su piso. Se lavó el rostro y se miró en el espejo, le resultó extraño ver que sus ojos ya no eran tan oscuros como los recordaba, pero no le dio importancia. Se sentía lleno de fuerzas, capaz de conseguir cualquier cosa que se propusiera. En su interior había una paz que jamás pensó que existiera, había llevado un peso sobre los hombros sin que lo supiera, y ahora se sentía tan ligero como una pluma.
Le sonrió a su reflejo en el espejo, y le gusto su nueva sonrisa, era casi dulce, agradable, sin embargo, no por ello dejaba de ser lo que era. Jungkook terminó aceptando que no había nacido como demonio, pero que ya no volvería a ser un ángel. Era un ser de la oscuridad, uno de aura y alas oscuras, y los ángeles brillaban bajo el blanco puro de sus esencias.
Salió del baño, se puso una camiseta y un pantalón negro. Se calzó con botas de suela altas y cogió un abrigo largo. Tras ponérselo todo, se acercó a la tele de pantalla plana, colgada en la pared frente a su cama, y con cuidado la cogió en brazos y la dejó sobre una mesa. Miro el pequeño hilo que sobresalía de la pared, y con dos dedos tiro de el: un trozo cuadrado se hundió en la pared y dejó al descubierto un hueco. Jungkook metió una mano para sacar una caja larga que había oculta dentro, la colocó sobre la cama y sacó lo que había en su interior: la espada de Lucifer.
Su hoja larga brillaba envuelta en un tono dorado, como la de los ángeles. Era hermosa. Recordó la espada de JiMin, en la empuñadura había visto alas incrustadas, dentro de círculos que parecían despedir un aura casi blanca. El poder que sintió en ella había sido algo hermoso, pero la que tenía en ese momento entre las manos, no le hacía sentir nada.
Se colocó el cinto sobre las caderas y lo cubrió con su abrigo. Salió de la habitación con el mentón en alto y una firme decisión en la cabeza: descender al infierno. Regresaría al lugar que juró no volver, lo haría porque era su deber y también su deseo de proteger algo que se había vuelto importante para él.
Salió del piso, y ni bien había cerrado la puerta cuando alguien lo llamó. Se volvió y enarcó las cejas al verla.
"Estupendo, una buena replicar antes de morir"
La casera se acercó a él. A Jungkook le resultó curioso su semblante, no parecía una loca endemoniada, incluso, llevaba maquillaje y el pelo bien arreglado.
-Quería hablar contigo – dijo con voz calmada.
-La verdad es que llevo prisa.
-Solo quería... bueno...
-No importa – Jungkook no estaba muy seguro de lo que veía en aquellos ojos, o más bien, se negaba a creerlo.
-Claro que importa – replicó la casera – Te he hecho la vida imposible desde que has llegado aquí. Y la verdad es que de no haber sido la agencia la que alquilara el piso, yo a ti jamás te lo habría dejado – y el chico no lo dudo ni un segundo – He estado equivocada contigo. Eres un buen chico, un tanto cabezota. Y de una manera extraña me he dado cuenta de ello. Siento haberte gritado tantas veces.
-No tiene que hacerlo.
-Bueno, ya lo he hecho ¿No? – la casera se dio la vuelta y avanzó hacia su piso – Y para recompensarte, he decidido repasar las reglas que te he impuesto.
-¿Eso quiere decir que ya puedo traer visitantes a mi piso?
-¡NO! – sentenció, dedicándole una mirada inquisidora, pero luego sonrió.
Jungkook movió la cabeza de un lado a otro con una sonrisa en los labios. Avanzó por el pasillo hacia el ascensor, se metió dentro, pulsó el botón del vestíbulo y espero el descenso con tranquilidad. En la calle había dejado de nevar, pero todo aún continuaba estando de blanco. Camino con soltura, como de costumbre, aunque en esa ocasión se sentía libre. Sabía que iba a cometer un suicidio, entregarse a la muerte por propia voluntad, pero no importaba, siempre y cuando pudiera salvar a JiMin y a los arcángeles.
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Ángel-Demonio [KookMin]
FanfictionNada es lo que parece. JiMin un despistado ángel es dotado con la misión de encontrar a aquellos seres que devolverán la paz del mundo, alejando el mal provocado por los vástagos de Lucifer. El tiempo no es su mejor aliado, apremia y el apocalipsi...