KaiSoo
794 palabras
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KyungSoo no sabía que podía sentirse tan bien. Se había tumbado sobre la cama como JongIn le había indicado, con los ojos cerrados mientras esperaba con la respiración acompasada y los latidos de su corazón desbordándose en su pecho.
Tragó saliva cuando las manos fuertes de JongIn le sujetaron la cabeza y respiró profundamente cuando sintió la prenda deslizarse por el puente de su nariz, a esas alturas, KyungSoo sabía que si abría los ojos no podría ver nada, porque aunque era la primera vez que JongIn lo vendaba, la advertencia había estado implícita desde un par de noches atrás, cuando JongIn le murmuró mientras lo besaba ferviente que quería hacerlo conocer el paraíso de una diferente manera.
KyungSoo siempre confiaba en él, lo hizo cuando le dijo con ese tono de voz tan seductor que tenía, que se desnudara para él y que se recostara boca abajo sobre la superficie del colchón. KyungSoo se había relamido los labios y con las manos un poco temblorosas se había puesto a su disposición, desnudándose de a poco y con un poco de pudor pese a que numerosas veces le había entregado su cuerpo antes.
Pero ahora estaba ahí, tumbado, con los ojos vendados mientras no sabía exactamente qué esperar.
JongIn sonrió placenteramente, con la erección entre sus piernas creciendo al repasar el exquisito cuerpo de su asistente al que se follaba desde hacía un par de meses atrás, habían comenzado en el escritorio y sobre la silla, pero JongIn había roto sus reglas y lo había llevado a su departamento hacía un par de semanas, para disfrutar de su cuerpo con más comodidad.
Las redondas nalgas de KyungSoo lo ponían duro, lo hacían querer cachetearlas y perder el control, hundirse sobre él en ese mismo instante aunque doliera; pero era un caballero pese a todo, y quería cumplir su palabra.
JongIn se aproximó y comenzó deslizando la punta de sus dedos por su lechosa piel, acariciando desde los tobillos con suavidad, arrastrando los dedos por las pantorrillas, trazando pequeños caminillos por sus piernas perfectas que a él tanto le gustaba morder; JongIn se detuvo sobre su trasero y lo apretó con fuerza, haciendo que KyungSoo gimiera de excitación.
El bajito contrajo el trasero por pura inercia; sentía un montón de sensaciones eléctricas recorrerle el cuerpo entero, erizándole la piel con el avance de aquellas benditas manos que lo estaban llevando a la locura con tan solo tocarlo. JongIn no suavizó el agarre, si no que se colocó con cuidado sobre el colchón y se inclinó lo suficiente para que su cálido aliento chocara contra su columna vertebral, haciendo que KyungSoo se removiera y jadeara sin remedio.
El bajito elevó el sonido de sus quejidos cuando JongIn besó su espalda, dejando que su lengua se arrastrara con pereza por uno de sus omóplatos, dejando un caminillo casi imperceptible con su saliva.
JongIn descendió sus manos hasta sus caderas y lo sujetó con fuerza para restregarle de una buena vez lo puesto que estaba para perforarlo en cualquier momento.
KyungSoo se dejó hacer, su cuerpo era una gelatina que se moldeaba acorde a los movimientos de JongIn, retrayéndose lo suficiente como para quedar de rodillas y levantar el trasero, ese que su jefe se dedicó a morder con parsimonia antes de que su boca se deslizara hasta su entrada, mientras le separaba las nalgas con ambas manos.
KyungSoo no va a negar que se derritió en gemidos placenteros y súplicas cuando JongIn comenzó a lamer su entrada, ni que se aferró a las sábanas como si su vida dependiera de ello cuando el moreno después de lubricarlo lo penetró sin miramientos, apretó los ojos con fuerza para no gritar; fue duro e inesperado, como todo lo que su jefe hacía cuando se trataba de él.
Perdió la razón cuando JongIn aceleró las embestidas, sintiendo que las sensaciones se habían multiplicado por el simple hecho de no poder ver. Se moría por ver su cara porque seguramente se vería como un dios bajado del cielo sólo para cogerlo, le excitaba sobremanera pensar en su miembro venoso siendo apretado por su cavidad.
ㅡ ¿Te gusta? ㅡ preguntó JongIn con voz gutural, haciendo que KyungSoo asintiera sin remedio mientras gemía.
Se lo folló sin miramientos, acelerando en el trayecto, dejando besos regados por todo su cuerpo, marcas del agarre de sus manos sobre su cintura, sobre su pecho, JongIn le mordió los hombros y también el cuello, lo marcó como suyo como siempre hacía y KyungSoo estaba ciego, sus labios estaban hinchados de tanto mordérselo y ni siquiera él lo había tocado en la boca, al menos no todavía.
KyungSoo quería permanecer con la venda en los ojos si JongIn iba a metérsela hasta el fondo; duro y caliente como él mismo.
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Esto iba a ser SooKai por un gif de JongIn bailando con una venda que vi pero me ganó la imagen mental de KyungSoo vendado.
Les debo el SooKai, quizá me anime a hacerlo OS, o quizá lo use en otro de los prompt :P.
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Kinky pleasures ❀ KaiSoo • SooKai
Fiksi Penggemar❀ A KyungSoo le gusta disfrutar de JongIn, a JongIn le gusta disfrutar de KyungSoo, ambos deleitan al otro y lo llevan a sus límites, esos invisibles que ninguno esta dispuesto a trazar. ❀ autor: arhatdy ❀ KaiSoo/SooKai ❀ 33 viñetas. ❀ Smut, Romanc...