Creo fielmente en la fuerza del universo y de cómo éste influye en nuestra vida. nuestros actos que están unidos al de los otros. Todo en esta vida tiene un significado, una razón y una misión. Necesitas una cadena de acontecimientos para llegar a lo que eres hoy y todo lo que pasa en tu vida no es ningún error, todo pasa en el momento preciso.
¿Acaso el sufrimiento pasado es lo que influye en la felicidad del ahora?
En algún momento de mi vida esta frase llegó a mí, realmente no recuerdo sí lo leí o lo escuche, sólo sé que llegó en el momento indicado.
Se ve simple, pero mi razonamiento estaba algo abrumado en ése tiempo y no pude comprender a qué se refería y cómo eso puede servirme en mi vida. Así que después de un tiempo de reflexión en la ducha llegué a dos teorías.
1.- La felicidad requiere de perfección, no sufrimientos, no dolor y por ende no cicatrices, nadie podría ser feliz sí lleva cargando años de sufrimientos que siempre serán más pesados que el sentimiento. Una persona con cicatrices por toda su alma jamás podría ser feliz estando así, desafortunadamente son cosas imposibles de borrar, es una marca de dolor, un recuerdo imborrable. Entonces, ¿yo estoy condenada al dolor?, mi misión en esta vida es impedir más cicatrices, evitar el dolor pero sin llegar a ser feliz? Me niego a aceptar eso, no podría soportarlo, aún si evito el dolor, si evito sufrir el sentimiento de la tristeza me aprisionará y es igual de doloroso, es igual de sufrible.
Me negué a aceptar eso, salí de mi burbuja de dolor y observé al resto, cada persona que conocía tenía una carga de dolor a sus espaldas, pocas eran más livianas que otras, y muchas más sobrepasaban el mío. No puedo asegurar sí estoy en lo correcto pero ninguno de ellos era feliz a mi perspectiva.
Me cuestioné miles de veces, ¿habrá gente feliz en este mundo?, ciertamente estamos rodeados de problemas, de tristeza, de dolor, nadie está exento a no sufrir, pero ¿quién tiene el privilegio de ser feliz? La vida se nos va en descubrir la clave de la felicidad eterna, yo me incluía en ese grupo, los humanos desperdiciamos toda nuestra vida en eso, una vida perfecta, sin problemas y siendo ese el problema, que la vida no es perfecta. Y cuando nos damos cuenta de eso, llega la muerte. Desperdiciamos nuestra única oportunidad de vivir por nosotros mismos la felicidad que no estaba tan oculta como creemos.
Por lo que llegué a mi segunda teoría.
Mientras más sufrimos, más debemos de ser felices. La misma cantidad de dolor del pasado, debe convertirse en la misma felicidad del presente, porque ya conocimos ésa parte de la vida, ese lado amargo, ya vivimos lo que nos correspondía sufrir y nosotros decidimos cuando empezar a ser feliz. Nadie podría diferenciar la felicidad si nuestra vida está envuelta en una falsa tranquilidad, no permite sentir más sensaciones que las ligeras. No podríamos distinguir qué tan fuerte son los rayos del sol sí no conocemos los días nublados. Nadie puede saber que tan potente es su luz sí no permite que la oscuridad se acerque a ella. Nos impide el miedo a ser feliz, nos da temor los cambios, salirse de su zona de confort, nos da miedo tomar decisiones sin saber cuál es la correcta, nos aterroriza estar en la oscuridad porque tenemos miedo que nuestra luz no sea suficiente para alumbrar nuestro camino.
Llegando a la conclusión, que yo ya sé acerca del dolor, se cuánto sufrí y es mi deber buscar la felicidad para que ese peso de tantos años no me moleste más, debo buscar la misma cantidad de felicidad para equilibrar la carga. Supongo que será difícil saber cuánta felicidad necesito pero tengo toda una vida para saciarme. No puedo asegurar que a partir de hoy dejaré los problemas, ni alejar el dolor pero si decidiré si seguir sufriendo por siempre y encontrar más felicidad.
Está teoría es mucho más tranquilizadora que la anterior, significa que hay esperanza, que no estoy condenada a una vida de sufrimientos, que no importa cuanto llegué a sufrir, puedo usarlo como excusa para tener aún más felicidad.
Perdemos tiempo en alejar los problemas y dejamos a un lado traer nuestra felicidad. Nos aferramos a creer en una vida perfecta, siendo nosotros los imperfectos aquí, y no es culpa nuestra, está en nuestra naturaleza. Así es la vida, tan imperfecta y tenemos que vivir con eso, tenemos que vivir con nosotros mismos, tal cual y lograr ser felices con lo que tenemos y con lo que fuimos.
Si las personas dejaran de buscar en los lugares equivocados, abrir su mente y ver con el corazón, verían que la felicidad esta en cada rincón.
Yo pienso que el universo se encargo de darme ese mensaje en el momento donde sabría que me detendría a cuestionar su sabiduría, supo en qué momento abriría mi alma y descubriera que todo éste tiempo he estado buscando en el lugar equivocado y esperando algo no podemos controlar.
Ahora me dedico a abrir mi alma y ver con el corazón, ahora busco la felicidad en cada rincón de la vida y siento cómo poco a poco la carga se hace menos pesada.
Refmann.
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¡Gracias Universo!
SpiritualTengo una pequeña teoría para conseguir la vida Perfecta, y les juro que para mi ha funcionado.