Parte 7: "Noche de confesiones"

1K 77 11
                                    

Cuando llegaron al sitio donde se organizaba el baile todos elogiaron a la pareja de primos, remarcando en cada frase su parentesco. 

El salón estaba listo y la música sonaba tan animada que pronto comenzaron a cantar y bailar pero ella no estaba precisamente enfocada en el baile por lo que luego de un rato decidió salir a tomar aire.

-Ya regreso, tomaré aire por un segundo mientras tu puedes seguir bailando- dijo tiernamente al joven rubio que estaba con una copa de jugo en su mano.

-Esta bien, yo estaré aquí con unos amigos. 

Al decir esto, Yona se fue hasta el patio que tenía el salón de fiestas, este era un lugar muy bien decorado con luces colgando de una parra y un par de guirnaldas y globos , era un lugar muy bonito. El frío de la noche se hacia sentir a pesar de estar en un lugar tan acogedor.

-...Hak debí venir contigo, todo es tan aburrido aquí- suspiró con un tono triste.

-¿Dijiste algo?

-¡Hak! ... Oh perdón Soo-Won eres tú, te confundí con alguien más , lo siento- dijo riendo un poco por su equivocación.

- Ya es hora de irnos, no tienes que llegar tarde a tu casa, el tío me lo pidió.

- Si mejor vámonos- respondió seguido de un estornudo.

- Ven que te estas congelando aquí fuera- hizo un intento por abrazarla pero no pudo. Yona rompió en llanto al notar la facilidad con la que se acercaba a ella sin notar cuánto había roto su corazón. Le lastimaba verlo, que la considerara una niña, odiaba esa actitud de él.

-Iré al tocador por un momento- dijo con lagrimas en los ojos. 

Se encaminó hasta el baño de damas pero decidió huir cuando despistó a su pareja de baile. Ella no sabia el camino hacia su casa pero no le importaba, caminaría hasta encontrarlo. Finalmente ya se encontraba afuera del club, miró a ambos lados y no supo que camino escoger pero en ese momento su mirada se cruzó con la de Hak que estaba sentado en un banco. 

-Vámonos, he venido por ti aunque es temprano aún- observó el reloj de la torre que había junto al club.

-Nos iremos de todos modos.

-Bien, esto es para ti- tendió una rosa roja hacia la linda muchacha que estaba frente a él. -La encontré en el camino - mintió.

- Gracias es muy hermosa.- dijo esbozando una sonrisa mientras la acercaba para oler su perfume.

-Como tú- diablos se le escapó lo que pensaba- Es como tu, colorada y con un perfume tan fuerte que marea- arregló y seguido de esto tomó la mano de Yona y caminaron hasta el taxi que esperaba en la calle. Dio la dirección al subir y se dirigieron a su hogar.

Cuando la princesa de la casa estaba por abrir la puerta, el pelinegro la tomó del brazo ligeramente y se acercó a su oído.

-Quiero decirte algo... me gustas mucho Yona.

-¿Qué? - contestó con los ojos saltones, quedando congelada por lo que acababa de escuchar. ¿Eso había sido una confesión?, no podía creerlo.

Hak terminó de abrir la puerta y se fue rápido a su cuarto como si huyera de él mismo.

- ¿Le gusto a Hak?¿Fue una broma?- dijo Yona sonrojándose tanto que sus mejillas competían con el color de su cabello- iré a buscarlo.

Caminó por el pasillo hasta la habitación pero se detuvo en la puerta de esta.

- Si golpeo no sabré que decir- así que dio media vuelta y se fue a su alcoba.

Ese fin de semana los jóvenes no se encontraron más. Cada uno se fue por su lado, recién fue el lunes en el colegio que pudieron verse e intercambiar saludos. 








Akatsuki no Yona - Otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora