Epílogo: Amor verdadero

130 8 5
                                    

El tiempo pasó deprisa. Mi trabajo era el mejor que jamás pude tener, era detective en Scotland Yard.

El profesor Layton conoció de nuevo el amor, pero como me dijo Luke, la piedra del amor tenía razón y renunció a continuar con ese romance.

Flora me contó que lo que le dijo la piedra tenía razón y que estaba muy preocupada por su relación tanto con Luke como con la de Clive.

Con Luke no he hablado, pero se nota que está enamoradísimo de Flora.

A los cinco meses Desmond y yo nos casamos, fue muy precipitado pero era amor verdadero y cuando se sentía eso no hay que perder el tiempo. Éramos muy felices, pero nos faltaba algo.

Un día, en casa, tuvimos una conversación que cambió nuestras vidas.

(Sycamor) ¿Cariño, la echas de menos?

(Emmy) Sí, echó mucho de menos a Eiris. Me preguntó qué estará haciendo o cómo le irá, es muy pequeña.

(Sycamor) ¿Quieres que lo averigüemos?

(Emmy) ¿Qué quieres decir?

(Sycamor) ¿Quieres que esté con nosotros?

(Emmy) ¿Cómo?

(Sycamor) Cuando la conociste querías adoptarla, pero no podías porque no tenías ingresos ni una casa para mantenerla, pero ahora sí que lo tienes. Podemos adoptarla.

(Emmy) ¿Quieres adoptarla?

(Sycamor) Claro. ¿Por qué no?

(Emmy) ¿Cuándo nos vamos?

Ambos nos sonreímos y nos fuimos al Bostonius. Era hora de volver a Folsore.

Cuando llegamos nos recibió el frío ambiente, aunque estábamos en primavera seguía haciendo frío.

Paseamos por el pueblo hasta llegar al bosque y nos adentramos en él y terminamos en la casita de Eiris. Llamamos y enseguida nos abrió con su característica sonrisa.

(Eiris) ¡Emmy!

(Emmy) Hola Eiris.

(Eiris) ¡Qué bien que hayáis venido! Necesito vuestra ayuda.

Nos llevó dentro de su casita y nos señaló una parte del techo donde había una bola de Navidad.

(Eiris) ¿Podéis quitarla de ahí?

(Sycamor) Yo me encargó.

Cogí en brazos a la pequeña para abrazarla.

(Eiris) Estoy tan feliz que hayáis venido. ¿Qué tal por Londres?

Le enseñé mi mano con un anillo.

(Emmy) Nos hemos casado.

Eiris acarició el anillo con nostalgia.

(Eiris) ¿Y sois felices?

(Emmy) Mucho.

(Eiris) Qué bien...

(Emmy) ¿Y esa cara tan larga?

Le hice cosquillas haciendo que se riera y la dejé en el suelo.

(Sycamor) ¿Qué te ocurre?

(Eiris) Mañana... Mañana es mi cumpleaños.

(Emmy) ¿Y quieres que te regalemos algo?

(Eiris) ¡Me haría mucha ilusión!

(Sycamor) Tenemos algo mejor que un regalo para ti.

(Eiris) ¿En serio?

(Sycamor) ¿Querrías venirte a Londres? ¿Vivir con nosotros?

(Eiris) ¿¡Mudarme con vosotros!? ¿¡En serio!?

(Emmy) Sí. ¿Quieres?

(Eiris) ¡Sí que quiero, sí que quiero!

Ayudamos a Eiris a organizar sus cosas y poco a poco las subimos al Bostonius mientras ella se despedía de la gente de su pueblo.

(Vincent) No corras tanto Eiris que te vas a chocar con alguien.

(Eiris) Es que tengo prisa. ¡Me voy a Londres!

(Vincent) ¿Ah sí? ¿Y con quién vas?

(Sycamor) Con nosotros.

(Vincent) Vaya, no os había visto. ¿Os lleváis a Eiris?

(Emmy) Queremos adoptarla.

(Vincent) Es lo mejor que podíais hacer.

Se dirigió a Eiris.

(Vincent) Disfruta de tu nueva vida, Eiris.

Unas semanas después terminamos todo el papeleo para hacer oficial a Eiris parte de nuestra familia. Ahora sí que éramos una familia oficial.

Eiris estaba muy feliz, nos dijo que lo que le dijo la piedra se había cumplido y eso la alegraba muchísimo.

Dos años después me quedé embarazada y tuve un niño al que Eiris quería como nunca, siempre jugaban a los detectives y cosas así. Era una estampa muy bonita.

Eiris creció y se hizo una chica muy bonita de diecisiete años con un gran sentido aventurero.

(Eiris) ¡Emmy, me voy!

(Emmy) ¿A dónde vas?

(Eiris) ¡En busca de aventuras y misterios por resolver!

El profesor Layton y la piedra del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora