Good love never die < Mermaid 2 >

7. Los baños del gimnasio

"Ariel's pov"

Harry hizo que rodeara mis piernas en su cintura mientras me agarraba de los muslos fuertemente. Seguimos besándonos sin parar hasta que noté como mi espalda chocaba con algo duro. Harry me había apoyado en la pared de los baños del gimnasio y no tenía ni idea de como habíamos llegado ahí. Pero no me importaba, en ese momento solo importaba él. No sabia por que, pero siempre acabábamos reconciliándonos en los baños del gimnasio.

- Sirena.. - Jadeó Harry en mi oído mientras comenzaba a repartir besos húmedos por toda la base de mi cuello. Joder, cuanto lo había echado de menos. - Te necesito. - Susurró a mi oído suplicante.

- Y yo a ti. - Dije entre jadeos. Harry me quitó la camiseta por la cabeza mientras yo hacia lo mismo con la suya. Necesitaba sentirle y lo necesitaba ya. Estaba impaciente. El chico comenzó a desabrocharme los pantalones mientras yo me los bajaba rápidamente para quedar únicamente en ropa interior.

- Joder, eres preciosa, sirena. - Dijo él, pegándome un repaso de arriba a abajo. Esa mirada me encendió por completo por lo que comencé a bajar sus pantalones cortos muy rápido.

Solo nos separaba la fina tela de nuestra ropa interior. Harry acercó una mano a mi entrepierna mientras me acariciaba por encima de las bragas. Madre mía.

- Estás muy mojada, cariño. - me susurró al oído haciendo que se me erizara todo el bello de la piel. Harry subió las manos mientras repasaba la silueta de mi cintura muy lentamente, hasta que llevó sus manos a mi espalda para desabrochar mi sujetador. Una vez me lo hubo quitado, comenzó a acariciar mis pechos suavemente. Mierda. Me sentía como en el cielo.

- Harry.. - Jadee mientras llevaba uno de mis pechos a su boca y lamia mi pezón con delicadeza. Prosiguió con su tarea  y yo no podía parar de gemir de placer. No pude aguantar más y le obligué a volver a besarme. Le necesitaba.

De repente, me bajó las bragas de un tiró y se quitó sus Calvin Klein blancos.

- Mierda. No he traído. - Dijo él haciendo referencia a los condones.

- Mañana me tomo la pastilla. - Dije rápidamente sin pensarlo. No podía esperar para sentirla dentro de mi. Harry asintió y volvió a cogerme como antes, con mis piernas rodeando sus caderas. Comenzó a metérmela muy lentamente, pero yo no aguantaba más y me pegué hacia él rápidamente, para sentirlo dentro por completo.

- Joder. - Maldijo Harry, mientras comenzaba a moverse muy lentamente dentro de mi. Nunca le había sentido sin condón y no podía imaginar que el contacto fuese tan maravilloso.

Harry comenzó a acelerar el ritmo haciendo que yo gimiera aún más fuerte.

- Cariño, voy a correrme. - Advertí yo un rato después.

- Venga, córrete para mi, sirena. - Dijo mi chico acelerando el ritmo aún más y haciendo que estallase en un increíble orgasmo. Wow, no se como había aguantado tanto tiempo sin esto.

- Te quiero. - Me susurró al oído.

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"Harry's pov"

Entramos en el piso de Alaska agarrados de la mano, mientras Ariel se reía de un chiste malo que le acababa de contar. Estaba preciosa cuando reía. Bueno, en realidad, siempre estaba preciosa.

Cuando entramos en el salón y Alaska nos vio, frunció el ceño al instante.

-¿Que coño significa esto?- preguntó mi hermana con cara de pocos amigos haciendo referencia a nuestras manos entrelazadas.

- Hemos vuelto. - Dijo mi chica, mientras me sonreía con ternura. Ay, me la iba a comer.

- ¿Qué? - Alaska estaba boquiabierta mientras nos miraba a los dos con los ojos como platos. - ¿en serio le has perdonado unos cuernos? - Le preguntó a Ariel. Que hija de puta era mi hermana.

- Alaska, tenemos que contarte lo que pasó verdaderamente.  - Dije yo, antes de que Ariel pudiera contestarle. - Todo ha sido un trampa.

Entre Ariel y yo conseguimos contarle a mi hermana todo lo ocurrido. Aunque fue difícil ya que la muy pesada nos cortaba cada dos por tres.

- Tengo ganas de matar a ese hijo de puta. - Dijo ella, haciendo referencia a Luke.

- Ya somos dos. - Le siguió Ariel.

- Tranquilas, de eso me encargo  yo.

- No, Harry. No quiero que te metas en peleas. Además ese tío es peligroso. - Puff, no quería que me metiese en peleas y justo tenía una este Sábado. Tendría que contárselo en algún momento.

- Me da igual. Ese hijo de puta va a lamentar lo que nos hizo.

- Harry.. - Siguió insistiendo Ariel, pero la callé con un beso. No quería preocuparla, pero estaba claro que no me quedaría de brazos cruzados después de lo que había echo. Conmigo no se metía nadie, y con mi chica, menos.

- Tranquilízate, cariño. No va a pasar nada. - Dije yo para que se relajara.

Estuvimos toda la tarde en el sofá hablando de tonterías a las que yo no estaba prestando atención. Ya que sólo tenía ojos para ella. Ariel estaba apoyada en mi hombro mientras yo rodeaba su cintura con el brazo. Ella estaba hablando tranquilamente con Alaska y estaba guapísima. Tenía mejor aspecto que un año atrás y estaba súper contento de que ya comiese más. Sabía que superaría aquel trastorno y estaba muy orgulloso de ella.

Un rato después la puerta del piso se abrió mientras por ella entraba Edward, más pálido de lo que le había visto nunca.

- Ey ¿que pasa tío? - Le pregunté a mi hermano.

- La he cagado. - Dijo él, mientras daba vueltas por el salón como un loco.

- Eddie, tranquilízate y dinos que pasa. - Dijo Ariel, mientras se levantaba del sofá y cogía a Ed de la mano. Suéltala, imbecil. Pensé. Pero me regañé mentalmente a mi mismo. Era mi hermano, joder. Además, ella acababa de volver conmigo. 

- Laura..  ella está.. - Dijo mientras le temblaba la voz. Entonces empecé a preocuparme.

- ¿Que le ha pasado a Laura? - Dijo Alaska acelerada.

- ¿Está bien? - Preguntó Ariel asustada.

Mi hermano no le contestó a ninguna de las dos chicas y me miró, fijamente. Oh no. Le conocía e intuí de inmediato que era lo que pasaba.

- Está embarazada. - Dije yo, sin tener que preguntar a mi hermano. Él no lo negó, por lo que eso lo afirmaba.