Capítulo 38

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—¿Mi vida? ¿Qué pasa?—Preguntó Golden, al ver lo molesto que iba Foxy—¿Quién llamó a la puerta?

—Como si no fuese obvio—Gruñó el pelirrojo, mientras rodaba los ojos

—... Era Freddy ¿Verdad? ¿Qué te dijo?

—... Que dejara de acapararte—Los ojos de Foxy se cristalizaron, no había tema que le dañara más que aquel—E-Es un imbécil...

—Ay... Mi amor—Murmuró Golden, mientras tomaba las manos de Foxy con fuerza—Bebé, no lo escuches ¿Sí? Él no tiene porqué estar opinando sobre nuestra relación.

—S-Sí, pero... Y-Yo quiero que tengas amigos, que salgas y compartas, n-no que te centres solo en mí, y-y... Q-Que él dijera eso significa que no lo hago bien—Intentó secar las lágrimas que amenazaban con caer

—Amor, calma. Tengo amigos y los sabes, sabes que salgo con Fede, que hablo con Chica, etcétera, no te preocupes. Tampoco es tu culpa que no salgas de mi cabeza ni un segundo—Sonrió a modo tranquilizador.

Foxy tan solo miró unos pocos segundos a Golden, que mantenía su sonrisa imborrable.
Era esa sonrisa tan característica que tenía, y que lo volvía loco, y que habían veces en las que, contradictoriamente, lo calmaba. ¿Era acaso posible que una sonrisa causara tantas cosas en alguien? A Foxy le causaba no solo las mariposas en su estómago, si no que esas mariposas se volvían dragones dentro de sí, dragones intranquilos que no lo dejaban en paz.
Esas sonrisas significaban un mundo entero para Foxy.

—T-Te quiero—Murmuró muy bajito, con la mirada enganchada a algún otro punto, lejos de los ojos del rubio que tenía en frente

Aquel era todo un paisaje, digno de retratar en el papel, o quizás incluso con palabras que luego se compartirían en una melodía pensada y precisa. Y es que tener a Foxy, con sus mejillas rojas, sus ojos ambarinos con tal brillo especial que tenían cada vez que pensaba, veía, o sentía a Golden, mientras intentaba evitar la mirada de su contrario. ¿Por qué era que le gustaba tanto un espectáculo que podía observar todos los días, sin falta alguna?

—También te quiero muchísimo, bebé—Sonrió ampliamente

Una pequeña sonrisita se dibujó en el sonrojado rostro del más alto.

Sus discusiones siempre terminaban así ¿Es que no sabían discutir, o directamente eran profesionales en ello? Muchas parejas terminaban distanciadas, pero ellos siempre terminaban sonriéndose entre sí como si fuese la primera vez. Como si tan solo fuesen un par de tortolitos recién conociendo el amor. Ese era su punto más fuerte. Su amor siempre era como la primera vez. Como la primera vez que cruzaron miradas de puro afecto, como la primera vez que intercambiaron dulces palabras, como la primera vez que hicieron contacto con el cuerpo del otro, como la primera vez en la que sus labios se unieron para formar el espectáculo más emocionante, exaltante, asombroso, maravilloso, sumamente delirante y deleitante para ambos. Siempre era la primera vez. Todas las citas era tan especiales como la primera, todos los besos eran igual de maravillosos que el primero. El amor por el otro era incesante, confiaban en que jamás acabaría.
Toda historia tiene un final, ya sea feliz o triste. Pero él no quería que acabara. Nadie quiere que su historia perfecta acabe, pero siempre habrá un final. Para todo.

Sus miradas se encontraron. El oro y la plata se enfrentaron, ambos brillando como las piedras preciosas que eran. Una combinación magnífica, digna de admirar. Los brillantes ojos plata de Golden conectaban con los claros ojos de Foxy de una manera tan perfecta, que parecían haber sido tallados específicamente para encajar a la perfección con el otro. Hechos para estar juntos. El destino había sido escrito desde el nacimiento de ambos -Bien, desde el nacimiento de Foxy considerando que él era el mayor de los dos, pero es la onda cursi-. No habían desafiado el destino, como ha pasado con otras personas, ellos no conocían lo que estaba escrito para ellos, pero de igual modo, lo habían aceptado.
Habían aceptado el estar con el otro, por más tóxico que fuese, habían aceptado quererse, y respetarse, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe. Como se había oído el día de su boda.
Su "acepto" era la confirmación final.


Este capítulo es solo para alargar el suspenso, ahre, ya falta poco pa la weá juerte ajakabajska

Vale, parece que sí les importa saber qué verga estaba haciendo yo en la clínica jakshakzka

Pues la verga es esta, el codo derecho me lleva doliendo desde... ¿Noviembre? Quizás más tiempo, ya no lo recuerdo. Entonces fuimos a hacer exámenes, tengo Epicondilitis, que es una inflamación al tendón por sobre esfuerzo (También se le llama Codo de Tenista), y para tratarlo voy a tener que ir a dos sesiones de un tratamiento llamado "Ondas de choque"... Me van a electrocutar el brazo xdxdxd Ahre
Pero bueno, era eso jaljslamd

Difícil 2 -Golxy-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora