CAPÍTULO 4

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Hoy es el día... Faltan tan solo unos minutos para que me hagan el trasplante...
-Tranquila Hikari, yo voy a estar aquí.
-Lo sé, gracias enano.
Como de costumbre despeino el pelo de Hiroki.
-Tranquila cielo, tu padre y yo también vamos a estar. Ya verás que todo va bien.
-Eso es, tú no te preocupes por nada.
Asiento y le doy un abrazo a mis padres y después a mi hermano, en ese momento entran Kimi y su madre, mis padres, mi hermano y yo nos despedimos por última vez y se van. Kimi y su madre se acercan a mí.
-¿Nerviosa Hikari?
-Pues sí y no.
-Bueno mamá, mejor no le volvamos a preguntar eso, Hikari estará aburrida de tanto escucharlo.
-Entonces os dejo estos últimos momentos a solas. Hasta luego Hikari.
-Adiós.
La madre de Kimi se va.
-¿De verdad que estás bien?
-Claro que sí, no te preocupes. Parece que van a hacerte el trasplante a ti y no a mí.
-(Ríe) Eres mi mejor amiga y me preocupas.
-Lo sé, y te lo agradezco muchísimo. Después de esto ya podré llevar una vida cien por cien normal.
Kimi me mira unos segundos y después me abraza, yo a ella también, es cierto que estoy un poco nerviosa, pero es normal y debo pensar en positivo.
Tras unos segundos ambas nos separamos.
-No te preocupes, todo va a ir bien, ¿vale?
Asiento y nos damos otro abrazo, en ese momento la puerta se abre y entra la enfermera.
-Vamos a llevarte ya a quirófano, Hikari.
-Vale.
Kimi me mira y me aprieta la mano.
-Tranquila.
Asiento y ella se va, yo respiro hondo para calmarme.
-¿Estás lista?
-Supongo.
-Eres una paciente muy valiente, ya verás que no es nada.
La enfermera me sonríe, la verdad es que no sé si estoy lista para el trasplante, pero ya no hay vuelta atrás.

Ya estoy en quirófano, hay un montón de médicos, todos con mascarillas y demás, tenían un montón de instrumentos quirúrgicos, por suerte me van a sedar con una de esas mascarillas.
Veo como un médico se me acerca con la mascarilla.
-Bien, en cuanto te ponga esto contarás hasta diez, ¿de acuerdo? Va a ser muy rápido.
Asiento y el médico me pone la mascarilla, yo empiezo a contar.
1... 2... 3... 4... 5...
Mis ojos son cada vez más pesados...
6... 7...
Noto como me voy quedando dormida...
8... 9...
Último segundo consciente...  Cuando despierte estaré como nueva...
10...

...
¿Dónde estoy...?
...
Me noto muy cansada...
...
¡El trasplante!
Rápidamente me incorporo y miro a los lados. Estoy de nuevo en mi habitación, tengo una mascarilla, suero y mil aparatos más conectados. No sé por qué pero me noto muy rara... Supongo que será cosa del trasplante.
Miro de nuevo a los lados y veo que en la mesilla hay un ramo enorme de flores con una tarjeta. Cojo la tarjeta y leo lo que pone.
"¡Qué te recuperes pronto! ¡Ánimo!"
Es de mis compañeros de clase, me encanta el detalle que han tenido, le pediré a Yamato que se lo agradezca a todos de mi parte. Un momento... ¡Yamato! Se supone que va a venir en un rato y yo parezco un zombie recién sacado de la tumba...
En ese momento se abre la puerta y entran mis padres y mi hermano.
-¡Hikari!
Me hermano me da un abrazo suave.
-¿Cómo estás?
-Pues atontada y con pinta zombie pero bien.
-(Sonríe) Es normal cielo, pronto estarás bien.
Mi madre me da un beso en la cabeza.
-Eres toda una campeona hija.
-Gracias papá.
Mi padre sonríe y me da otro beso en la cabeza.
En ese momento se abre la puerta y entra Yamato.
Mis padres y mi hermano le saludan, se despiden de mí y se van. Yamato se acerca a mí, se sienta en la cama a mi lado y me da una flor y yo la cojo cuidadosamente.
-Gra-gracias...
-De nada (sonríe). ¿Qué tal?
-Ma-más o menos...
-Ya verás que te recuperas, por cierto, ¿te gustan?
Yamato señala a las flores de la mesilla.
-Me encantan, habéis tenido un detalle precioso. Muchas gracias.
-No hay de que (sonríe). Les diré a todos que te han gustado.
Asiento, entonces en ese momento me siento algo mareada. Yamato pone su mano en mi hombro. No sé que perfume se habrá echado pero huele genial... Parezco una loca pensando en el olor de la gente, pero Yamato huele bastante bien. ¡¿Pero qué digo?!
-¿Estás bien?
-Sí, sí, sí, tranquilo... Es solo un mareo, todavía tengo efectos de la anestesia.
-¿Aviso a la enfermera?
-No te preocupes.
En ese momento entra Kimi.
-Perdón si interrumpo, ya me voy.
-No, tranquila, yo ya me iba, solo venía a ver como se encontraba Hikari. Bueno, me voy. Que te recuperes pronto.
-Gra-gracias...
Yamato me sonríe, Kimi y él se despiden y se va, Kimi se acerca y se sienta a mi lado.
-¿Y esa mano de Yamato en tu hombro?
Noto como me sonrojo.
-Solo se preocupaba porque me ha dado un mareo, nada más.
-Ya. Por cierto, ¿qué tal?
-Bien, un poco atontada por la anestesia.
En ese momento veo como a Kimi le cambia la cara.
-¿Ocurre algo?
-Eh... No... No... Pero... ¿De verdad que no te sientes extraña o algo?
-Bueno, un poco sí, pero supongo que es normal cuando te acaban de poner el hígado de otra persona.
Kimi me mira y después me abraza. ¿A qué viene eso?
-¿Estás bien Kimi?
Kimi se separa y asiente.
-Sí.
Kimi sonríe forzadamente.
-Bueno, voy a decirle a mi madre que te encuentras bien, ahora vuelvo.
Asiento y Kimi se va, ¿por qué está tan rara? Un momento... Kimi olía muy parecido a Yamato... Supongo que será porque acaban de verse y tal pero... ¿Y si resulta que están juntos pero Kimi no quiere decírmelo? Vale, vale, me estoy haciendo muchas paranoias, la anestesia no me ha sentado nada bien, me está provocando mil efectos, entre ellos ponerme a oler de forma excesiva a las personas, porque el olor de mis padres y mi hermano era más fuerte que el de costumbre también. En fin, será mejor que deje de pensar en estas cosas, voy a ir al baño así me despejo un poco...
Me levanto despacio y voy hacia el baño, al entrar cierro la puerta y decido lavarme la cara.
Cuando termino de echarme el agua levanto la mirada hacia el espejo.
¿Qué-qué? No, no, no, tiene que ser efecto de la anestesia.
Vuelvo a echarme agua y me miro al espejo, pero seguía ahí...
Me echo agua y miro al espejo una y otra vez, esto tiene que ser efecto de la anestesia, tiene que serlo... Los ghouls solo existen en el anime, yo no puedo tener un ojo de ghoul, yo no puedo ser uno de ellos... ¡No es posible! ¡Tiene que ser una pesadilla o una alucinación! ¡No es posible!
Continuo echándome agua y mirándome al espejo, pero seguía ahí... Mi ojo derecho seguía con esos colores negro y rojo... Esto no es posible, es imposible que los ghouls existan y que yo sea uno de ellos... Esto tiene que ser una pesadilla...
Noto como se me empiezan a caer las lágrimas las cuales se mezclan con el agua que tenía en la cara. Me siento en el suelo y pongo mi cara entre mis piernas mientras me abrazo todo lo fuerte que puedo esperando que esto solo sea una pesadilla o una alucinación por la anestesia...

¿Yo un ghoul?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora