Llego a mi casa, me dirijo a la cocina y como un poco de helado, subo a mi cuarto y me tiro en la cama y escucho mi celular, es un mensaje.
~Paso por ti a las 5:00p.m
Es Santi!! Cuando me fijo en su foto de perfil de WhatsApp es la selfie que nos tomo en la escuela!!! Lo agrego a mis contactos y le respondo.
~Me parece bien!.
Me meto a bañar me cambio de ropa, y optó por un Top Crop floral y una falda igual, y mis converses blancas. Perfecto para un día soleado. Hago crespos en la parte baja de mi cabello que hacen ver mi cabello más abundante y aún así mi cabello se ve largo. Mi madre suele llamarme Rapunzel pero creo que exagera pues mi cabello solo llega un poco más abajo de mi cintura, al recordarla quiero hablar con ella, así que la llamo.
-Hola mamá!
-Hola cielo! Cómo estás!?
-Muy bien, voy de salida.
-¿A donde irás?
-Saldré con un chico que conocí hoy.
-Quiero escuchar más sobre eso, pero lo hablaremos cuando tengas tiempo.
En ese momento escucho la bocina de un auto, miro por mi ventana y veo a Santi recostado sobre la puerta del copiloto, es un Lamborghini rojo, y es hermoso.
- Claro! Te llamo luego mamá, te amo.
-Y yo a ti, cuídate!. Dice y cuelga.
Me aplicó mi perfume favorito, y bajo a la puerta principal. Abro la puerta y enseguida Santi sube su mirada y me mirá.
-Estas Preciosa!
-Hola a ti también. Digo cerrando la puerta.
El habré la puerta del auto y me deja pasar. Rodea el auto y se sienta en su puesto.
-¿A donde vamos?
-¿Te gustan las “guaridas”?
-Nunca he estado en una!
-Pues hoy lo estarás, preciosa!
No es muy largo el trayecto, finalmente para delante de una casa, se ve grande. Habré el estacionamiento, y entramos en el auto. Se baja y abre mi puerta, me da la mano para ayudarme a bajar, y entramos a la casa por la puerta trasera.
-¿Quien vive a aquí?
-Yo!. Responde él.
-Y ¿Esta es la guarida?
-No, Preciosa.
Toma una canasta aparentemente con comida adentro, me toma de la mano y salimos de la casa por atrás de esta, hay un jardín inmenso con una piscina abre la cerca que encierra el jardín y nos sumergimos por un camino, es lindo, hay grandes robles, y mucha naturaleza.
-¿Vives solo?
-Si! Cuando quieras acepto tu compañía preciosa. Dice y me guiña un ojo.
No muy lejos noto una casita no muy grande, y atrás de ella hay un lago con una pequeña cascada. Santi abre la puerta de la casita.
-Bienvenida a NUESTRA guarida. Me llama la atención el plural.
-¿Nuestra?. Pregunto
-Todo lo que te pueda ofrecer, es tuyo ahora, te ofrezco mi “guarida” te ofrezco mi protección, y también mi vida si es necesario. Solo por favor no pienses en alejarte de mi, preciosa.
Quedó sin palabras, no entiendo porque me dice todo esto. Finalmente sonrió y digo:
-No lo haré, si tu tampoco lo haces.
