VICTORIA (¿Y si te quedas qué? 1)

capitulo 7

-Quien eres y que le hiciste a mi hermana?!!! -bromeó rosaline cuando vio a victoria descender por las enormes escalas de la mansión-

-no me canso de decirlo, me siento muy orgulloso de tener como cuñada a una joven tan hermosa como tu le dijo fredrick ayudándola a bajar- ¿Que pasa christian, nuevamente te has quedado sin aliento?

-Que linda estás -fue lo único que dijo el marqués- Ahora por favor, vamos antes de que se haga tarde, la mansión de los fournier está un poco retirada, no sería prudente llegar tan retrasados.

-Tienes razón, vamos entonces -dijo victoria tomando el brazo de christian-

-Vicky, cuídate mucho, prométeme que vas a estar bien -le dijo rosaline-

-Voy a estar bien rosi, estaré con el marqués, nadie se atrevería a hacerme algo-

-Te quiero mucho hermana, espero que disfrutes mucho

El carruaje partió, la joven sentada frente al marqués no dejaba de sentirse incomoda por la penetrante mirada que este le lanzaba.

-Por qué me... -antes de que victoria terminara de hablar christian la interrumpió-

-Eres hermosa victoria, no entiendo como aún no estás comprometida con nadie. -Dijo el marqués

-No lo puedo creer, ¿tu también?, ¿tan harto estás de mi presencia en tu casa?, pues para tu tranquilidad esta noche trataré de buscar a alguien que quiera tomarme como su esposa

-No digas eso victoria, no estoy cansado de ti, no entiendo como si quiera puedes pensarlo,Dios, sabes como exasperarme... esta noche no vas a buscar a ningún pretendiente,esta noche estarás conmigo

-Disculpa pero tu solo viniste para cuidarme según tengo entendido, porque no es que te agrade mucho ir a la casa de thomas.

-Es verdad, pero no estoy aquí solo por eso...

-Entonces por qué?... -preguntó victoria

Christian entonces guardó silencio, no sabía que responder, o sí lo sabía, pero no quería asustar a victoria, sabía que aún no era el tiempo prudente para que lo supiera.

-No importa, olvídalo y discúlpame por hablarte así, no fue mi intención -dijo el marqués un poco más calmado-

victoria desilusionada solo se acomodó y retomó su vista hacia el camino

Vuelve a comportarse así, no entiendo que le pasa, por qué tiene que hacer todo tan difícil, si solo supiera que... es mejor que lo olvide, no vale la pena -pensó victoria-

Un largo rato después de estar viajando, el coche se detuvo y el lacayo abrió la puerta. Christian bajó y le tendió la man a victoria para ayudarla a ponerse en tierra. Una gran parte de la sociedad londinense estaba en aquella mansión. El anfitrión de la fiesta y su familia estaban en la enorme puerta dorada recibiendo a todos los invitados. Al llegar, el marqués y la joven saludaron de manera muy atenta, sostuvieron una pequeña conversación con thomas y sus padres, luego ingresaron al gran salón. había como mínimo unas trescientas personas, de las cuales docientos noventa y nueve los veían solo a ellos dos.

A medida que caminaba, christian escuchaba comentarios que los demás hombres hacían acerca de su mujer, la dama que ahora llevaba del brazo, lo mismo pasaba con victoria, cada mujer fantaseaba con el marqués, ella era la envidia de muchas y él la envidia de todos.

-Ven, quedémonos por aquí -le dijo christian señalando una mesa para que se sentaran-

-Que te pasa? -preguntó ella mientras ocupaba un puesto-