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Incluso cuando mi cuerpo dolía más y más cada mañana, tenía un poco de fuerza que me animaba a levantarme cada día.

Te culpo de esa fuerza, Allen. Había empezado a temer por ti, por lo que sin darme cuenta en realidad, había empezado a cuidarte a la distancia.

Cuando alguno de los bravucones de Randall pensaba en hacerte algo al verte caminar por el pasillo, me las arreglaba para hacerlos enojar y que la tomaran conmigo.

Ya no dolía. Era mejor ver que estabas a salvo.

Goodbyes [Starlight 0.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora