El precipicio •| TaeGi |•

Capítulo 1

El bosque era un lugar peligroso, eso lo tenía muy en claro YoonGi, aunque no lo pensó dos veces al internarse en el después de ver a su pequeño gatito ir en su dirección.

Camino por todos lados, buscándolo por cada pequeño rincón y luego de varios minutos de búsqueda, se dió por vencido, tal vez su mascota podría regresar sola a casa. Al dar vuelta para regresar, se encontró rodeado de varios pinos de grandes alturas; suspiró frustrado, estaba completamente perdido. Fue directamente hacía un tronco caído y se dejó caer en el, pensando cómo podría resolver esa situación.

— Qué tenemos aquí, el pequeño Min YoonGi está perdido. — escuchó trás de él. Pego un grito por el susto y se volvió hacía la voz del desconocido. Recargado sobre el tronco de un árbol se encontraba TaeHyung.

TaeHyung era su compañero de aula, con el cual no tenía una buena relación, y en realidad no era culpa de YoonGi pues él siempre trataba de ser amable con él, pero era imposible tratar con TaeHyung sin que esté lo insultara o agrediera. YoonGi suspiro y sonrió tratando de ser lo más amable con el.

— Lo estoy Tae, podrías guiarme hacia la salida, por favor. — pidió el de cabellos grises, no quería molestar a Taehyung y que esté lo dejase a su suerte en medio de aquel tenebroso bosque.

— No lo sé YoonGi. — respondió.

TaeHyung era una persona demasiado engañosa, así que siempre trataba de sacar provecho en momentos como estos en los cuales alguien necesitaba ayuda y el necesitaba que le hicieran un favor.

— ¿Qué gano a cambio? — preguntó alzando su ceja derecha.

En ese momento YoonGi supo que no iba a salir nada bueno de esa conversación, TaeHyung era un caso perdido en la escuela así que ya se imaginaba a altas horas de la madrugada haciendo los deberes del más alto cada noche de lo que quedaba de su curso. Sin más remedio, suspiro y se animó a preguntar, resignándose a la idea de ser el posible sirviente de TaeHyung.

— ¿Qué es lo que quieres que haga por ti? — dijo una vez reunidas todas sus fuerzas, una picara sonrisa adorno la cara del pelirrojo.

— Bueno, estaba pensando, YoonGi, eres el chico ejemplar de este pequeño pueblo, orgullo de tus padres ¿nunca has hecho nada arriesgado en toda tu vida, o si? — YoonGi observó a TaeHyung sin entender nada.

— No entiendo a qué te refieres —susurró el peligris.

— ¿Quieres acompañarme a una fiesta esta noche? — YoonGi abrió los ojos sorprendido, jamás se hubiera imaginado que TaeHyung, el mismo chico que lo odiaba, por alguna razón desconocida, lo invitará a una fiesta; aunque preferiría mil veces más hacer la tarea de TaeHyung, consideró la opción un segundo aunque en realidad odiaba las fiestas.

— Yo no lo sé, Taehyung. — dudó un poco.

En realidad era mejor idea hacer su tarea el resto del curso, lo mejor era decirle que no aunque tampoco quería quedarse en medio del bosque, lo pensó unos segundos y maldijo a su gato, por su culpa sería obligado a ir a una fiesta de vagos y borrachos.

— Está bien, buena suerte saliendo del bosque YoonGi — agitó su mano y dió la media vuelta para poder internarse nuevamente en el bosque.

La sonrisa socarrona de TaeHyung se dejaba ver por una pequeña parte de su cara, la cual estaba iluminada por un pequeño rayo que se filtraba por entre las ramas de los grandes pinos. YoonGi, al ver que se iba, corrió a detenerlo, agarrándolo de la mano le dijo:

— Esta bien, está bien TaeHyung, aceptó acompañarte esta noche, pero con una condición — TaeHyung sonrió por haber convencido a YoonGi.

Definitivamente esa noche se divertiria mucho con el pálido, tomó a YoonGi de ambos brazos y lo estampó contra un árbol, una de las cosas favoritas de TaeHyung era molestar a YoonGi, y en realidad no lo hacía para dañar al menor, simplemente era graciosos ver su pequeña cara contraerse gracias al miedo que él, TaeHyung, infundía.