30 Days Otp Challenge (Sormik)

Day 1: Holding Hands.

Day 1: Holding Hands / Día 1: Tomándose de las manos.

Todo marchaba bien en Ladylake, gracias a la llegada del nuevo pastor el cual junto con sus acompañantes, los serafines, la princesa Alisha y Rose los cuales trabajaban casi todo el día sin tener mucho tiempo para compartir entre ellos o descansar adecuadamente.

Esto le frustraba realmente a Sorey, el cual solamente quería pasar tiempo a lado de su Mikleo  desde que era pequeño siempre estuvo enamorado de Mikleo, un día decidió declararle sus sentimientos al serafín, él cual acepto gustosamente aquella declaración de amor, para la sorpresa de Sorey, Mikleo también estaba enamorado de él desde que eran niños.

Ahora se dirigían a descansar un rato, finalmente habían terminado con su trabajo realmente era agotador ser un pastor, por lo menos hoy no tuvieron mucho trabajo que digamos, ahora se dirigían al refugio de rose, ahí descansarían y comerían algo.

  — ¡Sorey! ¿Estas escuchándome?-Una voz femenina interrumpió los pensamientos del pastor, el cual se volteo a verla con un sonrisa nerviosa en sus labios.

  — No, disculpa ¿Que decías?-Dijo el pastor un tanto apenado, se había vuelto a perder en sus pensamientos.

  — Ah...-La chica solamente dejo salir un suspiro.— Ya van dos veces que te lo repito, esta sera la ultima ves— Dijo la chica un tanto enojada.

  — Esta bien Rose — Dijo el pastor poniendo total atención hacia la pelirroja.

  — ¿Podrías ir a comprar algo? Ahorita tengo que ir con unos vendedores y realmente no tengo mucho tiempo, no te preocupes por el dinero, al ser el pastor te darán lo que quieras— Dijo Rose dejando salir otro suspiro de sus labios, mientras que con su dedo indice me señalaba.

  — S-Si esta bien, no te preocupes yo lo hago—Dije con un deje de nerviosismo, cuando Rose se enoja no es nada bonito de ver.

— Bueno me iré yendo — Dijo Rose alejándose no mucho de mi, pero antes de que se fuera cuatro personas la habían detenido.

  — Nosotros iremos contigo— Dijeron en unisono Alisha, Lailah, Edna y Dezel.

  — ¿Eh? ¿Por que?— Pregunto un tanto confundida Rose.

-Como caballero no dejare que vayas sola-Respondió Alisha mientras colocaba su mano derecha en su corazón.

 — Tengo curiosidad de saber como sera este vendedor— Respondió Lailah juntando sus dos manos mientras sonreía.

  — Yo nunca me separo de ti— Dijo Dezel mirando hacia nose donde.

— Yo estoy aburrida— Dijo Edna mirando de reojo a rose.

 — Por mi esta bien, ¿Pero que hay de Sorey? Es el pastor no lo pueden dejar solo— Dijo Rose señalándome.

  — El sabe cuidarse solo— Respondió Edna.— Y no estará completamente solo, tiene a Mibo— Dijo Edna señalando a mikleo, el cual estaba a mi lado con sus brazos cruzados como de costumbre.

  — ¡Ya te he dicho que no me llames Mibo!— Protesto Mikleo.

  — No lose chicos— Dijo Rose haciendo una pose pensativa, en ese momento Alisha le dio un pequeño codazo y se acerco al oído de Rose mientras le susurraba algo.

 Una grande "o" se formo en los labios de Rose, y sus ojos tenían un brillo extraño... Como si hubiera entendido algo realmente bueno.

  — Esta bien, vayámonos— Dijo Rose totalmente decidida mientras se llevaba consigo a los tres serafines y a Alisha.

  — Al parecer quedamos tu y yo nada más— Dije mirando a Mikleo con una sonrisa en mis labios, él tenia su semblante serio como siempre.

 — Si... Deberíamos de apresurarnos a comprar la cosas, esta comenzando a anochecer— Respondió Mikleo mientras posaba su vista en el cielo, es cierto estaba comenzando a oscurecer un poco.

Nos apresuramos a ir a la ciudad por alimentos, Rose tenia razón no hubo necesidad de gastar dinero o algo, me daban todo lo que quería solamente por ser el pastor siendo sincero me sentía un poco mal, es como si abusara de ser pastor, no le di mucha importancia a eso.

Mikleo y Sorey, giban de camino hacia el refugio, en el camino los dos iban muy cerca del otro sus manos se rozaban a cada paso que daban.

Es como si estuvieran pidiéndose permiso, para poder tomar de la otra Sorey se había dado cuenta de eso así que tomo el dedo meñique del serafín, pudo notar como Mikleo se ponía un tanto nervioso por aquel agarre.

Una pequeña y traviesa sonrisa surco los labios del pastor, y procedió a tomar la mano de Mikleo entre lazando sus dedos con los de este.

Mikleo se sorprendió por aquel gesto, pero no le molesto en lo absoluto él también tomarle de la mano, solamente que no se atrevía por miedo a ser rechazado.

Un pequeño (grande) sonrojo se poso en las mejillas del serafín, Sorey al notar esto una sonrisa triunfante se poso en sus labios realmente le gustaba poner a Mikleo así.

  — Te amo Mikleo— Soltó de la nada el pastor, aumentando así el sonrojo que tenia Mikleo en sus mejillas el cual evito la mirada de Sorey, pero una visible sonrisa se poso en sus labios, una realmente dulce sonrisa.

Y así llegaron aquellos dos tórtolos, con sus manos entrelazadas, Sorey con una grande sonrisa en sus labios, y un Mikleo totalmente rojo.