Capítulo 10: Entre squibs, pesadillas, historias y secretos.
Maggie podía admitir que el día menos esperado por ella eran los viernes...¿La razón?
La clase de Encantamientos del profesor Flitwick.
No es que Maggie no prestara atención a las clases ni que le resultarán aburridas. La única razón por la que odiaba esa clase era por que cada vez que intentaba lanzar un hechizo, su varita ni siquiera soltaba chispas. Eso mismo podría haberle pasado en Transformaciones, pero en esa clase su varita si hacía medianamente lo debido, aunque la transformación no saliera del todo bien.
Es por eso que Maggie se sentaba al fondo de la clase, sola. Le avergonzaba que las personas notaran su falta de magia y que lo supieran todos en Hogwarts después. Es por eso que nunca participaba en la parte técnica de la clase y solo en la teórica, los profesores tampoco le exigían mucho debido a su condición.
Y lo agradecía por no hacerle pasar la vergüenza de su vida, y lo odiaba por hacerla sentir débil.
Aunque claro, no todas las veces se acordaban de su problema...
Hoy por ejemplo, les estaba enseñando el Encantamiento levitatorio, mejor conocido como Wingardium Leviosa.
- No se olviden de ese bonito movimiento que hemos estado practicando. ¡Agitar y golpear, recuerden, agitar y golpear!...Y pronunciar las palabras mágicas correctamente es muy importante también. No se olviden nunca del mago Baruffio, quien dijo "ese" en lugar de "efe" y se encontró tirado en el suelo con un búfalo en el pecho.
Para disimular un poco, Maggie imitaba los movimientos que habían aprendido en la clase anterior con cara de frustración. Había una chica sentada frente a ella, en la hilera de abajo que con cara de suma concentración había logrado hacer volar su pluma hasta tocar el techo.
Y por alguna razón, Flitwick había pensado que Maggie había sido la del hechizo y no la chica.
- ¡Bravo, Señorita Snape, bravo! Al parecer ha supurado su problema con la varita y ha podido realizar su primer hechizo...-el profesor tardó un milisegundo en darse cuenta de su error.
Flitwick palideció rápidamente, al igual que Maggie, había metido la pata.
Por que uno, ella no había lanzado ningún hechizo en clase jamás, y dos, todos habían escuchado su problema y empezarían a sacar suposiciones.
Los murmullos a sus espaldas mientras corría fuera de la clase la persiguieron, por que sabía que hablaban de ella.
Para la hora del almuerzo, los rumores ya habían llegado hasta su escondite en la biblioteca. Las chicas de tercer año, Ravenclaws, la miraban de arriba abajo sin disimulo desde la mesa continúa a la suya.
Madame Prince, la bibliotecaria, había tenido que callar varias veces a las dos chicas al hablar un poco más fuerte de lo que estaba permitido en la biblioteca. Precisamente diciendo:
- Mírala Amber, su contextura es muy débil -murmuraba una de las Ravenclaws, mirándola de reojo mientras Maggie fingía leer.
- Enfermiza diría yo...Como Filch -se burló la otra chica, Amber.
La otra Ravenclaw asintió, riendo.
- Con razón ahora la llaman "La Squib de Hogwarts". Los rumores son totalmente ciertos... -afirmó.
Realmente quería huir y esconderse en algún lado donde nadie la molestará...¿Pero dónde?¿En su cuarto para que Artemisa llegará y le hiciera preguntas?¿Con sus amigos de Ravenclaw para que pasara lo mismo?¿Con su padre? No gracias.
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Las Crónicas de Maggie Snape I: Visiones (Fred Weasley)
Fanfic"Una niña, hija de dos razas poderosas con el poder de destruir como salvar ambos mundos, nacerá en el día donde el amor reina. Un niño, hijo de la mano derecha del Señor Oscuro, será el encargado de destruir lo que alguna vez su propia sangre salvó...