- Muy bien, sígueme- Abandonó su trabajo, levantándose. Como le había pedido, se encontraba siguiéndolo, recorriendo el mismo pasillo que anteriormente había recorrido con Suga. - ¿Tienes ropa?- Asintió, señalando los bolsos que se encontraban reposando junto a la puerta de entrada. - Tómalos, te llevare a tu habitación.- Volvió a arrancar a caminar, obligándolo a apurarse a tomar sus cosas, para no perderlo de vista. El agente tomó cuidadosamente un brillante manojo de llaves, abriendo una gran puerta. Un corto pasillo conectaba con otra puerta del mismo tamaño, ¿cuán grande era esta casa? - Muy bien, detrás de esta puerta, se encuentra tu habitación y tu baño. Voy a tener que pedirte que por favor la mantengas todo el tiempo cerrada. Solo ábrela cuando quieras salir o entrar, pero el resto del tiempo va a estar cerrada. ¿Entendido?- Asintió frenéticamente, algo temeroso. - Adelante.- Se hizo a un lado, dejándolo ingresar primero. - Voy a traerte los elementos para que puedas bañarte cómodamente, por favor, organiza la habitación como quieras, ahora es tuya.- Terminado su monólogo, cerró la puerta, dejándolo a solas. Suspiro pesadamente, despeinando levemente su cabellera. ¿Realmente debía acomodarse? Pronto le encontrarían un nuevo agente que se encargara de él como si de un juguete se tratara. Se agacho para liberar a su mascota, tratando de sonreír.
- Al menos tú sigues conmigo Kobu...- Hablo tomándolo entre sus manos, aun con los guantes puestos.
- Permiso, traigo tus...- Dirigió su mirada al agente, el cual había quedado estático observando directo al animal. - Que... Que es... ¿Qué es eso? ¿QUE TIENES EN LAS MANOS?- Señaló, alejándose.
- Es Kobu... No es agresivo... Es mi erizo.- Se puso de pie, mirándolo confundido.
- ¿Por qué estas con eso aquí? No no no.- Negó, introduciendo una mano en un bolsillo, extrayendo un barbijo, para rápidamente colocárselo. - Acepte que te quedaras pero... Eso no hay forma que lo permita.- Abandonó a su mascota dentro de la jaula, acercándose al agente.
- ¿Cuál es el problema? Kobu es ciego, no saldrá de su jaulita porque no conoce nada.- Aseguró algo temeroso.
- Hay muchos problemas, no lo entenderías.- Le tendió la toalla rápidamente, para retirarse de ahí. Una vez a solas, se encargó de encerrar bien a su erizo, para seguido cerrar la puerta que "Mon" le había exigido que mantenga cerrada todo el tiempo. Ingreso al baño, asombrándose por la cantidad de cremas, jabones, desinfectantes y elementos de baño que tenía a su alcance. Si bien su padre había sido un importante empresario, nunca habían vivido con muchos lujos en su vida.
Al salir del baño sentía que había sido la ducha más limpia de su vida. Se había tomado 2 horas para librarse de toda la tensión que había acumulado en el día. Se acercó a la cama, tirándose rápidamente. Era realmente cómoda, olía muy bien. Todo se encontraba impecable, como si fuera limpiado todos días, sin excepción. Suspiro acurrucándose entre las sabanas.
- Kobu...- Lo llamo observando la jaulita. - Debo alimentarte.- Bufó cansado, iba a tener que pedirle al agente. Abandonó la cama y la habitación, recorriendo el corto pasillo que separaba su parte de la casa con la principal. Abrió temeroso la puerta, y por unos segundos agradeció que Mon no se encontrara ahí. Cerró los ojos suspirando levemente, para luego con cuidado, buscarlo en la habitación en la que lo conoció. - Permiso.- Pronunció levemente.
- En la mesa de ahí.- Señaló a su derecha estando de espaldas. - Hay barbijos y guantes descartables, vas a usar eso todo el tiempo.-
- Esta bien... Yo quería...- Se acercó a tomar un par de guantes, colocándolos, sintiendo la filosa mirada sobre su cuerpo.
- Tenemos que hablar.- Se giró completamente, observándolo de frente, con sus piernas cruzadas. - Toma una de esas silla, y siéntate aquí.- Señaló una baldosa en específico, poniéndose de pie. Se encontraban frente a un pizarrón blanco, ¿Ahora iba a enseñarle? - Muy bien Kim Seokjin. Esta va a ser la última vez que te llame por ese nombre, si quieres puedes elegir un apodo, o simplemente me referiré a ti por 28•6.- Lo miraba atentamente con un plumón negro en su mano.
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☽ when you touch me ☾ namjin
Fanfic- Estoy condenado.- - Entonces lo estamos juntos, voy a cuidarte hasta el final.- Kim Seokjin, un joven millonario con el gran peso de una fortuna sobre su espalda, y demasiadas personas con el fin de arrebatársela. Kim Namjoon, un agente especia...