EL PECADO DE UN SENTIMIENTO EGOISTA

EL ROSARIO DE TUS LÁGRIMAS..

SEGUNDA PARTE DE "ANTE ESTA CRUZ"

- la sonrisa  de un demonio...

Susurro el castaño antes de caer en un profundo sueño,  mientras aquel humano quien había llamado " maestro" al castaño con una sonrisa ironía mira desde arriba a su amado demonio.

- obtuviste la victoria,  pero lamentablemente no fue completa.

Sobre el cuello de aquel pelinegro colgaba la Cruz de toda su historia,  resplandece  como si aún fuera objeto de mucho valor , una joya nueva. Tomo al castaño con cuidado entre sus brazos, observo sus facciones pálidas como si de un muerto se tratase, demacrado,  completamente sin vida.

- una traición se paga con otra...verdad?  Maestro kamijou? - hablo en un tono burlesco.

Entre los ultimos rayos del sol, con su maestro inconciente entre sus brazos camino hasta una pequeña capilla que había tomado el ojiazul como hogar.  Dentro de aquel lugar deja el cuerpo en reposo encima de la mesa, encendió un par de velas para expandir la oscuridad del cuerpo del mayor.

Con ternura el joven de cabellos negros acaricia la mejilla del contrario, ahora despertando lentamente de su profundo sueño, al abrir los ojos claramente lo primero que observó fue esos ojos azules que tanto extrañaba ver, aunque no pudo notar el mismo sentimiento en ellos, aunque su sonrisa fuera la misma. 


- no sabes lo orrible y poco agraciado fue la eternidad...

- hablas como si hubiera sido más tiempo  del que tu te demoraste al llegar a mi.

Apartó la mirada del contrario evitando así seguir con el incómodo diálogo,  claramente noto que estaban en una capilla y claramente el lugar en donde se encontraban.

- como recuperaste los recuerdos...

El castaño rompe el silencio incómodo mientras se levantaba de la incómoda mesa.

-fue muy fácil, escribia los sueños o los recuerdos de mi pasado... si no hubiera sido por aquella sacerdotisa en traerme la Cruz de nuestra historia y mostrarme una iglesia  ...

- sacerdotiza?

- una mujer libre de pecado sirviendo a Dios.

- eres un....

- Si, pero no creo en un dios.

- blasfemia.

- acabaré con la religión desde sus adentros, Pero este mundo guarda muchos secretos, el mundo de dios es más corrupto que el mismo individuo inicuo .

- que?! Son mentiras! Sólo son...

- ¿te olvidaste que eres? ¿Como eres? ¿De dónde eres y como eres? - hablo de forma desafiante al castaño mientras su sonrisa se borraba lentamente de su rostro.

-tu odio hacia mí es bastante notable...nowaki.

-¿odio? No, no no se trata de odio...me preocupas demasiado.  Mirate, estas palido ,demacrado, las facciones de tu rostro son más notorias y tus palidos labios que estoy más que dispuestos a besarlos una vez más.

A pesar del color palido de su piel , sus mejillas parecían sonrojarsen por las palabras dichas del contrario  que con ternura lo toma del mentón y poco a poco acorta la distancia de sus cuerpos como si quisiera brindarle calor a su cuerpo frío y cansado.

Pov Hiroki.

La personalidad de nowaki no ah cambiado nada,  aunque, es como si tratará de llevar la situación o el mando en todo momento, sus facciones de joven adolescente ahora eran más maduras,pero esa inocencia en sus ojos seguía allí, es ahora un poco más alto como lo recordaba .

Una de sus manos tomo mi menton,  hacía mucho no sentia una caricia de sus manos... sentí otra mano sobre mi delgada cintura y de un jalon estaba contra el pecho de Nowaki,  ese calor, esa calidez de sus manos y su voz...

Despues de una eternidad sin su compañía, unas frías y tenebrosas noches donde moria por un acto de misericordia mientras mis manos deseaban sentir la calidez de la sangre... Nowaki me besa, el tacto y el sentimiento es igual,  es como si nunca se hubiera ido de mi lado aún cuando fui yo quien mató a esta persona. Nuestro pasado no es bueno y el futuro estara lleno de sorpresas inesperadas, tal vez...esta vez , podamos hacer las cosas bien.


- mañana tengo una misa, buscaré una persona adecuada para que puedas alimentarte...

- No...Nowaki-
Senti como se apartaba de mi y eso era algo que me disgustó de sobremanera,  los colmillos empezaron a salir con sólo tener un vago pensamiento...beber de su sangre.  Con fuerza lo tome de la muñeca impidiendo que siguiera alejándose de mi. Nowaki aún dándome la espalda ladeo su rostro para mirarme por el rabillo del ojo,  baje la mirada apenas sentí la su mirada en mi.

- no volveras a tomar de ninguna sangre, si lo haces...

-¡No lo haré! 

De inmediato respondí, que codicioso se a vuelto.

- ¿aún crees en una santidad?

-que tiene que ver eso...

-¿alma , cuerpo ,padre, hijo, espíritu santo?

- si...tambien debes creer para ser un sacerdote ahora.

El sólo soltó una pequeña carcajada, la religión jamas fue algo verdadero para el, pues siempre fue su tema de burla. De verdad sus planes no eran de todo correcto como para ser parte de una cristiandad y seguir sus iniciales e ideales.

- ahora no es momento de hablar, maestro. Sigueme. 

La oscuridad seguía siendo su alma y su protección, envolvía a la perfección su cuerpo aún para ser un alma tranquila.  Caminamos por unas escaleras , Nowaki dormía en una pequeña habitación abajo de la iglesia, sólo constaba de una cama con sábanas blancas y cantidad de libros sobre el suelo,  velas...

Aquella época donde lo crie desde niño, Nowaki le aterraba la oscuridad. Siempre dejaba una vela encendida y aveces la observaba por horas hasta quedarse dormido. Tal vez,  le cause daño a Nowaki desde muy temprana edad ,la luz de una vela es una compañía para el alma oscura e  infante de ese pelinegro.

Toda la habitación estaba llena de velas, y como si estuvieran acostumbradas a la oscuridad de nowaki sólo proporciona la luz que necesitaba. Me senté en el suelo pues mis prendas estaban desgastadas y sucias ,observando con detalle su cuerpo bien formado.  Ya no era un joven muchacho.

- pasa algo?

- estoy cubierto en polvo, no quiero ensuciar tus sábanas blancas .

- no..no lo estas, confia en mi. Necesitas de sangre para lograr que tu cuerpo vuelva a vivir, Y con mi sangre en tu cuerpo haré latir tu corazon...

Deje envolverme por su oscuridad mientras sus manos tomaban mi cuerpo con gentileza y sus labios en un apasional y desesperado beso deje que mi alma fuera absorbido por aquel que ama la blasfemia como un borracho ama el licor. 

Mi cuerpo ahora se encontraba desnudo, sudoroso, agitado y completamente exhausto. La habitación era tan pequeña que nuestros gemidos resonaban por todo el maldito lugar.

- el dolor que sentiras ahora, no se comparara con mi mordida...nowaki-

Logré articular palabra, mientras mis uñas se incrustan en su espalda mientras sentia la lujuria y el placer del adulterio en mi cuerpo, un templo el cual se llenó de tanto pecado por culpa de un individuo que juega con la fe y la sabiduría.

Me toma de los cabellos con fuerza, sus labios dejaban grandes marcas sobre mi piel mientras mi cadera se movía a su antojo, mi mente, cuerpo y razón los estaba manipulado con tanta facilidad que apenas si podía pensar. El aroma de su perfume, sus hombros amplios y unas manos fuertes que son capaces de destruirme y protegerme a la vez , por mi parte yo le daría a entender que el pecado es tan delicioso si se comparte con la persona que aprendiste a amar.

*mordida*

El deseo de la carne con la lujuria del cuerpo mundano, el orgasmo y lo obsceno de nuestros cuerpos bajo una cama manchada de sangre. Lamiendo sus heridas como si fuera un perro fiel viendo por sus ojos y caminando por su mano. Esta persona es egoísta.

- ¿eres...humano verdad?
- claro que si... no te preocupes de lo que vendra, aún  con un cuerpo humano puedo protegerte.
- no tienes la fuerza suficiente.
- no sera necesaria...mañana lo sabrás.

Lo mire a los ojos mientras aún con la poca fuerza que tenía podía mantenerme despierto, el me tomo de la mano y a mi lado su cuerpo reposo, cayó en el sueño casi de inmediato.

No se cuento había dormido, mis piernas dolían al igual que mis muñecas mientras la cálida túnica de nowaki cubría mi cuerpo proporcionandome algo de calor, me vestí con ella para salir de aquella habitación,  limpie la sangre que había en mi mejilla y me dirigí a la central de la cátedral. Nowaki, parece un alma pura que con cortesía y amor hablaba de la esperanza de nuestro dios para con nosotros,  su voz suave y una tierna mirada como si con ello en forma irónica y falsa como escondiendo la verdadera razón de sus palabras.

" cada alma esta mendigada al infierno, desde que la mujer pecó y el hombre se rindió "

Nadie podía verlo, sólo yo...conozco a esa persona más que cualquier mundano de esta  catedral. Observe a los demas que acompañan la misa,  y un pequeño muchacho que rezaba en susurro, con su piel pálida y llorando.

" perdoname padre...perdoname por sacrificar en nombre del demonio y traerlo a mi cuerpo causando la muerte de mis padres, perdoname Perdóname por morderlos,  castigame, castigame...."

Ese joven no dejaba de hablar y la voz de Nowaki se dejó de escuchar.