Taehyung se encontraba mirando perdido atreves del cristal, los cálidos colores que conformaban el atardecer; el cómo moría un día más, lo que significaba que había sobrevivido, no es que temiera morir pronto, solo le gustaba recordar que tan frágil era la existencia mortal. Sabía lo efímera que era, por ello había decidido disfrutarla al máximo, así era su estilo de vida, no podía atarse a ningún omega, menos a uno que llevaba tan ostentoso estilo de vida, quedarse a su lado significare volverse su mascota y por muy delicioso que fuera, no le iba a dar ese derecho a nadie sobre él.
-Muy bien, déjame ver si entiendo- La grave voz del dueño del lujoso apartamento, lleno solemne todo el espacio -La zona que invadió mi sobrino era sagrada ¿Esa es la única justificación que darán los salvajes?- El Alfa no miró en su dirección, aquel apetecible omega estaba totalmente mojado, acaba de salir de la ducha, las transparentes gotas deslizándose en la piel de porcelana, solo imaginarlo era suficiente tentación, no debía volver a caer.
-Está estipulado en las reglas, no violamos los acuerdos, todo cambia-forma ajeno a la especie dominante del sector, morirá si pisa territorio delimitado por un clan salvaje. Tu sobrino solo fue puesto en custodia mientras yo venía a dar declaración, cuando quieran pueden ir por él, seguro los está esperando- Era gracioso como el destino le había mostrado como se sentía Jungkook, porque él también se sentía desorientado en ese territorio desconocido y no deseaba quedarse, por mucho que ese fuera su omega destinado, esa no era la vida que él deseaba, su vida estaba con los suyos.
> Y ahora que ya no tenía a esa molesta presencia, podría ir a formar su propia familia en su grupo, porque adoraba a los cachorros, quería tener un montón -Los dos volveremos al sitio al que pertenecemos, Jungkook acá en la modernidad, yo en mi grupo de salvajes- No tenía la intención de decirlo en verdad, solo era costumbre hablar en voz alta, como siempre estaba solo, hace tiempo olvido como regularse.
El despistado Alfa no se dio cuenta de la expresión del omega, ¿Cómo iba a saber que lo había lastimado? No se conocen de nada y aun así el frío Jefe Min le había entregado completamente su cuerpo. Sabía que era algo especial, porque Yoongi jamás se sintió atraído por alguien en el pasado, nunca para mostrarse sumiso, creyó que era una clase de asexual, ya que no fue sino hasta que conoció a ese estúpido salvaje, que sintió bajo su piel a su León.
A las personas les costaba años para ganarse su confianza, ¿Entonces como había permitido que un recién aparecido saciara por tres días sus más reprimidas fantasías sexuales? No tenía idea, pero allí pasaba algo y no dejaría que Taehyung se le escapara, ese Alfa ahora era suyo. Aunque no lo diría en voz alta ni le suplicaría, movería sus cartas para que fuera el salvaje quien le suplicara estar a su lado.
-Bien, recogeremos a mi sobrino en estos días, solo hare algunos preparativos antes de partir- Al Alfa le pareció raro alargar más la espera, pero no dijo nada al respecto, siguió inmerso en sus pensamientos. Mientras el omega salía del lugar, ordenándole a su seguridad que no dejara salir al salvaje. Pero Tae seguía siendo uno de los más ágiles y fuertes de su clan, escaparía, solo esperaba a que lo dejaran solo.
Fuera de la improvisada jaula de oro, el jefe comenzó a gestionar-Necesito que le saquen un pasaporte a Taehyung- Le informo a su asistente mientras se dirigía a su cuarto.
-Señor es un salvaje, va en contra de los tratados, sus conservación en el territorio es sagrada, no pueden salir ni a voluntad- Yoongi lo miro como quien le acaba de decir que no puede llover cuando el cielo está completamente gris -Sé que suena ridículo pero está estipulado, ninguna aerolínea o agencia se arriesgaría por mucho que le ofrezcamos dinero y es mejor no hacerlo ni siquiera clandestinamente, todos temen a la supersticiones- El León no podría creer que aquel omega de águila, tan centrado y lógico, se viera asustado por simples leyendas.
-¿De verdad crees en todos esos cuentos?- La expresión de incredulidad era genuina, en ambos omegas.
-¡MIN! La magia salvaje es peligrosa, nunca la subestimes- Totalmente alterado, su cabello se paró como si fuera un plumaje y no pelaje.
-¿Magia, eh? Entonces como explicas que yo siendo un león este fuera de mi territorio- Yoongi rodó los ojos, le irritaban un poco los creyentes de lo místico.
-Sus genes están mezclados, alguno de sus antepasados se enamoró de otra especie, esa es la única forma de salir, si el salvaje tiene cachorros fuera de los habitantes de su manada, pero dicen que siempre se vuelve a sus raíces, la tierra es sagrada y te llama- El León podía darle la razón en eso, algo en ese lugar parecía atraerlo, más ahora con ese delicioso Alfa.
Se mordió el labio inferior, dándose media vuelta, terminando toda la charla -Busca otra solución.
-¿A qué?- El águila no entendía cuál era el verdadero problema, lo que era genial pues su jefe no se volteo a explicárselo.
Yoongi se recostó en la gran y solitaria cama, por mucho que anhelara la compañía del salvaje, este había dejado las cosas claras, no quería pertenecer a esa vida, no quería nada con él, solo habían sido una noche, bueno varias noches. Pensando responsablemente en su sobrino, ¿Estaría bien? Bueno no podría pasarle nada realmente malo por unos días que pasara demás con ese clan de Leones.
Lo que no se imaginaba es que en medio de la sabana, se encontraba una linda pareja de leones reposando, después de reclamarse toda la mañana. El Alfa sobaba en sueños el aun plano abdomen del omega. Quien pensaría que en un par de días las cosas se darían tan rápido.
CONTINUARÁ
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El Rugido Salvaje[1] /Kookmin (Omegaverse)
Fiksi PenggemarLa ilusión de una vida perfecta, la añoranza de compartirla con tu alma gemela; el abrupto rugido que te lo arrebata todo. Jungkook solo queria sentirse salvaje y vivo esa noche. Pareja principal: Kookmin Pareja Secundaria: TaeGi - NamJin - 2Seok